Buenos días.
La reflexión
Si hace unos días la tormenta Gloria hizo de las suyas a lo ancho y largo del sureste y levante peninsular, este fin de semana también ha sido pasado por agua merced a una nueva borrasca que apareció por el suroeste y que nos ha vuelto a dejar unos cuantos litros por estos campos que tan necesitados estaban.
Lo cierto es que el viernes y sábado unas cuantas nubes descargaron agua y pensamos seriamente que iba a ser difícil hacer nada el fin de semana con semejante panorama: no fue así, el domingo logramos hacer una buena ruta, aunque no la que inicialmente habíamos pensado, pues las nubes y las cortinas de agua que se veían en el horizonte (justo en la dirección que habíamos trazado), nos hicieron rectificar la ruta, ¡y vaya que si acertamos!
Lo cierto es que teníamos prevista una ruta hasta los montes de Mompichel, siempre por la vía de servicio de la autovía o del AVE para evitar barros, pero claro, al encontrarnos Coronado y éste que suscribe a eso de las ocho de la mañana (y para más inri, ambos acatarrados), pensamos que lo mejor era cambiar de dirección hacia donde se veía algún claro, y en este caso la ganadora fue la zona de Pozo-Cañada...nos acordamos de que hacía tiempo que no íbamos por Los Cañetes y eso terminó de convencernos.
Con el tiempo vamos aprendiendo que es bueno reflexionar y que tomar las decisiones con la "testiculina" que nos sobra del día anterior no es la mejor de las opciones; cambiar lo previsto puede significar la diferencia entre un día horroroso y un día maravilloso, sólo hace falta tener algo de sentido común y creo que es lo que aplicamos ayer el amigo Coronado y yo.
Con algo de frío y viento de espaldas pusimos rumbo a la zona del cordel de Chinchilla, que dicho sea de paso ya alberga las señalización y "arbolización" del recorrido de la vía Ciclopecuaria de Albacete, un circuito de unos 78 kilómetros a las afueras de la ciudad que esperamos poder mostraros en breve.
Alcanzamos la vía de servicio de la autovía, alternativa que no dejamos prácticamente en toda la mañana, pues lo cierto es que se veían todos los caminos con gran cantidad de agua y con un terreno bastante blando.
Antes de llegar a Pozo-Cañada existen unos campos en cuya parte central, a veces, se suelen ver pequeñas láminas de agua que se unen de un campo a otro bien por la parte superficial, bien por debajo de la tierra, de modo que son varios cientos de metros los que ocupan estas superficies húmedas, y que ayer, después de mucho tiempo, pudimos ver incluso con un buen grupo de aves acuáticas.
Para llegar al pueblo pensamos que dado que llevábamos buena hora, lo mejor era tomar algún camino más para poder alargar la ruta, y decidimos tomar camino de Aldea Nueva...¡no para llegar hasta ella! Sino para tomar el camino que viniendo desde esa aldea llega hasta Pozo-Cañada.
Como podéis ver en las fotos la cantidad de láminas de agua que pudimos ver ayer fue increíble, ya era hora de poder ver estos campos con esa cantidad de líquido elemento en la superficie.
Los Cañetes
Al llegar al restaurante de Los Cañetes decidimos que lo mejor era poner las bicicletas con un par de candados y a la vista de donde nos sentáramos; para ello tuvimos que cambiar el sentido de unas cortinas de lamas. Antes de hacerlo y como es costumbre en nosotros preguntamos a una mesa que estaba por delante de nosotros que si les molestaba que cambiáramos el sentido a la cortina, a lo que estas personas no sólo nos dijeron que podíamos hacerlo, sino que además nos ofrecían su sitio pues se marcharían en breve...por supuesto, nos quedamos en nuestra mesa pues tampoco es cuestión de ir levantando a nadie...creo que da una idea de la educación de los que estábamos en ese momento.
Buen almuerzo, como siempre que hemos venido a este restaurante y lo mejor, sin duda alguna, nos lo tenía reservado el postre, pues tomando los cafés entró un grupo de ciclistas de carretera, algo más ruidosos que lo que allí estábamos, y uno de los elementos de dicho grupo procedió a desplazar la cortina desde la que nosotros vigilábamos nuestra bicicleta ¡él tenía que vigilar la suya! Y sí, se dio cuenta de lo que hacía, no fue un despiste pues la dejó al lado de la nuestra y nosotros éramos los únicos ciclistas en aquel momento. Ya saben, «Quod natura non dat, Salmantica non præstat», o lo que es lo mismo, que «quién bruto entra, burro se ausenta».
El viento soplaba algo de cara, pero como íbamos tranquilos tampoco nos dio una gran paliza, si lo destaco es porque la sensación térmica a la vuelta era realmente baja, y lo cierto es que pasamos algo de frío, pero bueno, ya se sabe como funciona esto, estamos en invierno y lo contrario sería contraproducente...je je je
Cubrimos unos 62 kilómetros de ruta, distancia que no tiene nada que ver con los 90 kilómetros que nos esperaban camino de Mompichel, pero menos mal que decidimos hacer el cambio pues desde la zona donde nosotros circulábamos, pudimos ver como algunas cortinas de agua hicieron acto de presencia precisamente por esos montes.
Finalmente nos tomamos las cañas de "la hidratacion", por supuesto, que en este grupo es una gran preocupación la que tenemos por este tema...ja ja ja
Un saludo...Edu
Pues menos mal que cambiamos la ruta y no fuimos hacia el Villar de Chinchilla, pues agua caía, ya lo creo. No obstante, la mañana estaba fría, bastante fría y además luego, el viento nos pego de cara no con mucha fuerza, pero sí con frío..., la sensación térmica la bajo un par de grados seguro.
ResponderEliminarEs increíble la cantidad de aguan que tuvo que caer por la zona de Pozocañada, pues los charcos y mini lagunas a lo largo del camino, así lo atestiguaban y por supuesto, las fotos, que mirases para donde mirases, se podía fotografías una laguna de agua con barro y demás lindezas que tanto nos gustan a los ciclistas.
En cuanto al grupo de ciclistas, pues..., que me dieron ganas de levantarme y decirles cuatro cosas..., bueno al grupo no, al cenutrio que corrió las cortinas sin preguntar...., claro que aquí lo que importa es lo de cada uno y lo de los demás..., pues eso...., que no tiene valor.
Por lo demás, una buena ruta con fondo, viento y frío y el resultado de esta ruta es que si ya estaba tocado el Sábado y algo más el Domingo, a día de hoy, Martes, estoy que no me tengo, con catarro y la garganta inflamada.
Buena ruta, buen almuerzo y buena compañía, espero que a Pedro Lara y a su hermano la ruta les fuese propicia. Menos mal que no nos fuimos al Villar.
Saludos Edu.
Pues se ve que lo del catarro y la garganta inflamada es muy contagioso...jajajajaja
EliminarEn fin, que menos mal que cambiamos la ruta porque lo que nos hubiera faltado es habernos mojado, ¡con el pellazo que llevábamos!
He de reconocer que me gustó mucho el poder ver tanta agua por el camino, que también es muy necesario que caiga agua, y si hay barro...pues vía de servicio, que tampoco pasa nada.
En cuanto al fin de semana, me da que sólo voy a salir el domingo, quiero reservarme lo máximo posible y no me gustaría que el catarro me durara más de lo imprescindible, así que el sábado descansaré a base de bien, que también es necesario...ja ja ja
Hablamos para el fin de semana.
Saludos...Edu