Estirando piernas con "Tsunami Andrés"

¡Hola amigos! Si me descuido..., ni tiempo tengo de publicar la crónica de la ruta del Sábado. Fue una ruta tranquila, rutera y rodadora..., pero que, aún así, dio mucho de sí, en cuanto a conversación, kilómetros y almuerzo.

Quedé con Andrés este pasado Sábado a las 08h.30' en el inicio de la Vía Verde para hacer algo tranquilo, como ya os he dicho. La idea era ir hacia la zona de las Labores del Acequión y desde aquí, ya Andrés tomaría la ruta para hacer algo diferente.

Llegamos a la primera Finca que hay en la Vía Verde antes de atravesar la carretera de Barrax y aquí en lugar de ir hacia las Labores del Acequión hicimos un giro a la izquierda para ver una finca deshabitada, abandonada u olvidada..., ¡nunca se sabe! Una finca que ya alguna vez hemos visto y que es curiosa, sobre todo por la inscripción sobre baldosa de cerámica que hay en lo alto de su puerta principal...., algo sobre los valencianos y la gente de Valencia.

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La mañana se presentaba fría y con algo de viento que nos daba o nos venía por el Oeste, por esa razón habíamos elegido esta ruta.

La idea es que a la vuelta, como siempre hacemos, el viento nos ayudase dándonos en la espalda, sin embargo comprobamos que no había demasiado viento y que el frío de la mañana se tornaba en una buena temperatura.

Desde esta finca salía una pista con bastante buen firme que nos llevaría hasta la zona de la Finca Casa del Monte, pero aún nos faltaban unos cuantos kilómetros.

Antes de iniciar la marcha vimos justo en frente de esta finca, otra casa, aldea, finca...., que también estaba abandonada y que sin embargo, tiempo atrás seguro que fue una casa bastante poblada pues las portadas eran grandes y tras éstas, se adivinaba un camino que llevaba directamente a la casa...

Hicimos unas cuantas fotos más y ya nos dispusimos a seguir con la ruta..., la idea era estar más o menos, sobre las 11h.00' ya sentados y almorzando.

Pues dicho y hecho, en unos cuantos kilómetros nos pusimos en la Finca Casa del Monte y desde aquí, la rodeamos para ir hacia el abandonado Campo de Golf.

Nos metimos por una zona de Monte Bajo y pinos y lo cierto, es que estuvimos a punto de seguir con la ruta por esta zona, porque alguna vez que ya la hemos hecho, ha sido una verdadera maravilla ciclar por esta zona de pinos y matojos bajos.

Sin embargo la hora nos pedía el regreso para darle gusto al estómago y decidimos dejar estos pinos y estos montes bajos para otro día.

De aquí, Andrés tomó las riendas hasta salir cerca de la Carretera para llegar  en un santiamén a la Venta del Quijote, donde Claudio, el propietario nos esperaba con algunos manjares de la zona y los que, desde luego, no pudimos decir que no.

La Venta del Quijote..., la verdad es que tiene una buena entrada para el aparcamiento de los coches y ciertos vericuetos en los que dejar las bicis a buen recaudo para que no desaparezca por indicación de los enemigos de lo ajeno.

Tiene una terraza al aire libre y por supuesto, una bar restaurante cubierto para desayunos, almuerzos, comidas, cenas y demás menesteres.

Nosotros nos tomamos una cañitas con un plato de tajás, un medio bocadillo de panceta, tomate y mahonesa, vino y casera, bizcocho regado con aní seco (buenísimo), carajillos quemados de ron de tres colores y ...., chupitejos de la alegría para celebrar que habíamos llegado con todos los dientes.

La ruta pretendía hacer una tirada de unos 35 kms. o como mucho, 40 kms., pero lo cierto es que nos fue a unos cuantos kilómetros más. En cuanto al compañero de penas, ya le conocéis, buena persona y mejor ciclista que se adapta a todo y a todos. Saludos Andrés.

Os dejo los datos técnicos de la ruta:

Tiempo efectivo de pedaleo, 02h.36'47"
Distancia recorrida, 51 kms. (Andrés llegaría casi a los 55 kms)
Velocidad Media, 19'400 Kms/hora
Velocidad Máxima Alcanzada, 30'5 Kms/hora.

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