Camino de Santiago, Hoya-Gonzalo y El Salobrejo

 

 Buenos días.

 Que el camino de Santiago es una de las redes de caminos más extensas de toda Europa no es una novedad, y que los ramales de esta red ocupan prácticamente toda la Península Ibérica, pues tampoco. Por si alguno tiene dudas, aquí va este mapa que a más de uno estoy seguro que le va a sorprender.

Fuente: Wikipedia - Paulusburg

 Hace no mucho tiempo pude escuchar a un peregrino narrar sus periplos por varios de estos ramales no tan conocidos, y lo cierto que me llamó la atención el que señalara la escasa ocupación de todos estos caminos: evidentemente no alcanzan el nivel de belleza de los caminos originales, pero destacaba que una de las virtudes de estas vías es que volvía a recuperar la comunión con el camino, a saber, tranquilidad, paz, sosiego...

 En fin, que con estos mimbres y pensando en que ya era hora de hacer una ruta de una buena tirada, he unido el Camino de Santiago, Hoya-Gonzalo y la laguna de Salobrejo, para obtener una ruta de 93 kilómetros con 836 metros de acumulado, de las que sirven para empezar el año con buen pie.

La Ruta

 Dado que fue una ruta larga, quedamos a eso de las ocho de la mañana Nino, Teo y éste que suscribe: más valía estar en el camino bien pronto...eso sí, a esas horas estaba cayendo una helada de las buenas y claro está, pasamos frío hasta bien entrada la mañana, cuando el sol por fin hizo acto de presencia.

 El trayecto hasta Hoya-Gonzalo lo llevaba Nino, que con muy buen criterio nos llevó hacia Chinchilla por el camino más corto, a saber, la vía auxiliar del Ave, pues la intención era ganar la sierra procomunal por la zona de la "barbacoa".

 Una vez que llegamos a ese punto, nos dirigimos hacia el campamento militar que está en la base de dicha sierra, y ya desde ese momento se puede ver en algún que otro rincón del camino, la concha del camino de Santiago identificando el trazado.

Hoya-Gonzalo

 Estos campos hasta Hoya-Gonzalo son muy vistosos y están muy, pero que muy bien para hacerlos en BTT o incluso una "gravel", pues a una pista fácil se le une un continuo sube y baja que lo hace bastante divertido y por carriles que no presentan accidentes importantes.

 Antes de llegar a Hoya-Gonzalo nos encontraremos con esta cruz, la cual es un homenaje  precisamente, al paso del Camino de Santiago por este pueblo.

 Desde Hoya-Gonzalo me tocó llevar a mi la ruta, que en este caso tomaba un camino que se dirigía hacia Monpichel, los cerros que están próximos a la laguna de Salobrejo, y que durante buena parte de la ruta nos sirven como referencia en el horizonte. En esta parte del camino vamos a continuar con la misma tónica que el tramo anterior, buena pista y un continuo sube y baja.

Salobrejo

 Ahí estaba la laguna, una de las veces que más agua ha tenido desde que vengo visitándola. La única pega  (por poner alguna) es que en esta ocasión tan sólo pudimos ver patos: muchas de las aves zancudas que por allí habitan pasan el invierno en otras latitudes, ¡normal, con el frío que estaba haciendo!

 Sin duda alguna es un buen momento para descansar y tomar algo de comida para reponer fuerzas, pues aún quedan muchos kilómetros hasta retornar a Albacete. Como en otras ocasiones, decidimos que lo mejor era coger la vía auxiliar de la autovía, puessin duda alguna es el trayecto más rápido.

 Como ya os podéis imaginar, una buena cerveza nos estaba esperando a la entrada de Albacete, que después de los 93 kilómetros realizados, estaba más que bien merecida. Poco más os puedo contar, la ruta es una auténtica gozada y merece la pena que le dediquemos una mañana entera, pues el trazado no es complicado, aunque eso sí, 93 kilómetros con 836 metros de acumulado nos esperan.

 Como siempre, aquí os dejo la ruta y como no, todas las fotos en este enlace.

Saludos...Edu

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Rutas seminocturnas: Empiezan los días cortos y fríos

 Buenos días.

 A estas alturas del año los días ya acortan que da gusto, y además poco a poco, parece que el invierno se acerca para darnos otra buena temporada de jamones, y es que el frío es tan necesario como el calor...no puedo imaginar un mundo sin jamones, que le voy a hacer.

 

  Y claro, si a eso de las seis y media no se ve un carajo, está claro que la ruta se convierte en seminocturna, y digo lo de semi porque la hora a la que seguimos saliendo son las cinco de la tarde, y ahí todavía nos vemos las caras...je je je

 La cuestión es que con el acortamiento del día, y la nueva inclinación de la esfera terrestre, el frío también empieza a hace su aparición. No es que esté apretando mucho todavía, pero vaya, se va dejando notar.

La Ruta

 Así que este pasado miércoles quedamos nada menos que Teo, Nino, Pedro Lara R. y éste que suscribe, convenientemente abrigados y con nuestros focos reglamentarios, que como bien dijo Coronado en su momento, "no hemos hecho mejor compra para la bicicleta".

 

La ruta la llevaba Nino, y si la semana pasada tocó Chinchilla, esta tocaba el Cuco de La Lobera, que es una zona que a nuestro compañero le encanta y a la que, realmente, le saca partido siempre que vamos. Lo cierto es que esta temporada la hemos iniciado con un poco de irregularidad, entre unas y otras cosas no hemos podido coincidir todo el grupo en ninguna de las salidas...poco a poco.

 En esta ocasión haríamos un clásico: llegar hasta la Finca del Monte (puro marketing, está en el llano), de ahí hacia la Finca de la Lobera, busqueda del cuco y camino hacia la laguna del Acequión, desde aquí camino de La Gineta y antes de llegar a este pueblo, media vuelta.

 Lo cierto es que a las cinco no es que hiciera mucho frío todavía, y eso nos permitió ponernos rápidamente manos a la obra. La salida fue a buen ritmo desde el primer momento y en menos que canta un gallo ya estábamos en las inmediaciones de los Ojos de San Jorge.

 Continuamos por el trayecto que ya he descrito, haciendo la primera parada en el cruce con el canal de la Lobera, donde esta vez sí, llevaba agua, no mucha, y es que al cabo de unos kilómetros estos campos endorreicos se lo tragan entero en pocos metros.

 La noche se iba acercando así que decidimos no parar mucho más, tan sólo en la laguna del Acequión para poner los focos en marcha, pues ya no se veía mucho el camino y más vale que se haga la luz en estas lides, que de noche todos los gatos son pardos.

 Continuamos en dirección a La Gineta a buen ritmo y los kilómetros fueron cayendo a base de bien, eso sí, de vez en cuando tocaba frenar que el camino tenía una buena cantidad de charcos. Para la vuelta habíamos dejado nuestras mejores sensaciones, pues además la realizamos por la vía auxiliar de la autovía, con lo que llegamos a Albacete sobre las ocho menos cuarto con unos 47 kilómetros en las piernas y dispuestos a tomar una cerveza, bien ganada, en alguna terraza.

 Poco más os puedo contar, como ya hemos dicho en esos campos hay muchos caminos que son ideales para practicar nuestro deporte favorito y en los que, si se lleva buen ritmo, se puede coger un buen fondo pues permiten hacer kilómetros y kilómetros y en las proximidades de Albacete.

Un saludo...Edu

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Encuentros en el tercer miércoles

Buenos días.

 Pues sí, no es un título excesivamente original, además los encuentros en la tercera fase siempre han sido con seres de otros planetas, cosa que por el momento no está ocurriendo en el grupo...o eso creo.

 El tema es que llevábamos tres miércoles intentando quedar todos los miembros de la grupeta de dicho día, pero entre unas cosas y otras ha sido más que imposible. Y a la tercera va la vencida, también podía haber sido el título de la crónica, pero vaya, la vena cinéfila siempre la tenemos presente.

La ruta

 A lo que íbamos,  que por fin y como mandan los cánones, vamos la alineación del primer equipo (ojo, que también nos han faltado más, pero bueno, casi en su totalidad): como primeros espadas, Nino, Pedro Lara R., José, Teo y Coronado, y cuidando siempre la retaguardia, éste que suscribe.

 El trazado era sencillo, dirigir nuestra rodada hacia Chinchilla pasando por la Sierra de la Cabrera, hacer unas cuantas cuestas por los montes chinchillanos y dejarnos caer hacia Albacete antes de las ocho para tomarnos una más que merecida cerveza.

 Lo cierto es que la tarde fue especialmente buena para la práctica de nuestro deporte favorito, poco viento, unos 26ºC, y algo de sol durante toda la tarde, ¡que más se puede pedir!

 El ritmo no fue malo y lo cierto es que nos plantamos en Chinchilla como muy buena hora, lo que nos permitió poder subir hasta el repetidor, donde una simpática Mantis Religiosa se me subió al manillar...adjunto foto.

 Desde aquí hicimos las sendas de los toboganes, bosquecillo, río seco y finalmente la cuesta de la encina, desde donde decidimos (sobre todo yo) , que era hora de volver.

 A la vuelta nos encontramos un buen rebaño de borregos, nada menos que 1300 según el pastor...lo cierto es que Nino contó los patas, dividió por cuatro y le salieron 1298...menudo ojo...jajajaj

 Y como no, también encontramos una culebra de escalera, animal  que dicho sea de paso es beneficioso para el medio ambiente, y aún encima no es nada violento, con lo que su tranquilidad a veces le traiciona y es atropellado una y mil veces. Lo cierto es que paré la bicicleta y la quité del camino, no se tarda nada.

 En fin, que llegados a Albacete el bueno de Teo sugirió que un sitio que nos viene bien a todos es el bar Deportes, a lo que todos dijimos que sí, que ya era hora de que alguien dijera algo con sentido...ja ja ja

 Poco más os puedo contar, simplemente una tarde de encuentros, a base de unos 50 kilómetros y con un desnivel acumulado de 650 m+, no está mal. Y como no, puedes hacer click en este enlace para acceder a todas las fotos.

Saludos...Edu

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Rutas en miércoles: ¡Cómo me gustan!

Buenos días.

 Si la actualidad desgraciadamente está marcada por el dichoso coronavirus, no está de más que de vez en cuando nos relajemos y nos olvidemos, por lo menos un poquito, de cómo están las cosas, y lo que es peor, de cómo se pueden poner.

 Lo cierto es que todos estamos recibiendo continuamente un bombardeo de mensajes por nuestro whastsapp, por la radio, por la televisión, periódicos y no sé cuántos medios más. Los mejor de la rumorología se agolpa en estos días para llamar constantemente a nuestras puertas y hacer que la situación, lejos de que sea tomada con la calma necesaria, se convierta en el momento ideal de cualquier paranoico. 

 Por supuesto que es necesario tomar medidas, tanto colectivas como individuales, hacer caso a las recomendaciones y tomarse muy en serio la situación. Que no nos queda la menor duda.

 Ahora bien, lo que me parece realmente bochornoso es la pandilla de descerebrados que se ha liado a lanzar mensajes falsos o historias conspiranoicas…bastante tenemos ya encima como para tener que aguantar aún encima al tonto de turno.

 

 Y hecha la reflexión, vamos con la ruta, que fue todo un gustazo el que nos dimos ayer.

 Nos dimos cita José M., Teo, Nino, Pedro Lara R. y éste que suscribe a eso de las cinco, y hechos los saludos correspondientes (sin darnos la manos ni acercarnos) nos pusimos en marcha. Lo cierto es que nosotros siempre empleamos una frase que nos hace mucha gracia, y es la de “que corra el aire”…así fue, desde el principio hasta el final.

 Nos dirigimos hacia la sierra de la Cabrera por el camino-rambla, ese que tanto me gusta, y cogimos esta sierra entrando por la senda de la culebrilla. Lo cierto es que el ritmo no era malo y los kilómetros iban cayendo uno tras otro muy fácilmente. Desde aquí subimos hacia el parque eólico y una vez arriba nos propusimos poner rumbo hacia Chinchilla.

 El primer pinchazo de la tarde lo protagonizó José M., que tuvo a bien enganchar una piedra que yo le había señalado, lo cierto es que es muy obediente…jajajaj

 Arreglado el pinchazo nos fuimos hacia el Pozo de la Peña, donde paramos para reponer aguas pues el calor de ayer era bastante fuerte, pasaba de los 25ªC y al ser los primeros de la temporada se notan mucho.

 Pasamos por Chinchilla y tomamos camino del repetidor para coger la senda que sale del depósito de agua y de ese modo alcanzar el Llano de las Gallinas. Paramos unos instantes para ver los petroglifos y explicar unas ideas sobre su origen, y terminada la visita nos dejamos caer por Río Seco, donde Pedro Lara R. protagonizó el segundo pinchazo de la tarde. En esta ocasión, un espray con líquido sellante se encargó de hacer el arreglo temporal y permitirnos la vuelta a Albacete.

 Poco más os puede contar, tan sólo que hicimos unos 45 kilómetros combinados con algo de llaneo, montes y sendas, lo dicho, todo un placer en los tiempo que corren.

Aquí os dejo el enlace a todas las fotos.

 

Pd. Ninguno de los del grupo de ayer tuvo problemas respiratorios y además los esputos eran claritos...todos tranquilos.

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Rutas en miércoles: Otra más por Chinchilla

 

 Buenos días.

 Supongo que las cuestas de Chinchilla crean adicción, a estas alturas ya no podemos pasar más de quince días sin al menos hacer una ruta por aquellos montes...lo cierto es que son las únicas que tenemos cerca, vaya por delante, pero no es menos cierto que es un auténtico paraíso para la BTT.

 Y como se ve que poco a poco los días van alargando y que el tiempo no es demasiado frío, ayer nos vimos nada menos que José M., Josete, Pedro Lara, Pedro Lara R., Teo, Nino y éste que suscribe para dar buena cuenta de otra jornada chinchillana más.

 A eso de las cinco de la tarde nos vimos las caras en la esquina de El Corte Inglés, nuestro punto de encuentro si la ruta parte hacia aquella zona, y guardados los cinco minutos de cortesía (que está vez vinieron muy bien) nos pusimos en marcha en dirección al Cordel de Chinchilla.

 Coinciden los primeros kilómetros con la vía ciclopecuaria que acaban de abrir y que estamos deseando realizar en unos de estos días, 75 kilómetros y siempre muy próximos a Albacete, todos llanos y perfectamente señalizados...¡me gusta!

 Pronto llegamos a la Sierra de la Cabrera y desde ese punto subimos la senda de los escalones, a muy buen ritmo dicho sea de paso, y una vez coronado este cerro, pensamos que lo mejor era ir hacia Chinchilla pasando por la Casa de la Laguna. Por cierto, ahí van las fotos de la lámina de agua que en estos días se puede ver en la zona.

 Desde este punto nos dirigimos hacia el Pozo de la Peña pues nuestra intención era llegar a Chinchilla en el menor tiempo posible. Al llegar a Chinchilla tras otra buena ascensión pensamos que lo mejor era poner rumbo hacia la zona de las barbacoas...almendros y más almendros en flor durante todo el camino, todo un espectáculo.

 Como aún teníamos ganas, cogimos la senda de la Valla, pero antes de llegar a esta zona, hicimos un giro completo para tomar el camino de la senda de los toboganes, pues de ese modo, conectaríamos con la de Río Seco, nuestra penúltima senda antes de tomar el camino de vuelta para Albacete.

 A la bajada de Río Seco, que por cierto está limpia y en perfectas condiciones, paramos para colocar los focos, pues el sol se estaba poniendo y no se veía demasiado bien. Tomamos la senda de la cantera y desde allí pusimos la directa por la espalda del polígono Camporroso.

 Aquí el detalle lo tuvo Pedro Lara R., quién se adelantó unos cientos de metros para detenerse en el punto donde han abierto una nueva zanja en el camino, alumbrar el punto y avisarnos con suficiente antelación de como estaba el sitio para poder pasar sin problemas...¡oleee!

 En fin, que mezcladas las ganas de ir rápido con las de correr nos marcamos una vuelta meteórica, de las de 30-35 km/h durante kilómetros y kilómetros de recorrido. Lo cierto es que el viento no estorbaba y todos los que íbamos en el grupo parece que ayer teníamos cierto estado de gracia, pues si durante toda la tarde el grupo fue compacto en todas las ascensiones, a la vuelta lo fue más todavía...antes de las ocho ya habíamos llegado a la ciudad, dispuestos a redondear la tarde con una cerveza bien merecida en el bar Deportes.

 Poco más os puedo contar, 49 kilómetros completos por Chinchilla con un grupo nutrido y que ayer tuvo una buena tarde, ya lo creo que sí.

 Aquí os dejo el enlace a todas las fotos

Un saludo...Edu

Para saber: El día internacional de la Radio
 Hoy, jueves 13 de febrero, se celebra el día internacional de la radio. Creo que todos hemos crecido con una radio muy cerca, creo que todos hemos tenido no sé cuantos programas de cabecera, creo que todos hemos escuchado música y más música por ella; nos ha acompañado durante kilómetros y kilómetros de carreteras, hemos estado informados de la actualidad, del tiempo, de los deportes (y por supuesto, de las grandes vueltas ciclistas).
 Un pequeño transistor, una gran radio, una de válvulas o la del teléfono móvil...siempre estará ahí, acompañándonos de una u otra manera.
 En mi caso siempre me he dejado acompañar por Radio Nacional, y lo cierto es que he pasado por todas sus emisoras: radio 1, radio 5, radio 3 y ahora radio clásica sobre todo.
 En tal día como hoy es bueno dar las gracias a esos profesionales que están al otro lado de las ondas y que tantos y tantos buenos momentos nos han dado. ¡GRACIAS!

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