De Híjar a Alcadina por la ribera del río Mundo

Buenos días.

 Son muchos los propósitos que nos marcamos desde un principio en este blog, de modo que todos ellos de una u otra manera servirían para dar a conocer el patrimonio de Albacete. En ello seguimos, y en esta ocasión os voy a narrar una pequeña ruta para hacer a pie con los más "peques", asequible para todo el mundo y que partiendo de Híjar llega hasta la aldea de Alcadina.

 Híjar es un pequeño pueblo situado en las márgenes del río Mundo que cuenta, según el censo de 2017, con seis habitantes; otro ejemplo más de la despoblación paulatina e inexorable de nuestros pueblos serranos y ante la cual, es prácticamente imposible hacer nada. En cuanto a Alcadina el panorama es aún más descorazonador, no hay nadie. Ambas aldeas pertenecen a Liétor, y dicho sea de paso, todos son nombres de origen árabe pues aquí la huella islámica fue bastante notable.

Cañón del río Mundo

 Desde su nacimiento en los Chorros, el río Mundo discurre encajado en un barranco de escarpadas laderas con alturas entre 200 y 250 m, hasta llegar a las inmediaciones del pantano de Talave, donde poco a poco se va abriendo a unas márgenes mucho menos acusadas.

 Son varios los puntos por los que hemos andado y que os hemos recomendado: Los Alejos, Los Vizcaínos, San Martín, Royo-Odrea, Ayna, Liétor...y ahora uniremos Híjar y Alcadima.

 A quién no conozca esta zona, estoy seguro de que la primera vez que se deje llevar por estos caminos va a quedar muy gratamente sorprendido, sin duda alguna.

La senda

 Una vez que llegamos a Híjar, vemos como aquí el barranco se abre un centenar de metros, y eso permitió el establecimiento de este pequeño pueblo.

 El río, en el centro del barranco, es el protagonista de toda la excursion, pues la senda que va desde Híjar hasta Alcadina transcurre por la margen izquierda del mismo. Es una senda fácil, perfectamente señalizada, y que se corresponde con un antiguo camino de herradura que unía ambas aldeas.

 La longitud es de unos 3 kilómetros aproximadamente, por lo que es muy apropiada para que los más pequeños se vayan aficionando. Eso sí, en algunos puntos la senda "camina" por los laterales del barranco, ¡ojo con los vértigos!

 Conforme vamos avanzando podremos encontrar pequeños cultivos, ya abandonados, de olivos, almendros, granadas, higueras y algún que otro tablar de huerta. Es curioso como el hombre ha llegado a adaptarse a cualquier entorno, y como poco a poco, estamos ahora adaptando el entorno para nuestro provecho.

Alcadina

 Llegamos por la senda hasta la aldea de Alcadina, un pequeño grupo de casas donde ya no vive nadie, en el que el pilón sigue funcionando, donde no hay más de tres calles y donde el murmullo del río es constante.

 Aquí la arquitectura responde a las directrices de construcción de la zona: edificios de piedra y adobe, pequeños patios, rincones a la sombra...es una pena que todo esto vaya a desaparecer, pero es muy difícil vivir en sitios tan apartados de todo, sin ir más lejos, en este caso tan sólo existe una pequeña y serpenteante pista de tierra que nos comunica con Ayna si es que queremos acceder con nuestro vehículo.

 La vida aquí era distinta a lo que nosotros conocemos, los tiempos y las prisas se medían por otros baremos. Supongo que uno no tendría más remedio que ser más independiente en todo, aquí, vivir del fruto de tus manos era una obligación, no una devoción, pero estoy seguro de que muchos de los que vivieron entre estos muros seguramente no quisieron abandonarlos nunca.

Castillo de Hijar

 De vuelto a Híjar, si tenemos tiempo aún se puede buscar el antiguo recinto amurallado con una pequeña torre, aunque bastante deteriorado. En  las Relaciones topográficas de Felipe II afirman que allí existía "vn edificio de castillo, que paresce auer sido hecho de tienpo de moros y que paresce

estar hecho de cal y arena y tapia real".

 Y es que, a lo largo del cañón del río podemos encontrar los castillos de Los Vizcaínos, Ayna, Híjar y Liétor...aunque deberíamos decir, mas bien los restos. Los efectos de las conquista de Alcaraz entre 1213 y 1242 tuvieron una repercusión muy negativa en todos estos enclaves, en los que tuvo lugar un despoblamiento durante la época bajomedieval.

 Os recomiendo la lectura del libro "La villa santiaguista de Liétor en la baja Edad Media" de Miguel Rodriguez Llopis para poder entender mucho mejor la evolución de toda esta zona en aquella época. Como siempre, en la web del IEA podéis encontrar el texto completo.

 Poco más os puedo contar, simplemente que disfrutéis de la excursión, y como siempre, aquí os dejo el enlace a todas las fotos y un mapa de situación.

Un saludo...Edu


Añadido en 12/02/2019. Creo que es muy interesante la crónica http://lospueblosdeshabitados.blogspot.com/2012/11/alcadima-albacete.html?m=1 donde se habla precisamente de este pueblo. Es muy descriptiva y además en los comentarios participan personas que han vivido allí.

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