Ya iba tocando una crónica en la que hacer un repaso fotográfico de los castillos del Loira, en la cual poder reunir cuatro de las joyas arquitectónicas que más visitas reciben, y no precisamente por casualidad.
Castillo de Amboise
Nos encontramos en una población importante para la historia del renacimiento, pues aquí vivió los tres últimos años de su vida nada menos que Leonardo Da Vinci, precisamente en la mansión Clos Lucé, dentro del casco de la ciudad.
¿Por qué eligió esta ciudad? Pues en esta ciudad es donde creció Francisco I de Francia, más concretamente en el castillo real que domina toda la ciudad. Este rey fue un auténtico mecenas de las artes y el Renacimiento le debe mucho precisamente a su figura; tanto es así que no es de extrañar que el mismo Leornardo Da Vinci eligiera esta ciudad.
Con este pequeño marco histórico ya podemos hacernos una idea de que esta ciudad siempre ha tenido un papel relevante, y claro está, que uno de los castillos más emblemáticos del Loira se sitúe aquí.
El castillo es imponente, sin duda alguna. El exterior se haya rodeado de una muralla extraordinariamente alta, haciendo que el bastión fuera inexpugnable. Hemos de tener en cuenta que esta zona denominamos "Chateau" tanto a los castillos como a los palacios, siendo los pertenecientes al bajo medievo los que tenían una misión realmente defensiva, y los que a partir del renacimiento se convierten en extraordinarias mansiones-palacios de campo.
Merece la pena el visitar la parte alta del lienzo de la muralla para poder disfrutar de las vistas sobre Amboise y el río Loira. Una vez dentro de los aposentos reales, iremos disfrutando de una serie de habitaciones contiguas que nos cuentan como vivieron los distintos reyes que tuvieron la suerte de morar allí.
Evidentemente. si tenemos tiempo al finalizar la visitar al castillo, podemos ir hacia Clos Lucé que está a unos centenares de metros, donde visitaremos la mansión de Leonardo Da Vinci.
Castillo de Chambord
El castillo de Chambord puede ser uno de los más dignos representantes de la arquitectura renacentista francesa: una mezcla muy característica de estructuras clásicas italianas con el medievo francés.
Es grande, muy grande, muy muy grande...y tan sólo fue un pabellón de caza...eso dicen, aunque parece ser que además sirvió para deslumbrar al resto de monarquías europeas y de ese modo demostrar el poderío de la corona...cosas de Francisco I.
20 años fueron necesarios para la construcción de este castillo...palacio más bien...se piensa que parte del diseño estuvo supervisado por el propio Leonardo da Vinci, al menos en la cúpula y la escalera de doble hélice, pero el diseño original es de Domenico da Cortona, no lo dejemos en el tintero.
En unas dimensiones tan grandes es lógico pensar en que todo va a ser abultado: 84 escalera, 365 chimeneas, 442 habitaciones y ocho descomunales torres forman parte del conjunto...y digo conjunto porque el castillo posee su propia ría y su propio bosque de algo más de 50 km²
El «castillo de las damas», un pequeño residencial renacentista del siglo XVI construido encima del río Cher...casi nada.
Creo que en términos paisajísticos este castillo es la cumbre de toda la colección que hoy presentamos, pero quizá lo que más me ha llamado la atención de este castillo es sin duda que la historia de este emplazamiento la hayan protagonizado mujeres, a saber: Katherine Briçonnet la encargada de la dirección de las obras; Diana de Poitiers, amante de Enrique II, a quien regala el castillo; Catalina de Médicis, la esposa de Enrique II, quien la despoja y lo recupera como residencia real; Luisa de Lorena-Vaudémont, esposa de Enrique III y también insigne huesped de estas paredes; Louise Dupin, la perfecta anfitriona de Voltaire, Rousseau, Montesquieu...y así un larga lista de mujeres que de un modo u otro, marcaron el aspecto que hoy tiene este castillo.
Y otra historia que tampoco me pasó desapercibida: durante la Segunda Guerra Mundial la separación entre la Francia ocupada y la nazi pasaba precisamente por ese punto, quedando el castillo en la zona alemana...supongo que las largas galerías que unen ambas orillas que hoy nos regalan unas vistas excepcionales han sido testigos de huidas, de reencuentros, de traiciones y seguro, seguro, de muchas más lagrimas de las que nos podamos imaginar.
Sin duda alguna es el castillo más bello de los cuatro, su concepción por encima del cauce del río y la integración que hace con éste, hacen del lugar otra de los puntos imprescindibles que no nos podemos perder de ninguna de las maneras.
Castillo de Cherverny
Si eres aficionado a Tintín, este es tu castillo. Herge lo rebautizó como el Castillo de Moulisart y allí fijó la residencia del capitán Haddock...no es de extrañar que nada más llegar a la entrada principal del castillo todo nos parezca tan familiar.
Lo cierto es que más allá de los recuerdos que nos puedan evocar aquellas paredes, la visita al castillo merece la pena tanto por sus estancias como por los jardines que lo rodean. No se tarda demasiado en recorrer la parte que está abierta al público, y nos dará una idea bastante aproximada del lujo que por allí se gastaban unos cuantos (los que podían, claro está).
En fin, que aquí os dejo el enlace a todas las fotos y el mapa con los puntos de situación.
Saludos...Edu
Pues si que te has pegado un buen tiempo subiendo fotos de castillos, los últimos de Loira. Menudas vacaciones te pegaste este verano pasado, vacacione que, por otro lado, siempre son merecidas y bienvenidas, ya lo creo que sí.
ResponderEliminarEs curioso, viendo los castillos de esa zona y comparándolo con todos los que yo he visto en Segovia en el último viaje, hay que decir que nada tiene que ver los unos con los otros, en cuanto a la arquitectura se refiere. También es cierto que estamos hablando de mucha diferencia en años.
Muy buena crónica, muy ilustrativa.
Saludos Edu.
El "chateau" francés engloba no sólo los castillos medievales, sino que también los palacios posteriores que fueron construyendo. Está claro, en la zona por la que tú fuiste esta navidad los castillos son castillos, y los palacios, pues palacios...jajajaja
ResponderEliminarPor ejemplo, el palacio de la Granja sin ir más lejos, allí sería considerado como "chateau". En fin, ¡que más da! Menudas colecciones que tenemos que visitar...je je je
En fin, que con esta crónica me despido del capítulo de Francia, que ya iba siendo hora desde este verano, pero claro, es que no es nada fácil escribir tantas crónicas como quisiéramos.
Un abrazo...Edu