Sin duda alguna la bicicleta es la mejor de las opciones para recorrer los caminos de este país, hay mucho por ver y no hace falta llevar mucha prisa pues tiene uno que empaparse de todo lo que le rodea. Tanto es así que casi podríamos asegurar que el mensaje de la "épica ciclista" es una pura falsedad, no existe, todo es marketing...¡si lo hacemos es porque nos gusta! (aunque es cierto que en muchas ocasiones, cuando la pista tira hacia arriba y ya llevas 2000m+ de acumulado te acabas preguntando eso de, "¿y qué hago yo aquí?").
La libertad del ciclista es precisamente esa, la de elegir tu senda, tu meta... aunque también es cierto que en algunos lugares de este país cada vez existen más caminos cerrados al transeúnte, bien a pie, bien en bicicleta, y que curiosamente son caminos públicos...eso me suena a otros tiempos, "el camino es mío desde hoy por aquí no pasa nadie", "oiga, que el camino no es suyo"..."pues desde ahora sí". Tristemente, algunos descerebrados incluso siembran los caminos de trampas y de manera indiscriminada, tanto, que han llegado a acabar con muchos compañeros en silla de ruedas, o lo que es peor, fallecidos.
Así que, la foto de la portada de hoy va por todas aquellas personas que de una u otra manera han tenido que sufrir en sus carnes esa situación, bien sea por accidente, bien sea por el tener que discutir con el descerebrado de turno.
Y dicho esto, vayamos con la ruta del pasado domingo 8 de diciembre, otra vez en la niebla y otra vez por Chinchilla.
Si algo tenemos de decir de Chinchilla y a colación de lo anterior, es que nunca hemos tenido por aquellos caminos el menor problema: se ve que hay sentido común por quienes cuidan de aquellas tierras y por quienes las circulamos, aunque seguro que hay alguno que no pensará así, pero bueno, de todo tendrá que haber en la viña del señor.
Nos vimos las caras Pedro "GPS" Lara, Coronado y éste que suscribe a eso de las ocho y media en la esquina ECI, el lugar de encuentro obligado si es que la ruta parte en dirección a Chinchilla. La niebla era cerrada, espesa, de esas que se puede casi cortar con el cuchillo, así que con la humedad metida en los huesos nos pusimos manos a la obra, a pedalear hacia Chinchilla por la vía auxiliar del AVE, la manera más rápida y práctica de llegar a aquellos montes, sin duda alguna.
La ruta fue bastante sencilla, partiendo de la senda de la cantera ganamos la senda del agua en sentido ascendente hacia la zona de la senda del "Open", la que tomamos en su zona superior para hacerla en sentido descendente. Lo cierto es que la niebla seguía ahí, con nosotros, pero dado que empezamos a subir montes parece que poco a poco fue desapareciendo el frío; es lo que tiene subir cuestas.
Terminada la senda del "Open" volvimos otra vez a la del agua, y de nuevo en sentido ascendente hacia el llano de las Gallinas. En este punto tuvimos que detener la marcha pues vimos un fenómeno de nacimiento de setas bastante curioso, en forma circular...la explicación es bien sencilla, y debemos pensar en la copa que tiene el pino (del tipo Pinus Pinaster), es de forma cónica y por la tanto la sección inferior es una circunferencia: cuando el árbol recoge el agua de lluvia o de la niebla, las gotitas van cayendo de acícula en acícula hasta desplazarse a la parte exterior-inferior, el resultado es un nacimiento de setas circular. Evidentemente, no fue la única seta que vimos, ahí os van algunas fotos más.
Terminada la sección micológica, todavía tuvimos tiempo de hacer un par de sendas más por aquella zona hasta que decidimos que iba siendo hora de acercarnos por La Bodeguilla para dar cuenta del correspondiente almuerzo dominical.
Como siempre todo estuvo a la altura que se esperaba, y como ya he señalado otras veces, hay que reconocer que el pan que ponen es una auténtica exquisitez, especialmente hecho por ellos para estos menesteres...¡no digo más!
En fin, que terminado el almuerzo decidimos que aún teníamos ganas de subir hasta la zona del castillo para ver los restos de la niebla desde la zona superior del pueblo; creo que las fotos hablan por sí solas.
Poco más os puedo contar, terminada la senda lateral del Castillo decidimos volver por nuestros pasos y poner dirección hacia Albacete, ya que era una hora más que prudente para realizar la vuelta. Un día que dio mucho de sí y en el que cubrimos unos 52 kilómetros de niebla y de Chinchilla.
Un abrazo...Edu
Bueno..., pues que decir de un día que, a priori se presentaba como el anterior, con niebla y mucho frío y que luego..., a lo largo de la ruta cambió.
ResponderEliminarEl frío y la niebla, mucha niebla por cierto, más que el día anterior, en ningún momento cesaron, pero si las ganas y la actitud era otra..., la de ciclar hacia Chinchilla para hacer una ruta con sendas y alguna subida, a pesar de que el terreno estaba muy pesado y esponjoso.
Lo de las setas y el paisaje..., en fin, lejos de ser una anécdota fue algo digno de ver y de fotografías, teniendo como colofón una buena ruta con buen almuerzo y buenas cañas a final.
Las fotos como siempre, dignas de comentario, sobre todo la introducción.
Saludos Edu.
Es cierto que la foto de la entrada de la crónica es una pasada, a veces se nos presentan buenas fotos en los sitios menos sospechados, una simple valla por la que circulas día sí, y día también, y sin embargo esconde algo, un pequeña imagen, pero que cuenta muchas cosas.
ResponderEliminarLo de las setas es que es realmente curioso, ese nacimiento en forma circular...aunque más bien habría que decir en forma de "sección circular inferior de la copa de árbol"...¡cosas del monte! jajajajaa
Buena ruta, ya lo creo que sí.
A ver si este miércoles nos damos otro homenaje.
Un abrazo...Edu