Lagunas y aldeas que ya no están
En las proximidades de la laguna (extinta) del Acequión hay una gran cantidad de aldeas deshabitadas, muchas de ellas totalmente en ruinas, y que merecen nuestra curiosidad pues hasta bien entrada la década de los 60, en el siglo pasado, han estado habitadas y bien conservadas.
Es difícil encontrar referencias sobre las aldeas de Casa Capitán, Casa Caballos de arriba y de abajo. Supongo que el guionista de “Puente Viejo” aquí se tendría que morir de aburrimiento, pero aún así, siempre hay algo que contar, algo que ver…
Repito que en la actualidad tan sólo son unas aldeas deshabitadas muy próximas a Albacete; y no quiero utilizar el término abandonadas, estoy seguro de que como casi todo en esta vida, existe un dueño y aunque el tiempo las está reintegrando al suelo, que es de donde vinieron, seguro que todavía están vivas en la memoria de muchas personas.
Referencias
Acequión años 1970 |
Y es que no podemos olvidar que la confluencia de los ríos Lezuza y Jardín (también llamado Balazote, Doncel y Canal de la Lobera, ahí es nada) en esta zona, creo un complejo sistema lagunar, que tan sólo a finales del siglo XIX parece que tuvo su fin. La siguiente imagen os muestra la posible distribución de las distintas masas de agua que rodeaban la llanura albacetense.
Es destacable la laguna de Algibarro, tan sólo visible en años de gran pluviometría y que este servidos a tenido la suerte de verla hace ya algunos años.
En esta ruta queremos mostraros los restos de las acequias, algunas de origen bajo medieval, así como los restos de muros de contención de algunas de ellas, que evidentemente sirvieron para estabilizar un caudal mínimo de riego en todo el complejo de canales que se estableció en su momento. También hemos podido encontrar un aljibe (y son varios los que hay por la zona) que era llenado con el agua procedente de alguna de estas acequias.
Lamentablemente hoy queda bien poco, por un lado como bien hemos dicho antes, el tiempo se encarga de devolver todo a su estado natural, y por otro, no son tierras que se puedan aprovechar para otros cultivos que no sean cereales.
En la obra de D. Daniel Sánchez Ortega, “Los llanos de Albacete: la tierra y el hombre. Un proceso histórico de realización humana. Su incidencia sobre el medio natural.” se nos explica como y donde se hallaban estas lagunas, y de sus investigaciones se desprende el origen del entramado de las acequias que existían así como la construcción de los muros de contención. Casa Caballos y Casa Capitán forman parte de este entramado que hoy nos hemos propuesto visitar.
Para los más curiosos: ¿saben que el padrón en 1895 era de 60 personas en Casa Capitán y de 251 en el entorno? Esto nos da una idea de que había una pequeña población, constante y perfectamente asentada en todas estas tierras, que vivía de la agricultura (principalmente cereales) así como seguramente del ganado ovino.
La ruta
Así que la ruta del pasado Domingo 14 de abril prometía una buena ración de fotos, de paradas en aldeas y de visitas a los recuerdos de muchas personas que allí vivieron. Nada menos que Andrés, Coronado y yo mismo quedamos a eso de las ocho en el inicio de la vía verde, con la vista puesta en la laguna del Acequión, primera (y obligatoria) parada de nuestro itinerario.
Aquí os muestro uno de los muros de contención del recinto, así como una de las diversas acequias que nacen del propio muro. La primera que os muestro en esta foto parece algo más moderna, mientras que la segunda, llega a una antigua casa en ruinas donde nos encontramos un algibe enorme, y que se alimentaba precisamente de esta segunda acequia.
Desde aquí pusimos rumbo hacia la aldea de la "Degollada", cada día más ruinosa y en la que pronto, muy pronto, no va a quedar nada en pie. Poco os vamos a contar de este lugar, uno de nuestros sitios preferidos cuando la ruta es cercana a la ciudad. Antes de llegar, tuve un pinchazo el cual reparamos en muy poco tiempo, pero que nos condicionó algo el resto de la ruta.
A continuación visitamos Casa Caballos de Arriba, a escasos kilómetros de la anterior, y en donde se puede comprobar como en su momento tuvo que existir una gran laguna y en la que, sin embargo, no pudimos localizar obras hidráulicas a su alrededor. Daba igual, la sorpresa estaba por llegar dentro de una de las casas, cambiamos el casco por el salacot y nos adentramos para conocer el patio central...nuestra sorpresa fue el
encontrar un palomar en toda la primera planta de un edificio derruido, una enorme pila de piedra en el patio central, cercana al pozo y al horno para cocer pan. Creo que las instantáneas hablan por sí solas.
encontrar un palomar en toda la primera planta de un edificio derruido, una enorme pila de piedra en el patio central, cercana al pozo y al horno para cocer pan. Creo que las instantáneas hablan por sí solas.
Terminada la visita nuestro siguiente objetivo estaba en Casa Capitán, a la que llegamos en unos quince minutos dando un pequeño rodeo en dirección a la finca de "Las Tiesas". El regadío nos hizo una de las suyas y nos pusimos bien de barro, ¡que se le va a hacer! En cualquier caso, merece la pena alargar la ruta tal y como lo hizo Coronado (que era quien la llevaba) pues de eso modo la carga de kilómetros aumenta algo y además permite seguir viendo más y más aldeas deshabitadas antes de llegar a nuestra última visita.
Casa Capitán
En Casa Capitán existe un gran puerta que da lugar a un patio central, pero esta vez he de decir que aunque no se encuentra en estado óptimo, algunos de los edificios del patio central están en perfecto estado, con lo cual y respetando el derecho a la intimidad...simplemente vimos algún esbozo del patio y nos fuimos por donde habíamos venido...y con la alegría de ver que no todo tiene porque estar en estado ruinoso.
Ahora estaba claro nuestro siguiente punto en el orden del día: El rincón del abuelo en La Gineta, donde dimos cuenta de unos buenos bocadillos de carnes a la brasa...Aquí apretamos algo más el paso, no sé si sería el hambre, las ganas de comer o ambas a la vez, pero la cuestión es que la velocidad no bajaba de los 25 km/h cuando no pasaba fácilmente de los 30 km/h. La cuestión es que llegamos con buena hora al lugar mencionado.
Por cierto, es en La Gineta donde tiré mi cámara, en un contenedor de basura. No me costó nada, ni pasó nada raro. Simplemente dejo este mensaje para aquellos que cuando pinchan tiran la cámara en medio del campo...¡es muy fácil hacer las cosas bien!
La vuelta
Para la vuelta decidimos que lo mejor era lavar primero las bicicletas, pues llevábamos una buena carga de barro, y además dado que íbamos a tomar la vía auxiliar de la autovía, al inicio de esta en La Gineta hay una gasolinera donde se le puede dar un "manguerazo" a las bicicletas.
La vuelta, como ya os imagináis, fue fácil, con buena marcha y con alegría en el cuerpo después del almuerzo. En fin, que acabamos llegando a Albacete con una carga a los 70 kilómetros y con parada en La Oficina, donde dimos cuenta de una buena cerveza...¡que nos la habíamos ganado!
Poco más os puedo contar, aquí os dejo el enlace a todas las fotos y un mapa de situación de las aldeas.
Un abrazo...Edu
Como siempre Edu, muy buena crónica, muy bien contada con muchos datos y fotografías de interés, no sólo las fotos que nosotros hacemos, sino las de archivo, las antiguas, las de blanco y negro..., que nos dejan ver como eran antaño los lugares por los que ahora ciclamos.
ResponderEliminarFue un gran día de bici, con una ruta sin complicaciones y con una carga de kilómetros, la verdad.... es que aceptable. Esta ruta y otras muchas que hay cerca de la zona de Barrax, son rutas que tendremos que empezar a mirar y a hacer.
En cuanto al almuerzo..., bueno...., no estuvo a la altura y a decir verdad..., no tenían de nada. Le empieza a pasar lo que a tantos y tantos bares, que tienen bajones, por eso es bueno tener otros en la recámara. Los bares como tantos otros negocios, al final, se creen que ya está todo hecho y, en hostelería o mimas a los clientes y reinventas el negocio o..., te quedas sin nada. Le pasó a Los Cañetes de Pozocañada, le pasó a La Trilla de Motilleja, le pasó al Desván de Chinchilla y desde luego el Rincón del Abuelo no iba a ser la excepción.
Diviértete en La Roda y nos vemos a tu regreso.
Pues sí, las fotos lo dicen todo sobre la laguna del avequión, llena de agua y hasta con barca, ahí es nada. Ya sabemos que es irrecuperable pero al menos debemos recordarlo.
EliminarLa ruta fue buena, eso sí, con muchas paradas pero así lo requería el día.
En cuanto a lo de los bares, que vamos a decir. Lo.cierto es que algunos se recuperan muy bien, como el caso de Los Cañetes, pero otros no tanto. Para la próxima tendremos que pensarlo un poco más.
Un abrazo...Edu