Rutas de primavera: por la Sierra de la Cabrera y Chinchilla

 

 Buenos días.

 El día 1 de mayo es el día internacional de los trabajadores y se ha convertido en una fiesta a nivel internacional, pero lo que mucha gente no sabrá es porque se eligió esa fecha en concreto, y es que, se trata de un homenaje a las victimas de la masacre que se produjo en Chicago el día 4 de mayo de 1886; desde el día 1 de mayo se habían producido una serie de protestas en apoyo de la jornada de ocho horas, la del día 4 en Haymarket Square terminó con el arrojamiento de una bomba a la policía de manera malintencionada y premeditada, lo que produjo que ésta abriera fuego sobre la multitud, causando una número indeterminado de muertes entre los manifestantes así como una gran cantidad de heridos, se declaró el estado de sitio y todo finalizó en un juicio donde se condenó a muerte a tres de los encausados. Con el tiempo, se aclaró que todo fue un montaje. En fin, al final siempre hay mártires por una razón u otra y casi siempre son del mismo bando, ¡que le vamos a hacer! Parece que la historia se repite una y otra vez.

 Y hecho este breve inciso, empezamos:

Inicio de ruta

  Pedro GPS Lara había propuesto una salida a las siete de la mañana pero tanto Antonio como yo estábamos muy cansados del fin de semana, con lo que nos fue imposible acudir a esa hora. Ambos coincidimos en que las 8:30 sería mejor para los dos y que nos vendría al pelo el salir por la sierra de la Cabrera en un día que prometía tanto.

Frío

 Fue uno de esos días en los que no sabe uno que ponerse, por la mañana las temperaturas fueron muy bajas, incluso llegamos a ver alguna umbría con una pequeña capa de hielo. Pero con con el transcurso de las horas la temperatura se fue dulcificando quedando un día realmente bueno para la práctica del ciclismo, tanto que, hasta el mismo Eolo se unió a la fiesta y nos dio un final de ruta de los buenos.

Mucha gente

 Así es, dado que era un puente bastante largo y apetitoso, sabemos que mucha gente se fue de viaje, eso sí, se ve que todos los que se quedaron eran ciclistas, porque hay que ver como estaban todos los caminos y los restaurante; grupos grandes, medianos, pequeños, por arriba, por abajo...impresionante.

Sierra de la Cabrera

 En su finca de labores hicimos la primera parada para sacar más de una instantánea, que apetecía con el día tan claro que estaba quedando. Hechas las fotos, Antonio se dirigió hacia la "culebrilla", para volver por la senda de "los escalones" y acabar tomando la senda del "borrego", de modo, que desde allá ir hacia Chinchilla era todo el mismo camino.

Chinchilla

 Subimos por los puentes de la vía férrea y de la autovía y bien pronto alcanzamos el pueblo...fue un momento cúspide de la ruta porque hicimos las cuentas y nos salió "almorzar en ese momento"...no hay nada como pararse a pensar un momento y ver que las cosas salen bien.

Emporium

 Uno de los templos por antonomasia de las rutas Chinchillanas, ha vuelto por sus fueros desde que cambiaron de dueño y vaya que si lo están consiguiendo: local lleno y buen condumio/precio. Además, puedes dejar la bicicleta en el patio con lo que está asegurada que no te la van a robar.

Repetidor

 Terminado el almuerzo nos fuimos derechos hacia el repetidor, pues teníamos la sana intención de hacer la senda de la "balsa" y llegar desde allí hasta el "llano de las gallinas". Terreno delicioso, sin polvo y totalmente asentado merced a las lluvias caídas este año.

Llano de las Gallinas y Río Seco

 Desde aquí tomamos la senda del "río seco" que nos llevó en un pis pas hacia la zona inferior de toda la sierra; como en la senda anterior, el terreno está de escándalo.

Senda del "saltito"

 Así es como gusta de llamarla Coronado, si bien, para muchos es la senda del "arenero"...lo que sí está claro es que es la puerta de toda esta sierra si vas en
 BTT, y claro, la dejamos bien cerrada porque enfilamos el camino más directo hacia Albacete.

El auténtico espíritu ciclista

 Que no somos grandes ciclistas está claro, pero lo que no voy a dejar de hacer nunca es ayudar a quien le hace falta realmente, y así fue que viniendo para acá nos encontramos con que el viento apretaba de lo suyo y que un padre iba ayudando a su hijo con una mano en forma de empujón en la espalda.

 Le dije a Coronado que de eso nada, que nos poníamos por delante y que tapábamos el viento, y claro, no hubo que repetirlo dos veces, en unos instantes allí nos pusimos los dos, bajamos la velocidad y poco a poco el chaval se nos vino arriba, de modo que tan sólo hizo falta una ayuda de unos cuatro kilómetros; sólo espero que el chaval aprendiera algo más de lo que significa ir encima de una bicicleta, ¡seguro que sí!

Caña en el Badil

 ¿Hace falta comentar algo? jaj aj aj aj aj aj

Fin crónica. Mapa y fotos.

 Y con esto me despido, no sin antes dejaros un acceso a todas las fotos y como no, la ruta.

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