De Albacete al Santuario de Cortes, ¡andando!

  

Buenos días.

¡Por fin! Esta era una pequeña deuda que teníamos mi mujer y yo...son muchas las rutas que hemos realizado andando, ya lo creo que sí, y claro está, como buenos albaceteños teníamos pendiente desde hace tiempo el cubrir a pie la ruta de Albacete al Santuario de Cortes. (No conozco a ningún paisano que no quiera ir al Santuario de Cortes andando y entre unas cosas y otras nunca se hace...jejeje).

 En fin, que después de un par de meses preparando la ruta, este pasado fin de semana, aprovechando San Isidro, hemos podido completar la ruta a la que tantas ganas teníamos de echar el diente.

 Ya saben vuesas mercedes que son muchas (pero que muchas) las veces que he ido (y vuelto) al Santuario de Cortes en BTT, pero todavía no había logrado encontrar el momento para poder completar esta ruta andando.

 

 Son unos 80 kilómetros, y para nosotros poder afrontar este tipo de rutas pensamos en dos tácticas: "divide y vencerás" por un lado, y por otro la de "entrenar-entrenar-entrenar-entrenar"...si mezclas las dos, es fácil que esta ruta puedas hacerla.

Dos días

Así que cumpliendo con las primera de las tácticas, el planteamiento fue dividir la ruta en dos etapas de 40 kilómetros, más o menos, de modo que haciendo noche en el camino pueda uno descansar debidamente entre jornadas, que viene muy bien, lo podemos asegurar.
 

Las distancias planteadas coinciden precisamente con la situación del Hotel Restautante La Paella, que está situado a unos 39 kilómetros. Se trata de un establecimiento que está realmente bien dispuesto, a un precio muy ajustado y que tiene unas instalaciones más que buenas para estos menesteres.

Primera Ruta

La primera jornada va desde Albacete hasta el hotel que os acabo de comentar, unos 39 kilómetros fáciles de hacer, de no ser por la interminable recta que al final, quiera uno o no, se hace pesada.

 

Hemos de tener en cuenta que esta es la vía verde, y discurre por el antiguo trazado del ferrocarril Baeza-Utiel, por lo que la línea recta es la predominante en el trazado siempre que los campos lo permiten.

Es recomendable no dejar para muy tarde la salida por razones obvias, con lo que nosotros decidimos que la mejor hora para salir es justo cuando acaban de poner las calles, tomar un necesario desayuno a base de churros, y empezar la marcha a eso de las siete y media.

Estamos en la primavera, en mayo, y como abril y marzo han sido lluviosos y ventosos, nos han dejado a mayo florido y hermoso. ¡Como está el campo! Esos mares de cereales, esos campos de amapolas, de flores amarillas, azules, los paraisos en flor con ese perfume tan especial, animales y más animales, insectos...todo se mueve, todo está vivo.

 En fin, que poco a poco va uno acumulando kilómetros, y lo mejor de todo, el no ir sólo, el ir con la mejor de las compañías hace que la ruta sea realmente inmejorable.

 

Existe un antiguo apeadero más o menos a mitad del camino, donde tras cruzar un puente nos encontraremos con un área de descanso (sin agua), en la que sí o sí, parará uno a respirar y a comer algo, que los kilómetros siempre suman cansancio.

 

 

Al cabo de unos pocos kilómetros más adelante, cruzaremos el trasvase Tajo-Segura hasta llegar a una zona de monte bajo donde existen algunas encinas de buen tamaño, pero como dije antes, estamos antes una recta interminable a la que no se le ve el final, y eso pesa...aunque ya se sabe, todo lo que empieza acaba, y esta recta no iba a ser menos.

 

Nos encontramos ahora con un pequeño puente aislado que cruza el pequeño valle del río Quejola (o Mirón, que aquí somos muy dados a dar varios nombres al mismo curso), e instalada en la parte superior del puente, podremos visitar precisamente la Virgen del Puente.

Aquí aprovechamos para volver a comer algo, pues quedan los kilómetros finales antes de llegar al final de la primera etapa.

A nuestra derecha quedará el pueblo de Balazote, a unos escasos dos kilómetros, pero nosotros seguiremos en dirección a la gasolinera, por la que cruzaremos y alcanzaremos de nuevo un antiguo apeadero. Seguiremos por unos campos de almendros hasta retomar de nuevo el trazado original de la vía y la que no abandonaremos hasta llegar al final de la ruta. Si tenéis dudas, os he dejado el trazado de la ruta en la parte inferior de la crónica.

El hotel quedará también a nuestra derecha y no podremos alcanzarlo directamente, sino que tendremos que avanzar unos cientos de metros hasta llegar a un paso sobre el río, que está realizado con un par de troncos que no presentan mayor dificultad.

Una vez que llegamos al hotel, nos tomaremos una cerveza bien fresca en la terraza, esto es obligatorio y no permite discursión, si no, no es ruta...jajajja

 Por cierto, otra cosa a tener en cuenta en el tema de logística, es que las mochilas con la ropa se pueden llevar el día de antes, y claro está, dejarlas allí, lo que hace que no tengamos que llevar un peso extra en nuestras mochilas de marcha. Otro punto a favor de este hotel.

 Segunda Ruta

 Para la segunda ruta decidimos que no íbamos a madrugar tanto, pues es necesario descansar y levantarse con un buen desayuno para tomar fuerzas. Así que a eso de las 8:30 empezamos de nuevo nuestra ruta.

 

 

Para mí, el tramo que va desde este punto hasta el pueblo El Jardín es el más bello del camino. Existe una importante masa boscosa en ambas márgenes del río y en el curso del mismo, que hacen del paisaje una auténtica postal, y en la que disfrutaremos a base de bien con la cantidad de árboles (y de nuevo flores) que nos podremos encontrar. En cuanto a los árboles hemos de decir que podremos ver fácilmente pinos carrascos, pinos piñoneros, encinas, quejigos, álamos blancos, álamos negros, fresnos, sahucos, espinos albar, sabinas, enebros...

 

 

Además, en este zona empezaremos a atravesar una serie de túneles en los que todavía no se ha practicado el alumbrado, y en los que necesitamos llevar al menos una pequeña linterna para poder ver por donde vamos pisando, y también muy importante, que nos vean, pues os aseguro que en al menos dos de ellos llegamos a un punto en los que la oscuridad es absoluta.

  

Finalizados los túneles sin alumbrado llegamos a El Jardín, lugar en el que pararemos de nuevo a reponer fuerzas, pues existe un bar y varias tiendas con productos típicos que te pueden sacar de un apuro. Y repuestas la fuerzas y el suministro de agua, reemprendemos la marcha hacia los pueblos de Los Chospes y EL Cubillo.  Por cierto, a esta altura existe un área de descanso con agua, por si no quieres acercarte al pueblo.

 

Aquí, el trazado de la vía mejora incluso algo más, nos ponen alumbrado en los túneles y además,  existe una división en el camino, una parte con una pequeña capa asfáltica y otra con un suelo compacto de áridos. A nosotros, particularmente, nos gusta mucho más el suelo blando (áridos), pues si la marcha es larga, al cabo de unos kilómetros se acaba notando si el suelo es muy duro.

 

En fin, que desde este punto en dirección hacia El Robledo, notaremos que el camino empieza a ascender, no mucho, pues se trata de una antigua vía ferroviaria, pero después de tantos y tantos kilómetros andando puede hacer que nos dejemos algunas calorías extra en la subida.

Antes de llegar de nuevo al cruce con la carretera nacional, y muy cerca de El Robledo, tenemos una nueva área de descanso con agua y a unos escasos 300 metros, otro restaurante, Venta Bonanza, en la que si uno lo necesita podrá reponer fuerzas y sobre todo, conseguir una cama para dormir si es que hemos decidido hacer otra noche más en el camino.

En nuestro caso, teníamos claro que íbamos a seguir, y como ya se iba haciendo algo tarde y el sol apretaba, tan sólo paramos en el área de descanso, repostamos agua a base de bien y continuamos sin más demora hacia el final del dichoso puerto, que de nuevo se hace interminable merced a la extraordinaria recta que coronará el dichoso puerto.

 A estas alturas ya íbamos cansados, la verdad, pero es en estos momentos cuando la cabeza tiene que mandar y el buen humor tiene que imperar, así que seguimos con nuestro transitar hacia las laderas de EL Horcajo, pequeño pueblo que se sitúa en las proximidades del Santuario, y que nos avisa de que el esfuerzo va llegando a su fin.

Aquí existen dos posibilidades, una es seguir por la vía verde, o bien, tomar una pista que va próxima a El Horcajo en la parte más baja del valle, opción por la que nos decantamos pues la hora se iba echando encima y era cuestión de acortar un poco la ruta.

Despues de algunos kilómetros por el valle, llegamos a un puente de la vía verde el cual debemos tomar, y que nos llevará a la subida final al Santuario de Cortes.

 

La subida es corta pero después de tantos kilómetros se "clava"...el cartel que anuncia los minutos que se tarda en subir es un poco pesimista, también hay que decirlo, pues dice que tardaremos nada menos que 45'...en un cuarto de hora se hace de sobra, y eso que íbamos cansados.

Y por fin, despues de 44,5 kilómetros, a las 19:10, llegamos a nuestro destino, el Santuario de Cortes, cansados, pero con una sonrisa de oreja a oreja.

 

 

El Santuario

El Santuario de Nuestra Señora de Cortes se encuentra situado al suroeste de la provincia de Albacete, a tan sólo 5 kilómetros de Alcaraz y en los inicios de la sierra a la que presta nombre.
 

Peñascosa, La Hoz, Solanilla, Canaleja y El Horcajo son algunos de los pequeños pueblos que también podemos encontrar alrededor del santuario, siempre a escasos kilómetros del enclave que hoy nos ocupa.

Este santuario es de singular importancia en la zona y en las romerías que se celebran los días 1 de mayo, 26 de agosto y 8 de septiembre, son innumerables los devotos que acuden desde toda la provincia de Albacete, desde las comarcas de Campo de Montiel y Calatrava en Ciudad Real, desde la Sierra de Segura y El Condado en Jaén y desde la Vega Alta del Segura en Murcia.

Pero, ¿de dónde procede esta devoción tan especial? Sin duda alguna tendremos que remontarnos a sus orígenes para poder entender esta tradición tan arraigada, pues la historia comienza nada menos que a principios del siglo XIII. La sucesión de hechos es la siguiente:

1210: En el Castillo de la Atalaya, a unos 5 kilómetros de Alcaraz y muy próximo al emplazamiento del actual Santuario, se celebran las primeras Cortes de los reinos cristianos con el objetivo de preparar las próximas batallas cruciales en la reconquista, entre ellas la de las Navas de Tolosa en 1212, dándose cita Alfonso VIII de Castilla, Sancho VII de Navarra y Pedro II de Aragón.

1º de mayo de 1213: Alcaraz es conquistada por Alfonso VIII

1º de mayo de 1222: Aparición de la virgen. El pastor Francisco Álvarez, natural de Solanilla, tiene una visión de la Virgen dentro del tronco de una encina, en las proximidades del Castillo de la Atalaya. Durante la aparición, ella le revela que se debe levantar un templo donde se obrarían toda clase de prodigios y le muestra el emplazamiento del mismo. Parece ser que Francisco Álvarez tenía un brazo inmóvil desde su más tierna infancia, y éste fue curado para que fuera creído; de este modo fue que los Alcarazeños construyeron el santuario, y la virgen recibió el nombre de la Virgen de la Atalaya. En el inicio del santuario la primera imagen de la Virgen fue una pieza de talla tardo románica, de la que desgraciadamente no quedan restos actualmente; hoy por hoy la virgen es una pieza de vestir, es decir, una especie de maniquí de la que tan sólo se pueden ver manos y caras, pues el resto son mantos bordados.

1265: En este año se producen las segundas Cortes entre el reino de Castilla y el de Aragón en Alcaraz, Alfonso X El Sabio por un lado y Jaime I de Aragón por otro. Dada la proximidad de Alcaraz a la Virgen de la Atalaya, ambos monarcas acudieron innumerables veces a pedir su intercesión y ayuda. Así es como con el trascurso del tiempo este lugar pasó a denominarse Virgen de Cortes. Ambos reyes decidieron aportar fondos para la ampliación de la iglesia existente, la construcción de una hospedería así como una serie de privilegios y donaciones. En los años sucesivos fue siendo ampliando y cedido hasta 1835 a la Orden de la Santísima Trinidad y Redención de Cautivos de los frailes Trinitarios, año en el que fueron exclaustrados.

En cuanto a las romerías tenemos que destacar sin duda alguna la que se produce el día 8 de septiembre, día clave para gran parte de las celebraciones marianas. En estas fechas son innumerables las personas que acuden al Santuario en romería, destacando los que desde Albacete cubren los 83 kilómetros en dos jornadas.

Fotos y rutas 

 Aquí os dejo la ruta, cuando accedais a ella, podréis ver que se compone de dos tramos:

Y como no, ¡las fotos! en este enlace podréis encontrar 165 fotos del camino, ¡unas cuantas!

Un abrazo y simplemente deciros que no lo dudéis si es que alguna vez habéis pensado en hacer esta ruta, hay que animarse y hacerla.

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