Buenos días.
Para empezar
Que el fin de año lo hacemos subiendo montes ya es conocido por todos los seguidores de este blog; lo cierto es que es una manera estupenda de acabar el año, cada pedalada hacia arriba, cada cima, cada descenso, siempre aporta algo especial a la ruta y creo, sinceramente, que si además se hace la ruta con buena compañía, pues que como decimos por esta tierra, "miel sobre hojuelas".
Lo cierto es que nuestra sierra, la de Albacete, siempre nos ha dado grandes rutas. Somos del llano, eso es innegable, y aunque Chinchilla siempre lo tenemos ahí cerca, nuestro horizonte es una especie de línea recta inacabable, así que no es de extrañar que para acabar el año nos demos un buen homenaje de montes.
Inicio de la ruta
Y ya metidos en harina, el pasado viernes 29 de noviembre, nos vimos las caras nada menos que el ínclito Teo, el gran Nino, y éste que suscribe, que bastante tiene con aguantar estas rutas con semejantes "bestias pardas".

La idea era llegar con el coche hasta El Jardín y desde allí, hacer una ruta circular por la zona del Santuario de Cortes, Peñascosa y río Arquillo, para acabar de nuevo en El Jardín, y así de paso darnos un homenaje en forma de buena comida al terminar la ruta.
Con puntualidad manchega nos vimos las caras para cargar las bicicletas y a eso de las 8:45 ya estábamos preparados para empezar la ruta, allá en El Jardín, no sin antes tomar algo caliente y de paso encargar la comida, nada menos que un guisado de costillas...lo cierto es que la ruta empezaba a apuntar buenas maneras.
Hasta que los cuerpos se desperezaron pasaron unos cuantos kilómetros, los justos como para poder hacer a buen ritmo el puerto de El Robledo, que aunque es muy tendido pues era la antigua vía del tren, lo cierto es que tiene una longitud considerable, y si además añadimos algo de viento de cara, pues la cosa se complica algo, pero poco, no crean.
Puente ferrocarril
Una vez que cubrimos el puerto, en la parte alta existe una pequeña meseta donde es fácil avistar cabras montesas...y mire usted por donde que nos encontramos un rebaño donde pudimos contar nada menos que hasta catorce ejemplares.
En fin, que desde aquí comienza la bajada hasta la zona de los puentes del ferrocarril, donde tenemos uno en el que siempre hacemos parada, y es que ciertamente, es una de esas obras civiles de ferrocarril que merece la pena observar, así como la vista que existe desde la zona de descanso aledaña a la construcción, pues permite divisar a escasos kilómetros el siguiente punto importante de la ruta.
Santuario de Cortes
Una vez que se llega al cruce con la carretera nacional que une Jaén con Albacete, comienza la ascensión al puerto que corona en Peñascosa. No es nada complicado y basta con mantener un ritmo sencillo para que los kilómetros vayan cayendo uno detrás de otro.
Además, al cabo de unos tres kilómetros está el Santuario de Cortes, parada obligada de este grupo y al que no sé cuantas veces hemos ido ya...y al que seguiremos yendo, se lo aseguro.
Ya hemos hablado largo y tendido de este santuario y hasta el origen del curioso nombre, así que os dejo el enlace a la crónica "Ruta al Santuario de Cortes" por si tenéis la curiosidad de saber algo más del santuario.
Peñascosa
Reanudamos la marcha a buen ritmo, y en la continuación de la ascensión Teo se fue destacando...lo cierto es que Nino se quedó conmigo para marcar un buen ritmo, cosa que agradecí sobremanera, pues aunque llegué "justito" a Peñascosa, parece que lo hicimos en un tiempo bastante aceptable, tanto que tuvimos tiempo de parar en el restaurante de la carretera para darle algo de gusto a los estómagos...había niebla y el frío empezada a notarse.
Tampoco es que nos diéramos un almuerzo tremendo, pero sí lo suficiente como para tomar alguna que otra caloría y descansar un poco las piernas; aún nos quedaba una buena parte del recorrido y aunque íbamos en hora, nunca se sabe...
Río Arquillo
Bajando por una pista que pasa por el lateral de la plaza de toros tomamos la carretera que parte hacia Masegoso, y al cabo de unos instantes un camino que sigue la margen del río Arquillo, cambiando constantemente de orilla, y que transita entre encinas, álamos, escaramujos, fresnos, pinos, quejigos y no sé cuantas especies más.
La ruta adquiere un perfil netamente descendente, pasando por las aldeas Zorío y Cerroblanco, zona en la que Nino destapó el bote de las esencias y donde empezó a hacer subir la media de velocidad que llevábamos en esos momentos. Tan sólo algún que otro charco, merced a las últimas lluvias caídas, nos hizo ralentizar la marcha.
Eso sí, para estas alturas de la ruta y con el estómago agradecido tampoco es que me quedara yo atrás, ¡no todo va a ser penar! jajajaja

Ya cerca de la laguna, en uno de los cruces del río, no existe puente alguno, con lo que es necesario meterse en el agua. Supongo que en verano no pasará de mojarse algo la rueda, porque lo que es ahora, nos metimos en el agua hasta la altura de las espinillas, las botas acabaron llenas de agua y los pies helados...¡no pasa nada! Se aprieta más y así se seca el agua con el viento que te va dando...ja ja ja
Las Pinturas Rupestres
En un paraje muy próximo a las laguna del Río Arquillo se encuentra un abrigo de montaña, en el que hará unos 6000 años antes de Cristo, nuestros ancestros se dedicaban a la caza y a la pesca, y donde dejaron un pequeño grupo de pinturas rupestres.
Tan sólo se pueden distinguir tres figuras en la actualidad, un ciervo, un hombre y lo que parece ser una especie de cabra montesa: os aseguro que es un placer el poder ver como después de tanto tiempo todavía podemos ver las huellas de aquellos primeros pobladores de estas tierras. Os dejo las fotos, no penséis que se trata de un cueva entera llena de figuras, ni mucho menos, pero después de 8000 años creo que merecen nuestro respeto (lo hicieron sin móviles y sin internet, ¡hay que ver!).
La laguna del Río Arquillo
La laguna del río Arquillo es un paisaje inesperado, azul y profundo, muy profundo, llegando a algo más de ocho metros en algunos puntos. en diciembre del año 2000 se declaró como Monumento Natural y 522 hectáreas de este paraje están protegidas.
Creo que las fotos hablan de nuevo por sí solas, muchísima agua y un paisaje realmente bonito...así me gustan las rutas...ja ja ja
Por el camino del Quijote
Esa fue nuestra última parada, nos quedaba la última cuesta de la mañana y desde ese punto más elevado de la zona, un descenso hasta la vía verde que nos llevaría como un tiro hasta El Jardín...y ese fue mi momento de la mañana, ¡alguna vez tenía que ser! Porque lo cierto es que llevaba muchas ganas, me encontraba cómodo y mis compañeros estaban detrás de mí...que más se puede pedir...en fin, que la velocidad subió hasta algo más de los 30 km/h y que los kilómetros empezaron a caer uno detrás de otro sin solución de continuidad...como siempre decimos por este blog, en un pis pas nos plantamos en El Jardín...¡donde nos aguardaban unos platos de guisados de costillas estupendos! Se lo puedo asegurar.
Poco más os puedo contar, tan sólo que cubrimos una distancia de unos 69 kilómetros, con algo más de 1000 m+ de acumulado a una media próxima a los 17 km/h.
Como siempre, aquí os dejo el enlace a todas las fotos y claro está, la ruta.
Saludos...Edu
Menudo trío os habéis juntado de bueno. Buena ruta amenizada con muy buenas fotos y mejores pinturas rupestres.
ResponderEliminarLa verdad es que se ve todo muy salvaje y en cuanto a la Laguna del Arquillo, está a rebosar, parece mentira lo que hace la lluvia...
Una ruta serrana de las que a ti te gustan y ya va alguna que otra en los últimos meses. Te vas a salir este año para finalizar el ídem.
Saludos Edu.
Lo cierto es que la compañía fue realmente buena, si además metes en el mismo saco una buena ruta y el paisaje como estaba, pues claro, salen rutas de las que uno se queda prendado desde el primer momento.
EliminarA ver si tengo suerte y antes de que acabe el año me hago unas cuantas más, que tengo ganas de subir montes...ja ja ja
Por ahí tengo preparada alguna que otra, a ver si hay suerte y en cuanto coja vacaciones estoy dándole al pedal en la sierra.
Por cierto, que la laguna estaba tremenda de agua, así da mucho gusto de verla, la verdad que sí.
Hablamos para esta semana.
Un abrazo...Edu