Como ya saben vuesas mercedes la última quincena de agosto y la primera de septiembre han sido pródigas en tormentas a lo largo y ancho de la geografía española, y algunas de ellas de carácter torrencial con graves destrozos como hemos podido ver por las pantallas.
Pues bien, hace unos días se cortaba uno de los carriles de la autovía A-31 a la altura de la entrada a Albacete capital, y llama poderosamente la atención pues es una zona tremendamente llana...digamos que es exageradamente llana. Es de suponer que en esas condiciones el agua tiende a circular pero extendiéndose a lo largo de la llanura en diversos ramales. ¿Qué ha pasado para qué en esta ocasión no haya sido así?
Pues ni cortos ni perezosos el pasado miércoles salimos con nuestras bicicletas a visitar toda la zona, a ver si alguna laguna se había recargado y como no, a intentar comprender qué factores habían intervenido para que ocurriera una cosa así.
Poco a poco fuimos comprendiendo que la propia vía de servicio había propiciado una corriente de agua lateral a la autovía y que discurriendo a través de ella, llegó hasta la parte anterior al cruce de la autovía en dirección al Parador.
Al llegar a una de las balsas de contención de agua de la autovía vimos que estaba completamente anegada de agua, y que dado que ya tenía agua de días anteriores, el agua que bajó de la sierra de la Cabrera tomo el camino de Albacete por el centro de uno de los campos de cultivo.
En un punto del camino de la vía de servicio, por donde están realizando las nuevas obras de la autovía que circunvalará Albacete por el sur, habían abierto una zanja bastante importante para que otra de las nuevas balsas hiciera su labor. En fin, que parece que el sistema funcionó.
Visto lo visto, nos fuimos derechos hacia Huerta Laguna por la Cañada Real de Andalucía con la sana intención de comprobar como andaba de agua el lugar, y a tenor de las fotos ya podéis comprobar que han recogido bastante agua, estando completamente llena de agua la que está vallada y con importantes bolsas fuera de ella. Debemos tener en cuenta que en verano, este lugar se reduce a la mínima expresión de agua y tan sólo queda algo dentro del recinto vallado.
Por supuesto, la curiosidad mató al gato y nosotros cada vez que vemos una casa abandonada, no tenemos más remedio que pasar a ver que ha sido de ella. En esta ocasión hemos visitado la casa de la Laguna, nombre que nos hace pensar en como sería la laguna en su momento. En cuanto a lo de la curiosidad y el gato, esta vez el que hizo de gato fue Josete y la curiosidad lo llevo derecho a un avispero del que tuvo que salir escopeteado...adjunto foto del avispero, ¡no crean que era pequeño!
Desde aquí nos dirigimos al Pozo de la Peña, donde pudimos encontrar otro buen número de campos anegados de agua y barro. Vuelta para Albacete por el camino auxiliar de las vías del Ave con la intención de llegar hasta el "Canal de Paraná".
Aquí pudimos ver de nuevo varias lagunas y como el agua se había precipitado, por completo, hacia la zona de las vías. Al cabo de unos kilómetros llegamos al canal, una suerte de rambla recientemente acanalada con lecho de cemento.
Como podéis ver en la fotos, fue aquí sin duda alguna, donde realmente se iniciaron los problemas con la cantidad de agua caida; la rambla hizo su labor y recogió toda el agua que bajaba de los montes anteriores, de modo que a la salida de la rambla, la cantidad de agua era realmente importante.
La rambla camino de la Losilla y apuntando a Albacete |
Aquí se recoge todo el agua |
A diferencia del otro tramo que habíamos visitado al inicio de nuestra ruta, aquí no existe balsa de contención alguna: la conclusión es clara, si recojo en un punto todo el agua, la concentro y la dejo que caiga hacia una zona, es más que probable que esa zona se colapse, como así ocurrió y como así ocurrió en la zona próxima al parador, donde los campos se han anegado completamente.
Así pues, se hecha de menos que en esa zona no exista algún tipo de balsa de contención, y aunque las probabilidades de que esto vuelva a ocurrir no son muy altas, no estaría de más que en algún momento alguien presupuestara ese tipo de infraestructura, 43 l/m2 tuvieron la culpa el pasado 10 de septiembre...eso, y la falta de previsión.
En fin, que poco más les voy a contar por hoy. Espero que les haya gustado la ruta.
Aquí les dejo el enlace a todas las fotos, y una imagen de Google Hearth con una pequeños vectores que indican el movimiento del agua.
Un saludo...Edu
Más que una crónica de ciclismo, parece una crónica de mini lagunas por la zona chinchillana que, por cierto, que cantidad de lagunas y de agua que el suelo no pudo absorver. No me extraña que hayan desaparecido sendas y los caminos estén con la roca madre al descubierto.
ResponderEliminarEspecial mención para la zona del Canal de Paraná que estaba literalmente reventado y para la zona de la vía de servicio a la izquierda de la autovía con grandes losas de asfalto arrancadas como mantequilla. Ésto nos hace ver la virulencia del agua y la violencia con que traía su bajada por estas zonas.
Muy buen explicado el mapa de movimientos de agua y muy currado, por cierto.
Saludos Edu.
Pues a ver si toman medidas porque creo que no va a ser la última vez que esto ocurra. La clave de todo está en la salida del canal: deben poner un estanque de tormentas para poder detener el agua, de otro modo, cada vez que caigan varias tormentas seguidas vamos a estar en las mismas.
EliminarLa ruta fue muy curiosa, y aunque hemos pasado mil veces por esos caminos, a mí me daba la sensación de que era una ruta nueva.
En cuanto a la fuerza del agua, era curioso ver como el asfalto estaba recortado y levantado de la vía que parte de La Losilla hacia Albacete, menudo cuidado hay que tener en esa zona.
Bueno. A ver si nos vemos esta miércoles.
Un saludo...Edu