Los Vizcaínos es una pequeña aldea perteneciente al término municipal de Bogarra en la provincia de Albacete, una zona desconocida para muchos albaceteños y que presenta uno de los paisajes más espectaculares de toda la provincia pues muy próximo a Los Vizcaínos tenemos el cañón del río Mundo; una espectacular accidente geográfico que va desde su nacimiento en Los Chorros hasta el pantano de Talave. Estamos hablando de una distancia de más de 50 kilómetros de desfiladeros, cañones transversales de varios afluentes y paredes verticales que se precipitan hasta el fondo con unos árboles imposibles, agarrados a cualquier recodo de la roca, y donde la horizontalidad es una anécdota.
La inaccesibilidad de la zona es sin duda un factor clave para que esta zona no sea demasiado conocida, y dicho sea de paso, esté casi totalmente despoblada, dado que las aldeas que por allí existían, en la actualidad están abandonadas en su totalidad y tan sólo podemos encontrar algo de población en Ripoar, Ayna o Lietor. Otras como Las Ánimas, Los Alejos, Los Vizcainos y Royo Odrea, están condenadas al olvido y antes o después quedaran totalmente vacías.
Recursos turísticos
En esta crónica nos vamos a centrar en el entorno de Los Vizcaínos, y con estos mimbres uno ya se imagina que la visita guarda muchas sorpresas, la primera de ellas viene en forma de pintura rupestre, nada menos que las de la Cueva del Niño, un lugar excepcional para comprender a nuestros ancestros y del que antes o después, visitaremos, y por supuesto os mostraremos a través de nuestra página. En este caso tendremos que desplazarnos hasta Ayna pues el acceso se hace por la orilla contraria, estando prácticamente enfrente de nuestra aldea.
Otro lugar con magia es sin duda la Cueva Ahumada, muy próxima al río Mundo y con una bóveda de unos quince metros: nada más llegar uno ya se imagina que aquello tuvo que ser refugio de pescadores y cazadores hace muchos miles de años.
El río Bogarra (o Madera) pasa por la aldea de Los Vizcaínos y en unos kilómetros unirá su curso con el Mundo, pero mientras eso llega, el río se mete por un cañón lleno de cascadas, pleno de vegetación, con unas paredes de piedra descomunales, donde es fácil ver cabras montesas pues es el único animal que allí puede vivir. Existe una senda que si la seguimos nos llevará hasta la unión de los dos ríos...eso sí, tendrás que cruzar el río varias veces; pero hasta que eso ocurra, el paseo merece la pena y sobre todo, si eres aficionado a la vegetación mediterránea.
Otros dos puntos que no debemos perdernos son el monte que corona Royo Odrea, una especie de península encima de un roquedal tremendo donde el bosque mediterráneo nos puede enseñar su auténtico alcance, y el mirador del Diablo, una plataforma suspendida en el vacío sobre el río Mundo y que hace que los que tengamos vértigo lo pasemos bastante mal.
Vamos a terminar con el llano de San Martín, bajo el pico de las Fuentes de San Martín, una serie de antiguas terrazas al lado del río Mundo en el que para llegar a ellas, tenemos que hacer "algo" de montañismo y desde las cuales, la vista del pico de las Fuentes de San Martín son tremendas. Si llegamos abajo no podemos perdernos la vivienda-cueva que utilizaban quienes allí trabajaban.
Modo de vida
Llama poderosamente la atención la cantidad de pequeñas aldeas que hay diseminadas por toda la zona, unas todavía habitadas, y más aún si cabe, la cantidad de grupos de dos o tres viviendas, completamente aislados, que existen por estos montes. Muchos de ellos existían por los propios oficios de quienes los habitaban: molinos, hornos, ganado, frutales...supongo que el vehículo a motor fue el principio del fin de estos lugares.
Una vida dura que exigía mucho a quien pretendía vivir de esa guisa, y que hoy en día aunque las condiciones hayan mejorado todavía sigue siendo difícil, no vayan a pensar ustedes...sólo con imaginar las rutas escolares en pleno invierno ya podemos imaginar de que estamos hablando.
Si pasan vuesas mercedes por estos montes deben fijarse, entre otras muchas cosas, en las zonas tan inverosímiles que están ocupadas todavía por almendros y olivos, terrazas imposibles a las que sólo se puede acceder con un animal cuando tocaba recoger la cosecha. Es fácil que estén abandonados, muy fácil.
La Vegetación
Y ya que estamos hablando de árboles, no está de más hacer notar que esta zona alberga una gran variedad de especies vegetales mediterráneas, y que gracias al microclima que existe dentro del cañón (y "adlateres"), podamos encontrar representadas un porcentaje bastante alto de las mismas: encinas, coscojas, pinos, sabinas, enebros, tarays, álamos, acebuches, ajedrea, tomillo, romero, lentisco, zarzaparrilla, madreselva mediterránea, adelfas, orquídeas, fresnos, esparragueras, higueras, nogales, zarzamoras y no sé cuantos cientos y cientos de especies podemos encontrar más.
Es más que recomendable dar un paseo por el río Bogarra camino del encuentro con el río Mundo, para ello nos iremos hasta el puente que cruza el río y que está a un kilómetro más o menos de Los Vizcaínos, y desde el cual sale un senda a la derecha. No tiene desperdicio alguno pues el paisaje es una mezcla de agua, paredes de piedra y una alfombre verde que abarca todo lo que nos rodea.
El Castillo de los Vizcaínos
Ya hace tiempo que uno de los empeños de éste que suscribe es encontrar el castillo de los Vizcaínos, aunque habría que señalar que más bien se trata de una alquería según las fuentes consultadas, eso sí, con fines defensivos y de control del camino de herrería que pasaba por esta zona y que se dirigía hacia Elche de la Sierra por un lado y hacia Ayna siguiendo el curso del río, por otro.
Lamentablemente de este castillo no queda nada, o por lo menos yo he sido incapaz de descubrir resto alguno. Y así se atestigua en el libro de castillos de la provincia, "Castillos y torres de Albacete", de D. José Luis Simón García, una excepcional compilación de datos sobre nuestros patrimonio "amurallado". Según este autor, no queda casi resto alguno de la alquería y tan sólo se pueden observar restos de murallas aislados, en un monte donde todo está cubierto por el bosque.
Pues bien, esta vez hemos preguntado a una persona que parece conocer bastante bien todo el entorno y sin dudarlo nos ha localizado, por fin, el castillo en el mapa. Como ya adelantamos en su momento se encuentra en una peña inaccesible en estos momentos, de paredes verticales en todo el perímetro superior y al que para acceder, es necesario armarse de valor y no tener vértigo. Por las fotos creo que se puede observar bien a la claras la dificultad del emplazamiento.
Es evidente que siempre se trató de una construcción de tercer o cuarto orden para control de caminos, y que tan sólo tiene un capítulo histórico destacable que a continuación os narro (material obtenido de http://laesquinadeltuerto.blogspot.com.es/2010/04/el-castillo-de-ayna-y-el-castillo-de.html):
En esta zona podemos avistar fácilmente cabras montesas. En el centro de la foto, se pueden ver tres ejemplares...¡si eres capaz de encontrarlas! Están perfectamente mimetizadas con la roca. |
Acceso lateral a la peña. Una gran pendiente con un pico inaccesible de piedra |
Casa Arnelia
Y no me voy a dejar en el tintero una referencia a las casas rurales donde nos alojamos este fin de semana, Casa Arnelia, una de las mejores casas de turismo rural de la provincia. Es un grupo de varias casas antiguas completamente restauradas a las que no les falta detalle alguno. Totalmente recomendable, y no sólo por la calidad de las casas, sino que también por la atención que te prestan los dueños.
Aquí os dejo el enlace a todas las fotos (sólo 161) y como no, un mapa con los puntos a los que me refiero en la crónica.
Un abrazo...Edu
Vamos por partes..., las fotos..., bueno..., veo que le estás sacando mucho partido a tú Huawei o tú cámara Bridge compacta, porque lo cierto es que las fotos son tan buenas que me cuesta discernir entre ambas. Sea como fuere, el reportaje fotográfico no tiene desperdicio y nos introduce en una sierra albaceteña que muy pocos conocen y que la tenemos a tiro de piedra, pero claro...., hay que ir y sacarle partido.
ResponderEliminarTanto Cueva Ahumada, como todas las zonas orográficas que nos describes son impresionantes, pero Cueva Ahumada tiene un halo de misterio y romanticismo que la hace la top ten.
Desde luego hay que reconocer, que dejando a un lado las fotografías y el pedazo de reportaje gráfico que te has marcado, la valía que tiene la crónico a mi juicio, es la cantidad de documentación que te has tenido que mirar sobre la flora y sobre la zona, no sólo ya por la aldea de los Vizcaínos, sino por todos los montes, ríos, caminos y demás parajes que me parecen francamente dignos de visitar.
Bueno Edu, pues tenías razón al decir que a esta crónica la tenías mucho cariño, porque se ve que la has currado visual y documentalmente. Otra a la saca....
Saludos Edu.
PUes todo ha sido con el móvil, la verdad es que tengo una cámara tipo reflex pero que últimamente estoy olvidando si se trata de ir al campo, pues pesa lo suyo y llega un momento en que sólo la utilizo en contadas ocasiones.
EliminarLo de Cueva Ahumada lo puedes ver en la siguiente crónica, pues paré allí con Josete, una pasada de sitio. La cueva pequeñita que he puesto en esta crónica también es un sitio muy especial, nos dice mucho de sus gente y de cómo vivían, ya lo creo.
Desde luego, es un sitio especial, y en cuanto a sus caminos, árboles, sendas, ríos...bueno, que no se puede decir mucho más. Ahora me toca ir buscando otro sitio por el monte de enfrente...ja jaj ja
Un abrazo...Edu