Lagunas de Ruidera
Laguna Batana, Blanca, Cenagosa, Coladilla, Conceja, Cueva Morenilla, Colgada, Lengua, Embalse de Peñarroya, Redondilla, del Rey, Salvadora, San Pedro, Santos Morcillo, Taza, Tinaja y Tomilla…16 lagunas distribuidas a lo largo de unos 35 kilómetros, desde los 870 metros de altura hasta los 730.
16 masas de agua, unas mayores, otras más pequeñas, casi todas de color esmeralda. Todas las lagunas están conectadas entre sí a través de pequeñas cascadas por un lado, y vía subterránea por otro. A su vez, todos los acuiferos de la zona van aportando agua y más agua a lo largo de todo el año, con lo cual cuando existe una época de pluviometría importante, las lagunas pueden tardar en llenarse unas cuantas semanas, e incluso, en épocas de estío podemos encontrar lagunas del punto medio totalmente vacías, y sin embargo, las de punto inicial con caudal.
Hace ya tiempo que le debíamos una buena crónica a este paraje tan singular, porque aunque parezca mentira, cuando uno toma aquella dirección no se puede imaginar que en medio de aquellos campos pueda existir semejante paraje.
No fue casualidad que Don Quijote se prendara de la cueva de Montesinos, ni que el romance de Rochafrida entre la princesa Rosaflorida y el conde de Montesinos tuviera lugar en aquellas tierras…no, no fue casualidad.
Dónde
Y es que, entre las provincias de Albacete y Ciudad Real se encuentra uno de los complejos lagunares más espectaculares de este querido país. 10 en Albacete y 6 en Ciudad Real…que más da, como si el agua entendiera de fronteras y de provincias…son las Lagunas, 16, y basta con eso.
Cómo se distribuyen
Más nos vale entender cómo se han distribuido las aguas que por allí corren, pues el complejo es “complejo”, valga la redundancia, y saber como las aguas han corrido a lo largo de los siglos nos va a facilitar la visita, que no hay nada como entender para saber apreciar.
Los cauces de agua por un lado, y las aguas subterráneas por otro han ido modelando una estructura hídrica única e irrepetible; el río Pinilla empieza allá por Viveros, en el paraje llamado Fuente del Ojuelo, y es el precursor de todo este enredo lagunar, que no en vano es llamado también “Guadiana Viejo”.
La primera de las lagunas, la Blanca, nace de este pequeño curso de agua, y aunque es la más separada de todas, ya nos anuncia lo que nos espera unos kilómetros más adelante. Pequeños arroyos van acudiendo a la llamada, y donde sin que lo podamos ver, unas cuantas corrientes subterráneas van aportando su granito de arena. Los campos que van desde El Bonillo, Viveros y Ossa de Montiel también toman esos derroteros, el agua se infiltra, desaparece…hasta que emerge y de qué manera.
De Blanca iremos a Conceja y a Tomilla, hasta que un poco más adelante nos unimos a otro arroyo, el Alarconcillo, dando lugar a la de San Pedro. Juntos los dos pasan a formar la Redondilla, la Lengua, Salvadora, Santos Morcillo, Batana, Colgada, Rey, Morenilla, Coladilla y Cenagosa…de regalo el embalse de Peñarroya que en su momento también lo fue, hasta que pusieron un …16 en total, no las cuenten que ahí las tienen.
Para ir de una a otra laguna tenemos una carretera que siempre circula a su lado, la AB-650, y si queremos visitar la de San Pedro tendremos que tomar la C-30. No tiene pérdida, siempre en el margen derecho del cauce y además, con muchas zonas donde poder aparcar nuestro vehículo para la visita a la laguna que nos toque.
Origen
Siempre que uno llega a estos sitios se pregunta por la edad que tendrá el lugar, pero para poder entenderlo mejor debemos hablar en primer lugar de cómo se han formado estas lagunas.
Cuando una correntía de agua se infiltra por proceder normalmente de un aporte de lluvia, suele tener una concentración baja de CO2, con lo cual, al traspasar la tierra, las rocas y los vegetales que entran en contacto con ella hacen que se vaya cargando del mismo, con la particularidad de que es capaz de disolver las rocas calcáreas desde ese momento.
El agua se carga de iones de carbonato y de calcio, y cuando el agua surge de nuevo a la superficie a través de una cascada, un arroyo o de alguna forma similar, y debido a las turbulencias por un lado o a la acción biológica de las plantas en la fotosíntesis al utilizar de nuevo el CO2 por otro, el agua de desgasifica; esos pequeños cristales se depositan sobre la materia vegetal: pequeñas ramas, musgos, tallos, caracoles…todo, absolutamente todo se ve impregnado dando lugar a unas rocas 100% porosas, las famosas tobas.
Sabiendo esto, el datar las lagunas se resume en buscar la fecha en la que cada uno de los travertinos fue apareciendo, teniendo en cuenta que pueden transcurrir unos cuantos años entre la aparición de unas en el curso bajo, las más antiguas, y otras en el curso alto, las más modernas. Nos encontramos, pues, que las más antiguas puede tener del orden de los 234.000 años (Rey, Batana) hasta los 10.000 años (Tinaja, Salvadora). Si lo que quieres es saber más sobre este tema, te recomiendo este artículo.
Los Sitios, los lugares
Y dicho esto, estoy seguro que ahora lo que más nos está apeteciendo es preparar una buena ruta, y en esta ocasión y dado que se trata de un parque natural, creo que es conveniente dejaros en las manos de la web del propio parque y como no, su red de senderos perfectamente señalizados.
Eso sí, yo no me iría sin visitar al menos tres lagunas, a saber, la Redondilla, la Lengua y su unión con la Salvadora…estoy seguro que otras personas tendrán otras preferencias, pero para gustos, colores.
¿Y por qué? Pues porque el color del agua en estas tres lagunas es el más característico, un especie de color azul (o verde) turquesa absolutamente delicioso…eso sí, depende del día y de la luz del momento, no crean ustedes.
Tampoco dejaría de visitar la cueva de Montesinos, no por que sea una gran cueva, sino porque allí Don Qujiote escribió unas cuentas páginas maravillosas. SI eres romántico las piedras sueltas del castillo de Rochafrida seguro que te sugieren algo, sin duda alguna.
De todos modos, cada uno de los rincones de este paraje merece la pena ser visitado, y no creo que una guía de viaje sea lo más adecuado cuando podemos visitar todas y cada una de las lagunas.
Otro punto fuerte de este parque es sin duda alguna su riqueza vegetal y animal, no sólo nos encontramos con un bosque mediterráneo de interior, sino que además existe un impresionante abanico de especies vegetales de ribera. En la fauna destacan las aves acuáticas como garzas, patos, fochas, pollas de agua; las de presa: aguilas reales y perdiceras, buhos reales; y otras como las avutardas, los arrendajos y no sé cuántas más. En el agua nos encontramos con barbos, carpas y algún que otro lucio; cerca de ella veremos tritones, sapos, ranas, lagartijas de Valverde, lagartos ocelados y galápagos. Por la tierra podremos ver (o intuir) gatos monteses, zorros, jabalíes, alguna que otra nutria, musarañas, erizos y como no, conejos, muchos conejos.
Y como no me voy a acordar, llegados a este punto, de mis amigos Mariano y Juani, dos excepcionales personas donde las haya, auténticos apasionados de las lagunas y a las que acuden siempre que pueden para dejarse llevar unos cuantos días: siempre han pensado que es uno de los paisajes más bonitos de la provincia...¡y llevan mucha razón!
Un abrazo...Edu
Bueno, bueno..., menuda información e identificación de todas y cada una de las diferentes lagunas.
ResponderEliminarVeo que lo pasaseis en grande, además con paseo, que es como mejor se conocen las cosas.
143 fotos, ahi6es nada. Muy buena crónica, como siempre.
Saludos Edu.
En estas rutas lo mejor es la compañía, sin duda alguna.
ResponderEliminarPasear por allí es un placer para todos los sentidos, y la pena, es que todavía no hemos hecho ruta en BTT por allí. Tiempo al tiempo, que antes o después la tenemos que hacer.
La historia de las lagunas es apasionante en todos los sentidos, sin duda alguna. La pena es que las crónicas tampoco pueden ser tan extensas como uno quiere. Vendrán más...ja ja ja
Nos vemos este viernes.
Un abrazo...Edu