Buenos días.
Que somos animales de costumbres es innegable, sobre todo lo de animales, en cuanto a las costumbres parece que también, o por lo menos yo tengo una que año tras año voy respetando y parece que da sus frutos.
Cierto es que el calor es una dificultad añadida para la práctica de la bicicleta, como cierto es que los primeros calores lo son más todavía, así que ya va para unos cuantos años que éste que suscribe se toma un parón veraniego; con lo primeros rigores de junio bajamos la intensidad, la primera quincena de julio ni tocarla...y luego poco a poco a subirse de nuevo, que no hay prisa.
Esta práctica me ha evitado siempre sorpresas de mal gusto, y lo dicho, que soy un animal de costumbres. Y además, no nos confundamos, ya saben ustedes que intento cuidar mi estupenda mala forma durante todo el año...ja ja ja
Así pues, parece que ayer Domingo 14 de julio ya tocaba una primera toma de contacto con la BTT. Y aunque uno se acostumbre al calor, en estos días parece que lo más indicado es salir temprano, por lo tanto a eso de las ocho de la mañana ya estaba yo en plena faena, dando pedales.
La idea era empezar con algo muy fácil para ver como andaban mis piernas, así que, dado que en estas fechas me encuentro en La Roda, no hay nada como tomar el canal del trasvase Tajo-Segura para empezar a hacer kilómetros y kilómetros y medir como vamos de resistencia.
Desde La Roda me dirigí a Fuensanta y una vez allí tomé el canal en dirección a la provincia de Cuenca, o sea, remontado el sentido del agua. Parece que me sentó bien la idea pues los kilómetros iban cayendo paulatinamente sin mucho esfuerzo.
Tan sólo hay una pequeña subida a la altura de Villalgordo del Júcar, pero tan corta que no sirve para ver como se encuentra uno subiendo. Desde allí, continúe hasta completar unos 30 kilómetros de ida, pues la vuelta iba a ser por el mismo sitio y parece que no iba demasiado mal.
Hice una pequeña parada en una cantera donde me llamaron la atención la cantidad de nidos que se entraban en las paredes de las misma; ahí os dejo unas cuantas fotos, como no.
La vuelta, como la ida, por el mismo sitio y con un pelín más de ritmo, lo que me permitió completar algo más de 60 kilómetros una media de 22 km/h, lo cual, para el estado en el que me encuentro no está nada mal. Eso sí, cuando llegué a casa las piernas iban algo cargadas...estaba claro, después de casi un mes sin hacer nada o casi nada, lo normal es que se noten las primeras pedaladas.
Lo dicho, ya estamos de vuelta. Aquí os dejo un enlace a todas las fotos.
Un abrazo...Edu
Lo raro es que a ese ritmo no tuvieses la piernas, incluso más cargadas. Estamos hablando de más de 60 kilómetros a una media de 22, que si bien, es por una zona llana, salvo alguna subida que otra, implica que para sacar 22 kms/hora de mida, en muchos tramos has tenido que ciclar por encima de los 25 para compensar las subidas, en las que bajas sí o sí, por debajo de los 20 o los 18 kms/hora.
ResponderEliminarSiempre lo he dicho, todos los kilómetros cuentan y todos hay que hacerlos, los fáciles y los difíciles.
Buena ruta, y curioso lo de los nidos..., porque me has dicho que eran en una pared sino hubiese dicho que me parecían madrigueras de conejos, jejejeje.
Saludos Edu y vamos hablando.
Pues así es, son varias las especies que anidan en huecos en la pared hechos por ellos mismos, por ejemplo, el abejaruco, uno de los pájaros más bellos de este país, sin duda alguna.
ResponderEliminarLo cierto, es que para sacar esa media fui por la carretera auxiliar del canal, con lo cual, rodar de ese modo no es muy complicado...aunque es cierto que en muchos momentos hay que apretar algo, porque de otro modo es imposible.
En fin, que a ver si mañana me respeta el tiempo y puedo salir un poquito, que poco a poco vaya cogiendo la forma y el tono muscular...¡lo justo y necesario!
Un abrazo...Edu