¡Buenas Tardes amigos! La ruta de hoy ha sido espectacular, una ruta que a mí personalmente me gusta mucho hacer y que desde Enero de este año no hacía..., hoy era el día y me han acompañado Teo y Nino, que al igual que yo están disfrutando de unas merecidas vacaciones. Por supuesto, a la hora de quedada, se ha pasado a saludarnos nuestro querido Pedro Lara (el nuestro).
En principio, iba a salir yo sólo, pero a Nino le habían arreglado su freno y quería probar si sus Isquiotibiales, estaban para dar la talla. Por su parte, Teo, que se está recuperando de su esguinze de rodilla a pasos agigantados, también quería probar como se comportaba en esa zona de rompe piernas y terreno suelto.
En principio, la idea era salir sobre las 08h.30', pero a esas horas caían - 4º C con una sensación térmica, acrecentada por el viento, de unos -6º C, así que, visto lo visto..., se propuso salir entre las 08h.45' y las 09h.00' en la Rotonada del Inicio de la Vía Verde.
Sin más dilación y después de despedirnos de Pedro Lara , hemos salido por la vía verde hasta Aguas Nuevas, de aquí a El Salobral y de aquí a los Anguijes. En todo el camino apenas si hemos parada, ni para hacer una foto, ni para hacer aguas menores...., tal era el frío que hacía y aunque el viento no soplaba mucho, molestar...., molestaba.
Llegados a los Anguijes, hemos dejado el Hundimiento a nuestra izquierda para tomar la pista asfaltada que nos lleva a la Finca llamada Cañada Molina. Aquí hemos hecho un alto para revisar la ruta y tomar unas fotos de la finca y de las lugillas que tiene para el abastecimiento de agua de su propio ganado. Agua no lleva mucha, pero os puedo asegurar que en otro tiempo, las tres lagunillas si que tenían..., y mucha por cierto.
Dejando a nuestra derecha la Finca Cañada Molina o de El Salobral, hemos tomado una pista que sale a la derecha con la intención de rodear el monte bajo que teníamos en frente de nosotros por si había algún cazador de vacaciones, pero rápidamente hemos visto que éste camino, que antaño rodeaba este monte, había desaparecido por el cultivo de arbustos, así que hemos tenido que volver por nuestro pasos y tomar un camino paralelo que también bordeaba la falda del monte hasta que al final hemos hecho un giro a la derecha y aquí, ya era todo subir por una pista muy ancha.
A la izquierda de esta pista veíamos nuestra querida y muy nombrada Cantera de la Evaporita, pero no hemos subido a ella por una cuestión de tiempo.
Hemos seguido subiendo hasta el Cordel de Las Capiruzas, con esos maravillosos rompe piernas y esas rampas, cortas...., pero con desniveles que rozan los 15º y que ponen las piernas a tono, hasta llegar al Molino nº 13, debajo del cual se encuentra La Cueva del Pastor que...., por cierto, Teo no conocía y ya tenía ganas de ver la cueva. Aquí nos hemos para un buen rato para hacer fotos y que Teo y Nino viesen esta cueva, curiosa la verdad.
En las fotos de arriba, podéis ver la entrada a la cueva desde la parte exterior, justo debajo del molino y en esta otra foto en blanco y negro, se aprecia la entrada de la cueva desde su interior.
En esta siguiente foto, os pongo el techo de la cueva, sobre el cual descansa el Molino nº 13 y su base hormigonada que le da sujeción.
La cueva, tiene una entrada cavada en plena montaña que baja a una pendiente de unos 4º. Es una entrada angosta de unos dos metros de ancho, cuyo suelo es también piedra de montaña, pero que el pastor o los pastores, han reforzado a ambos lados con piedra cogida del campo y argamasada con barro para darle consistencia.
Una vez has bajado unos quince metros aproximadamente, se ven muy claras, dos estancias.
La primera sale a mano derecha y es evidente que es donde el pastor descansa, duerme, come y demás cosas necesarias para protegerse de las inclemencias del tiempo. Vemos útiles para calentar agua, café, repisas cavadas en la roca, troncos de árbol en la parte superior para dar consistencia a esta estancia y alguna cosa más.
De hecho, esta primera estancia, creo que data de 1924, o al menos, eso hemos visto en una inscripción dentro de la misma. Fijaos que, si ésto fuese cierto, estamos ante una cueva de antes de la Guerra Civil, con 93 años de historia. Cuantas cosas, tendrían que contar estas rocas si esto fuese verdad.
Si seguimos bajando, a unos metros, nos encontramos la segunda estancia, aún más profunda y ancha, de unos 25 metros de diámetro, dónde..., sin lugar a dudas, el pastor metía a sus rebaños para guarecerse del frío, la nieve, la lluvia y porqué no? de algún depredador.
Lo cierto y es verdad, es que en esta ruta, esta cueva es la atracción principal y no hay que dejar de verla.
Llegado a este punto y dado que Nino tenía algo de prisa , hemos salido de la Cueva y hemos tomado nuevamente el Cordel de Las Capiruzas, para seguirlo, hasta llegar a un grupo de casas, desde el cual, en lugar de seguir por el Cordel, hemos tomado una camino-senda que picaba hacia abajo y que la verdad, estaba muy roto, con mucha piedra suelta y mucho escalón.
Aquí hemos tenido que extremar las precauciones y tirar de freno en muchas ocasiones, pero al final ha sido una maravilla hacer esa bajada. Ésta nos ha llevado nuevamente al Hundimiento, a su parte Norte y desde aquí ya hemos encarado las bicis hacia Los Anguijes, El Salobral y Aguas Nuevas.
Llegados a este último pueblo y con más de 50 kms. a las espaldas, había que tomar decisiones, ¿almorzar o no almorzar? ¡He aquí la cuestión que es capaz de mover voluntades..., bueno en este caso estómagos agradecidos! Nino tenía algo de prisa y ha seguido para Albacete, pero Teo y yo, en un rápido gesto de ojos y sonrisa en la cara, hemos decidido que en Aguas Nuevas está el Bar San Isidro, que tan buenos momentos nos hacen pasar sentados a su mesa y al calor de su estufa. El resultado de esta explosión para los sentidos gastronómicos, queda explicado en una sóla foto...., ja, je, ji, jo, ju...... Mientras tanto, Teo y yo charlábamos de lo divino y de lo humano, amenizando dicha charla con una frasca de vino con casera, los medios bocadillos que habéis visto arriba y unos carajillos quemados de ron..., ¿se puede pedir más?
Os pongo los datos técnicos de la ruta:
Tiempo efectivo de pedaleo, 03h30'36"
Distancia recorrida, 68'890 Kms.
Velocidad Media, 19'4 Kms/hora
Velocidad Máxima Alcanzada, 44'1 Kms/hora
Jueves, 07-12-2017. Albacete, Depuradora y..........
Hoy Jueves, varios compañeros se iban a Peñascosa para hacer una serrana de altura, con un trazado genial y con un acumulado en cuanto a la altitud, a buen seguro, considerable. Yo este tipo de serranas, bien sabido es que no me gustan mucho por el asunto de subir y subir..., pero también he de reconocer que son de las más agradecidas, una vez que las ha concluido, al menos en mi caso..., e incluso, hoy he estado a punto de irme, dado que no me iba de puente y que esta semana estoy de vacaciones, pero al final no ha podido ser, compromisos familiares me lo han impedido, así que desde está crónica les deseo a mis compañeros que la ruta de hoy se les haya dado estupendamente, a pesar del frío, el hielo y la niebla que hoy, al menso en Albacete, han reinado. ¡Vaya día para hacer bici!
Y hecho este preámbulo, esta mañana a eso de las 08h.45' he salido con ganas de hacer una exprés y luego desayunar con Pedro Lara (el nuestro), no demasiado tarde, aunque también es cierto que ayer no puse nada seguro.
El caso es que nada más salir he mirado el termómetro y las previsiones meteorológicas. La temperatura era de - 5º C, con una sensación térmica de - 7º C. En fin, tocaba abrigarse. Hasta los - 7º C, se puede aguantar, pero lo que no me esperaba, y en las páginas del tiempo no decía nada, es que teníamos esta mañana una niebla intensísima que acrecentaba al sensación térmica aún más alcanzándose, casi los - 10º C. Mal empezábamos la ruta y el día y es que todo estaba congelado y blanquecino, aceras, carreteras, bancales, campos, hojas, etc....
Pues sí amigos, mal empezábamos el día, porque en la curva de El Corte Inglés, se me ha ido la bici y ...., ¡cataplúm! al suelo...., no me ha pasado nada, solo dolorido en el orgullo, sin embargo, aquí no terminaba la cosa, ya a la altura del inicio del carril bici que va La Pulgosa y al hacer el giro hacia la izquierda para encaminarme hacia la Ciudad Deportiva del Albacete....., ¡cataplúm! al suelo...., no me ha pasado nada, solo dolorido en el orgullo y era en menos de tres kilómetros, dos caídas. Las aceras, parecían pistas de patinaje, totalmente congeladas con el consiguiente peligro de resbalones. Además la niebla acrecentaba esta sensación, era muy intensa.
Además, el intenso frío estaba congelando la neblina y la niebla..., la famosa "cencellada" estaba servida y de alguna manera me estaba adviertiéndo de que había que extremar las precauciones, pues cualquier fallo y o resbalón con la bici, daría al ciclista y a la bici una no muy buena sorpresa, la caída, o en mi caso, las caídas.
Aparte del frío intenso y la poca visibilidad, el relente o la neblina que empapaba la equipación, el casco, los guantes y la propia bici, se estaba congelando y hacía que "Rosario" hoy, sonase como una carraca. Os dejo unas fotos para que veáis de que os hablo.
He seguido un tramo por la pista que han hecho las máquinas que trabajan por esta zona para el empalme de la famosa AB 20, pero los caminos que antaño nos llevaban a la depuradora han desaparecido y yo, hoy..., con la niebla no era capaz de verlos.
Sin embargo, lo que si he viso y bien visto, ha sido el pedazo de puente que están haciendo. Cuando he bajado de la bici para hacer las fotos y, ya os he dicho que todo estaba congelado y más que caminos los terrenos eran pistas de patinaje, he resbalado y ha llegado la tercera caía...., ¡menuda culada me he pegado! ¡Vamos que he visto las estrellas y algún astro más!
En este momento, he decidido y he visto claro que hoy era día de bici, así que me he cabreado como un mono y he decidido llamar a Pedro Lara (el nuestro) para quedar con él a las 10h.00' y tomar un almuerzo.
Mientras tanto y ya de vuelta a Albacete, pues estaba claro que la ruta de hoy había llegado a dónde tenía que llegar, me estaba acordando de los compañeros que estaban en la Cuerda de la Almenara, pensando además que si las condiciones eran las mismas que las de Albacete, lo tendrían que estar pasando mal, pero mal...., mal.
Sin embargo y mientras escribo esta crónica, el WhatsApp de 40 Rutas ya está echando chispas, síntoma inequívoco de que todos están bien y todos han llegado a casa con los dientes en su sitio y, a buen seguro, con una sonrisa de oreja a oreja. ¡OLÉ, OLÉ Y OLÉ!
Poco más os puedo contar de un día tremendo de frío, niebla, aire y hielo en el que al final, he decidido dejar la ruta y la bici para mejores ocasiones.
Os dejo los datos técnicos de la ruta, pequeña y pobre ruta:
Tiempo efectivo de pedaleo, 01h.30'00"
Distancia recorrida, 30 Kms.
Velocidad Media, 20 kms.
Velocidad Máxima Alcanzada, 23'9 Kms/hora
Amigo Coronado, buen par de rutas te has metido entre pecho y espalda...eso sí, la primera ha sido más productiva y mebos accidentada.
ResponderEliminarBuena descripción de la cueva del Pastor y de como está distribuida. Parece ser que fue refugio de más de uno en la.guerra civil.
Del almuerzo no te digo nada, a tenor de la foto creo que ya se ve todo..ja ja ja. Muy buena compañía la que llevaste.
De la.segunda ruta he de decirte que la.foto del puente es.espectacular, me gusta mucho. De las caidas mejor no hablar mucho, lo importante es que hayan sido sólo un pequeño golpe y sin importancia.
Pues nada, voy a ver si publico la «serrana» para el sábado, que fue una gran ruta.
Nos vemos este finde.
Un abrazo...Edu
Todas las rutas cuentan, pero la del Martes fue genial. Muy buena tirada de kilómetros con sube y baja y rompe piernas. En fin, que te voy a contar a ti que no sepas de esta ruta que tantas veces hemos hecho.
ResponderEliminarTeo y Nino, ambos, se probaron de sus dolencias, Teo de su rodilla y Nino, de sus isquiotibiales..., se portaron como campeones, ni resentirse ni nada de nada.
En cuanto a la ruta del Jueves, pues estaba claro que no se podía continuar con ella. Tres avisos eran más que suficientes para entender que lo mejor era volver a casa tranquilamente.
Un saludo.
El martes te comenté que deberías venir a Peñascosa ya que no ibas a la playa, pero lo tenías claro aunque te tentaba la idea. No quise insistir porque cada uno sabemos nuestros límites y debe decidir. Lo que siento es que hiciese peor día en Albacete que en la sierra, y te encontrases las aceras heladas y peligrosas. Se dice que el hombre es el animal que tropieza dos veces con la misma piedra, pues bien ahora hay que decir que no son dos sino tres a la vista de tus caídas. Celebro que saliste indemne por fortuna, que toda caída en bici deja huella en el cuerpo y en el orgullo jajaja, y si no que me lo digan a mí que se perfectamente donde he mordido el polvo. Cuando vuelves a pasar de nuevo por el mismo sitio te viene a la cabeza “…. menudo hostión me metí aquí, jaja”
ResponderEliminarJa, ja, ja, Nino, tienes toda la razón en las dos cosas. Primero en la de Peñascosa, que es cierto que me tantaba bastante, pero sé positivamente que llega un momento en que dejo de disfrutar y paso a penar y a sufrir y es en este momento, cuando dejo de divertirme en la bici. Por el peso, me cuesta una barbaridad subir...., bueno..., cuestión de bajar de los 100 kilos, je, je, je.
ResponderEliminarEn cuanto a las caidas, fueron 3..., claro que a la tercera...., como dicen...., va la vencida y para mi se terminó la ruta.
Un saludo Nino.