Rutas en miércoles: Chinchilla y la senda Perdida

Buenos días.

Nueva senda
 Es asombroso que después de tantos años aún podamos encontrar sendas nuevas en Chinchilla, y es que, el pasado miércoles Pedro Lara R. nos llevó por una senda cuyo trazado está algo escondido, entre pinos y por donde corre el agua haciendo que cambie el trazado después de cada tormenta.
De hecho no la hemos bautizado todavía, así que, dado que es una senda escondida, casi nada transitada y que varía con el tiempo, le viene al pelo el nombre de "Senda Perdida".

Ruta
 Así que estaba claro que en esta ocasión la ruta la llevaba Pedro Lara R. desde el comienzo; nada menos que Nino, Teo, José M. y éste que suscribe nos apuntamos a la cita del miércoles, y con puntualidad manchega a las cinco en la esquina de El Corte Inglés nos dimos cita.

 El viento nos ayudó en los primeros kilómetros, máxime, cuando todos los caminos que parten hacia la sierra de la Cabrera están arreglados y permiten rodar a buen ritmo.

 Una vez que alcanzamos las canteras del cerro de la antena, nos fuimos hacia el Pozo de la Peña, desde donde nos dirigimos hacia Chinchilla por el carreterín, pues aunque los días van alargando, tampoco teníamos demasiado margen antes del anochecer.

Buscando la senda
 Desde la zona de las barbacoas tomamos uno de los camino adyacentes que nos iban a llevar al encuentro de la nueva senda, y es en este punto donde no hay ningún tipo de carril marcado todavía, por lo que se hace algo complicado el encontrar el inicio de la senda.

  Pedro Lara R. como buen explorador, hizo las tareas de guía y al cabo de unos instantes apareció el carril de la senda Perdida, una senda muy fácil apenas sin obstáculos muy sencilla de hacer, y con la única pega de las ramas de los árboles que pueden darte en la cabeza.

En el mapa os he puesto la ruta que nosotros hemos seguido para poder hacerla, ya os digo que es sencilla y en la que acabas con muy buen sabor de boca; podéis ver dos marcas, una de inicio y otra de fin.

Vuelta a casa
 Terminada la senda el sol empezó a ponerse, con lo cual entendimos que lo mejor era hacer un par de cuestas más y volver para casa.

 Poco a poco fuimos tomando de nuevo la dirección Este, hacia Albacete, y poco a poco el viento se fue dejando notar conforme abandonábamos las sierras chinchillanas.

 Como ya os estáis imaginando la ruta acabó muy bien, con una tirada de unos 45 kilómetros y con una cerveza de los campeones en La Estudiantina.

 Para este fin de semana tenemos de nuevo amenazas por vientos fuertes...¡pues esta vez no nos va a pillar Eolo! jajajaja

 Aquí os dejo el enlace a todas las fotos y como no, la ruta.

Un saludo...Edu

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