Se va acercando el fin del año y como de costumbre, lo hago subiendo montes. Ya son muchos los años en los que lo vengo practicando, y como somos animales de costumbres (pero que muy animales de costumbres), este año no podía ser menos. Y lo mejor de todo es que normalmente suelo hacer este tipo de rutas acompañado, o sea, que no soy el único animal de costumbres (cada uno en su casa) que tiene a bien el hacer este tipo de rutas; estupenda compañía, como siempre, a estas edades es bueno rodearse de gente de que te quiere, ¡os lo aseguro!
En fin, que no agregaré más almíbar a la crónica y deciros que empezamos la serie de etapas serranas de fin de año hace un mes, con la ruta de Bogarra, todo un clásico de este grupo, y como no podía ser menos, tocaba en esta ocasión Peñascosa, que si Bogarra es un clásico, Peñascosa es una obligación.
Realmente deberíamos haber ido a Yeste, pero con las tremendas heladas que están cayendo se hace difícil el hacer un tipo de rutas donde se tarda algo más de dos horas en llegar, donde las carreteras prometen hielo, y en las que la hora de madrugar son las cinco y media...en estas ocasiones el sentido común nos dicta que es mucho mejor tomar otros derroteros, donde la hora de salida puede ser algo más tarde y no se tarde más de una hora en llegar al destino.
Y dicho lo dicho, a eso de las siete y media nos vimos las caras Pedro Lara R., Nino y éste que suscribe para empezar a cargar las bicicletas en el portabicis el pasado jueves, 7 de diciembre de 2017. En veinte minutos teníamos el viaje listo y nos pusimos en marcha con bastante frío en esos momentos, el termómetro del automóvil marcaba hasta seis y siete bajo cero y los campos se iban tiñendo de blanco, ¡menuda helada estaba cayendo!
Así que con mucha precaución nos plantamos en Peñascosa, donde curiosamente la temperatura no era tan fría como en Albacete, y donde el sol empezaba a calentar un poquito haciendo más que agradable el estar por allí. Café y en marcha, que nos esperaba una buena ruta.
Los primeros metros los hicimos por la senda que está a la espalda del camping del pueblo y desde allí se remonta el curso del río Arquillo por su margen derecha, hasta llegar al punto donde se vadea el río por una zona empedrada; con la sequía que tenemos no había mucho caudal y se pudo hacer sin más problemas como podéis ver en el vídeo...lo que sí os digo es que hay una pequeña pasarela unos metros más arriba...¡pero la vimos cuando ya habíamos cruzado! ;-) Eso sí, fijaros en el grosor de algunos trozos de hielo, casi cinco dedos.
En fin, que la primera sorpresa venía en forma de nieve, pues poco a poco conforme íbamos ganando altura, la nieve iba apareciendo por toda la sierra; y no es que fuera un gran nevada, pero los restos que quedaban (habían transcurrido seis días) hacían presagiar que más arriba encontraríamos mucha más, como así fue.
No llevábamos mal ritmo y pronto llegamos a la cuerda de la Almenara, un tramo final de infarto pero una vez que asciendes el paisaje se vuelve espectacular, con impresionantes vistas tanto a un lado como al otro de la cuerda y hace que el pedalear sea mucho más fácil, ¡ya lo creo!
Pronto llegamos a la fuente donde teníamos previsto parar para tomar un bocado, remontando el arroyo del roble por una pista con gran cantidad de nieve en la que la temperatura bajó muchos grados; el frío aquí era intenso, la altura, la umbría y la nieve hicieron de las suyas. En cuanto terminamos el bocado nos pusimos de nuevo manos a la obra en dirección hacia el Cortijo de Tortas, tras una bajada eléctrica con tramos de nieve helada, llegamos a la carretera en un instante y en breve estábamos en la aldea, tomando la primera pista que sale del pueblo en dirección al pico de la Almenara.
Este camino va ascendiendo hacia la cima por un angosto barranco no muy grande, pero donde la nieve se concentraba bastante y hacía que el pedalear fuera complicado, buen porcentaje y terreno muy blando lo mejor para entrar en calor, os lo aseguro.
Alcanzamos el llano de La Hoya y en ese punto dejamos de seguir en dirección a la Almenara para tomar un camino que nos llevaría de vuelta hacia el Barrancazo, un puerto de 1480 metros desde el cual se toma una nueva pista en su cumbre que continúa ascendiendo hacia la zona de la cuerda de la Almenara.
Desde aquí, una vez alcanzado el refugio del Lagarto tomamos la pista que va hacia la zona de los campamentos, donde pudimos ver algo de movimiento de gente que parecía que estaba allí acampada (en los refugios), para finalmente parar en el árbol más emblemático de la zona, el pino roble, una curiosa simbiosis de un pino que nació dentro de un roble y que han permanecido juntos durante siglos, una preciosidad que no podéis perderos si vais por allí.
En fin, poco más os puedo contar pues pronto llegamos al pueblo donde nos estaba esperando un estupendo plato de patatas fritas con huevos fritos, ¡que más se puede pedir después de una ruta así!
Nada menos que 47 kilómetros de ruta serrana a una media aproximada de 14 km/h, una ruta exigente de 1200 metros de acumulado pero con unos paisajes, y con una nevada que han hecho que la ruta sea una auténtica delicia.
Aquí os dejos un enlace a todas las fotos, y como no, la ruta.
Y por supuesto, el resto de los vídeos de la ruta.
Un saludo...Edu
Por fin GOOGLE, me deja escribir y espero que Gmail, no me lie alguna, pues ayer no me dejo ni entrar al blog.
ResponderEliminarBueno, bueno, bueno, menuda ruta os habéis merendado. Ruta de Top Ten, aunque lo de Top Ten ya veo que se queda corto y ya vamos a tener que llamar a las rutas chulas, de Topo Twenty para arriba.
Que buenos recuerdos me trae el Río Arquillo y el camping de Peñascosa. Comidas, cenas, paellas, copas, cervezas y un chorro de rutas por la zona por la que habéis estado ciclando.
Una ruta que no me hubiese importado hacer y que de hecho, estuve a punto de hacer, pero compromisos familiares me lo impidieron. Es de esas rutas en las que peno mucho y que mucho me penalizan, pero también he de decir, que es de las rutas que una vez las has concluido, más contento hacen que me ponga.
Espectaculares las fotos y espectaculares los videos que has subido, en los que he apreciado que en algunas bajadas habéis dado todo en la bicicleta, tirándoos a tumba abierta y eso que el terreno no hacía aconsejable bajar a esas velocidades.
Hielo, frío, viento, nieve...., no os habéis privado de nada..., como los valientes. En definitiva, una ruta muy bien orquestada y llevada a buen término.
Saludos.
¡Que decirte, amigo Coronado! Esta es una ruta imprescindible si se quiere conocer la sierra. Creo que la distancia y el.acumulado están en su punto justo, vamos, que la repetiremos algún día de estos.
ResponderEliminarComo bien dices, no nos privamos de nada, frío, nieve, sol...de todo un poco. Eso sí, ciclar con nieve es una pasada, hacia mucho tiempo que no lo practicaba...una pasada.
Bueno, antes de que acabe el año tendremos que hacer alguna serrana más.
Un abrazo...Edu
Hola Pedro, felicitarte por las rutas que haceis me traen buenos recuerdos. Esa cuerda de la Almenara nevada es una preciosidad.
ResponderEliminarSaludos de un paisano desde Barcelona
Creo que la ruta nos dejó más que satisfechos a los tres que pudimos hacerla, para mí en particular diría que fue un día de vacaciones bien aprovechado. El trazado que preparó Edu era adecuado o asequible para cualquiera del grupo, y estoy pensando en Antonio Coronado que dudó de venir hasta el último momento porque siempre dice que sufre subiendo, y yo digo ¿Quién nó? pero de verdad que al no ser muy larga y disponiendo de toda la mañana, la podía haber hecho perfectamente. Una ruta serrana tiene que tener cuestas por definición pero nosotros en este caso no llegamos exhaustos ninguno, cansados si pero en la justa medida.
ResponderEliminarAunque la sequía que arrastramos se deja notar también en el paisaje serrano, por suerte la semana anterior dejó algo de nieve por allí y en las zonas de umbría todavía quedaba algo que daba gusto de ver y pisar con nuestras bicis, que por otro lado no resbalaba yo creo que debido a que la temperatura no era excesivamente baja.
En resumen un gran día de BTT y mejor compañía con Pedro Lara y Edu, …. Hasta la siguiente
Ya lo creo que fue un gran día. Como bien dices, creo que estuvo todo en su justa medida, una serrana debe tener cuestas y tramos que no estén tan bien como uno espera, pero es que cogimos buenas pistas en mayor medida, y eso se nota cuando llevas muchos kilómetros...¡además no tuvimos que hacer bicitrecking como en Bogarra! ja jaj a j
EliminarDe la compañía, ¿qué voy a decir? Fue un gran día, desde luego que sí. Y lo del paisaje, pues especial, sobre todo con esa pequeña cantidad de nieve que había caido, estaba todo precioso.
Bueno, ahora hay que esperar a la próxima, ¡la del sábado! menudos puertos que nos esperan ese día...je jej e
Un abrazo...Edu