De la Valla del Marqués y Monte Bajo a Chinchilla y sus sendas.

¡Buenas Tardes Amigos! Ayer por la tarde fue una gran tarde de bici, con buen tiempo, viento..., por supuesto, buena gente para ciclar y la cerveza de los campeones.

El Martes pasado no pude salir por motivos de trabajo y el Miércoles, por motivos familiares..., ¡vamos, que veía que no salía esta semana! Sin embargo ayer pude salir.



Quedamos en la gasolinera del Carrefour, Josete, Pedro Lara (en nuestro) y yo mismo y de ahí, nos fuimos a la puerta de El Corte Inglés por si algún compañero se animaba, tal y como ya puse por whatssapp para la quedada de ayer.

Pasamos por el E.C.I. sobre las 17h.07' y allí no había nadie ni nadie había confirmado que vendría, así que iniciamos la ruta. La ruta de ayer discurría por la Ciudad Deportiva del Albacete Balonpié, llegando a la zona militar y de aquí hacia la Planta Potabilizadora que hay en la carretera de Albacete a Pozohondo, salvo que nosotros la haríamos por nuestro caminos habituales. Una vez dejamos atrás la planta potabilizadora, seguimos la Valla del Marqués hasta la zona de las plantaciones de lavanda y desde aquí, subimos Monte Bajo rodeando toda la loma para salir a la Finca de los Perros, que hoy nuevamente estaba con gente y pasamos sin peligro.

Por cierto y aquí hago un inciso, a colación de los perros...., ayer por la mañana a nuestro querido Pedro Lara (el nuestro) le mordió un perro en su trabajo. Al parecer el can de unos vecinos donde él trabaja, le mando una tarascada que le rompió el pantalón y lo que parecía un pequeño rasguño, como pudimos comprobar ayer por la frescura de la herida, fue herida de colmillo clavado...., en fin, el asunto de los perros es algo que nos lleva fritos..., antes por los caminos, pero ahora...., ya es en cualquier lugar. No fue una herida grave, pero si el can le dejo a Pedro su sello de identidad.


Por esta razón Pedro, en la ruta que ayer llevaba yo, me puso dos condiciones, ja, ja, ja, 1ª no pasar por esta finca de los perros y 2ª y, no menos importante, estar a una hora prudente en Albacete para tomar una cervecita fresca.

 A la primera no le hice mucho caso y luego se vengo de mí, pero a la segunda, no sólo le hice caso, sino que saqué matrícula.


Deciros que hacía un temperatura de escándalo, sobre los 24 grados y en algún momento, cuando el viento no nos daba de frente, sentíamos calor y algo de agobio, pero seguimos ciclando por esa zona de montes hasta bajar a la casa de los perros. Pasamos sin ningún problema, eso sí y como norma que ya tenemos en este grupo, todos juntos por si acaso.

Sin más dilación y después de dejar atrás la Finca de los Perros, nos encaminamos hacia Chinchilla, concretamente hacia la Cantera de la Cabrera y desde aquí, ya todo fue un no para de sendas para arriba y para abajo, del derecho y del revés, sobre todo por la zona de "las culebras".

En este punto deciros que Josete, que hacía unas tres semanas que no tocaba la bici tras su aventura por tierras de la "Libertad, fraternidad e igualdad" se marco una ruta con bastante buena forma física, marcando siempre el ritmo y en cabeza.

Menos mal, que le íbamos avisando de los giros, sino se nos planta en Hoya Gonzalo el solito, ja, ja, ja, y eso que estaba flojo el pájaro, je, je, je.

Después de un rato de sendas y viendo que nadie paraba a hacer aguas menores..., menos mal que sonó el teléfono móvil de Josete, que sino me habían llevado con la lengua de fuera. ¡Vaya Tela!

 Mientras que Josete hablaba por teléfono, Pedro y yo pensábamos por donde ir en esta parte de la sierra de la Cabrera.

En este punto, dejé que Pedro llevase la ruta por esta zona, ya que conoce mejor que yo los vericuetos y las senda mejor que nadie, o al menos, mejor que los que le acompañábamos en este día.

La idea era hacer algo más por la zona de "las culebras", buscando alguna zona nueva con algún tobogán o talud o alguna cosa que se le pareciese.

Así que después de que Josete estuviese preparado, nos dispusimos a tomar un trago de agua y a seguir la ruta, que hasta la fecha se estaba dando muy bien.

De aquí, tomamos alguna senda más hasta llegar a entroncar con la senda que sube a la antenilla.

 Teníamos curiosidad por saber si estaba vallada la subida o no, si se podría sendear o no...., pues ni cortos ni perezosos, allá que nos fuimos a subir la senda de la antenilla, siempre con bastante pendiente y siempre tremendamente pedregosa, sobre todo en el tramos del escalón, que hoy en concreto, estaba el terreno roto.



Nuevamente, Josete nos demostró que está hecho un toro y la subió por el escalón, mientras que Pedro y yo dejamos el escalón a nuestra izquierda hasta subir a lo alto del todo.

Al llegar arriba como ya he dicho, vimos indicaciones y señales de que no se podía continuar por la senda y ante la posibilidad de que nos sacaran los colores,  nos dimos media vuelta por donde habíamos venido para buscar la senda que empalma con la "senda de los escalones".

Otra vez, Josete..., otra vez el que estaba flojo, otra vez el que llevaba tres semanas sin coger la bici, bajó a toda velocidad..., vamos...., a mi sacó ......, bueno no lo dio que me da vergüenza.

Los escalones nos llevaron a la Finca de Labores, desde la que se bifurcan los caminos y aquí y de manera unánime, decidimos ir para Albacete, aprovechando que el viento nos soplaba a nuestra espalda.

Pues os diré que, sin apretar mucho, a las 19h.20' estábamos ya sentados en El Badil pidiendo nuestro jugo de cebada.

En fin amigos, que fue una tarde muy bien aprovechada con todo lo que nos gusta a todos, llaneo, subidas, sendas, saltitos...., insisto, menuda ruta de chula nos salió.

Paso a poneros los datos técnicos de la ruta:

Tiempo efectivo de pedaleo, 02h.11'51"
Distancia recorrida, 42'900 kms
Velocidad Media, 19 kms/hora
Velocidad Máxima Alcanzada, 39'9 kms/hora
Altitud, 681 metros
Altitud mínima, 682 metros
Altitud máxima, 828 metros
Ascenso total, 229 metros
Descenso total, 228 metros
Calarías quemadas, 938 Kilocalorías.

Y aquí, el trazado de la ruta:

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