Buenos días.
La cordialidad se define como aquello que es afectuoso, amable y sincero. No hace mucho pude oír a Eduardo Mendoza, uno de mis autores actuales preferidos dicho sea de paso, que el español si se distingue de otros es precisamente por su cordialidad, y estoy plenamente de acuerdo.
¡Vaya! estoy seguro de que como buenos españoles ya habrá alguno pensando justo lo contrario, pero eso también forma parte de nuestra idiosincrasia; lo cierto es que somos personas cordiales en su gran mayoría, aunque siempre habrá alguna excepción...que le vamos a hacer.
Y además, que no le voy a quitar la razón al autor de "Sin noticias de Grub", una de las novelas humorísticas más divertidas que he podido leer nunca. Para todos aquellos que no hayáis tenido la oportunidad de hacerlo, os recomiendo que ahora mismo vayáis a la biblioteca más cercana y adquiráis un ejemplar, os aseguro que en un par de días "el libro cae"...ja ja ja
¿Y a qué viene tanta cordialidad al inicio de la crónica? Pues ayer pudimos comprobar otra vez como la gente de este país es cordial...somos así.
Tamos
La ruta la iniciamos Teo, Nino, Pedro Sotos, Pedro Lara R. y éste que suscribe, que con puntualidad manchega nos vimos las caras a las cinco de la tarde en la rotonda de Tamos.
Salimos en dirección la finca de Miralcampo, y en esta ocasión el viento nos ayudó algo pues venía del sur, así que rápidamente alcanzamos el paraje desde el cual, en un par de kilómetros, se llegan a los primeros encinares de la zona de los Yesares.
El encuentro
Parada técnica a hacer agua menores y hete aquí que nos encontramos a un señor por aquellos campos, venía de hacer labores de mantenimiento en el campo y estaba acompañado de su perro. Estuvimos charlando durante unos cuantos minutos, de todo un poco: de la temperatura, de la lluvia, de la bicicleta...este señor acabó indicándonos donde se alojaba, nos ofreció su casa, agua, las herramientas en caso de que tuviéramos cualquier problema cualquier día y no sé cuantas cosas más. Agradecidos que somos, que menos que dedicarle unas líneas a la gente que es así, cordial.
Terminado el agradable encuentro, nos fuimos derechos hacia Los Yesares, y si el pasado domingo estaba algo peligroso por tanta piedra suelta, en esta ocasión hemos podido comprobar como han arreglado el camino, terraplenando e igualando el trazado, pero con la pega de que no han pasado una compactadora por los arreglos que han practicado, lo que obliga a ser todavía más precavido merced a los bancos de tierra que se va uno encontrando, ¡Ojo! Que está peligroso.
Barro
Ya en las márgenes del río, terreno de Pedro Sotos, nos llevó por algún que otro camino hasta llegar a las Mariquillas, desde donde partimos en dirección a El Torcío. Al cabo de unos tres kilómetros desde las Mariquillas parte una pista que te sube de nuevo a la meseta para abandonar la depresión del río.
Y aunque no ha llovido, he de decir que nos pusimos muy bien de barro...supongo que la escasez de lluvias hace que algunos ya estén dando algún riego, porque estaba el camino con unos cuantos charcos y claro, siendo de noche justo el momento en que todos los gatos empiezan a ser pardos, pillamos alguno que otro charco.
Vuelta a casa
Una vez arriba pusimos rumbo a casa por la vía auxiliar de la carretera de Mahora, pues el trazado es supertranquilo y no hay ningún tipo de obstáculos. El viento nos dio algo de cara pero con poca intensidad, en todo caso, lo que sí hizo es que notáramos como la temperatura empezaba a bajar a base de bien.
Esta vez sí que hubo cerveza de los campeones, ¡como no! Siempre he dicho que ese momento, el de la cerveza entre compañeros, también pertenece a la ruta y no hay que dejar nunca de completarla...je je je...Por cierto, para ser miércoles y ser seminocturna, acabamos con 52 kilómetros, lo cual está bastante bien.
Como siempre y es de agradecer, buena crónica de una ruta muy maja y con majos compañeros. No creo que se pueda pedir nada más ni nada mejor, salvo las cervecitas de los campeones, que no hay que dejarlas ni olvidarlas.
ResponderEliminarSaludos.
La ruta fue muy buena, tranquila, con buena carga de kilómetros y sobre todo, cordial...jaja ja
EliminarLa temperatura se dejó notar al final, con un frío algo húmedo, pero llegamos a casa en el momento justo, el de las cervezas de lo campeones...oleeeee
En fin, amigo, que mañana nos espera una ruta muy apetecida y que a.buen aeguro va a hacer las delicias de los presentes. ¡Tú la llevas!
Un abrazo...Edu