Mastines, Coronado y un aljibe

Buenos días.

 Ayer miércoles, 21 de febrero, nos tocó hacer la "ruta de los mastines": un camino que además de tener un recorrido que hace tiempo que no repetíamos, tiene su punto fuerte en la finca que da nombre al trazado.

 Y es que, si ya hace años que venimos comentando que es una ruta peligrosa por los perros sueltos que se encuentran en el trayecto, no vayan a pensar vuesas mercedes que la situación ha mejorado...todo sigue igual y el paisano, dueño de la finca que linda con el camino público, todavía sigue sin poner remedio alguno, literalmente le importa un comino.

 En fin, que para la ruta de ayer nos vimos nada menos que Pedro Lara R., Teo, Coronado y éste que suscribe, y que con puntualidad manchega nos vimos las caras en el puente de Madera a eso de las cinco de la tarde. Este punto es ideal para iniciar esta ruta, pues se sale desde aquí hacia el carril bici, el cual se toma hasta llegar a Tinajeros.

 Cuando el viento sopla de componente Norte, esta es una buena ruta pues los primeros kilómetros se hacen contra el viento, pero el trazado discurre por el carril bici lo cual asegura una buena media de velocidad merced al buen estado de la carretera.

 Al llegar a Tinajeros se toma un desvío que nos lleva hacia La Felipa, y aquí el viento ya empieza a dar de costado, con lo cual deja de molestar bastante.

 En este punto, tuvimos el primer encuentro con un mastín, sólo que esta vez el perro estaba sujeto por su dueño y no parecía que el can estuviera dispuesto a comernos vivos, tan sólo quería jugar...¡con Coronado! Tanto es así que el perro sólo tenía ojos para él, de modo que al pasar junto al perro, éste se le abalanzó...menos mal que como he dicho antes, el perro estaba bien sujeto por el dueño y además tenía las uñas cortadas.

 Al llegar a La Felipa se toma un camino que marcha directo hacia la sierra Procomunal,  discurriendo por la parte externa de la valla del campo de maniobras que allí tenemos. En la primera finca que se cruza tuvimos un segundo encuentro con otro can, sólo que este estaba muy alejado y aunque en un principio hizo ademán de salir a por nosotros, se ve que optó por abandonar la carrera dada la distancia.

 A continuación se sube un pequeño monte donde en su parte más alta, decidimos detenernos para poner en marcha las luces y de paso, pensar en que unos cientos de metros más abajo nos aguardaban los mastines de la finca de ganado; así que lo mejor en estos casos es no correr demasiado, juntarse mucho, no tener miedo y pasar por su lado como si la cosa no fuera contigo...pero ni por esas...y es que el pobre animal está suelto, es un mastín que parece un león, y al pasar Teo y yo parece que incluso se amansó...pero no contábamos con que detrás iba a pasar Coronado junto con Pedro, y ese tipo de afrentas para estos simpáticos animales es mucho, y claro, a la altura de Coronado el pobre animal no tuvo más remedio que encararse con nosotros y salir enseñando dientes..¡menuda fiera! ¡y a este además no le habían cortado las uñas!

 En fin, que casi nunca pasa nada, pero el día que pase lo que todos esperamos, alguien debería arrepentirse mucho, pero muchísimo, y tendría que pagar por la irresponsabilidad tan grande que está cometiendo. No se puede consentir que ese tipo de animales campe a sus anchas por cualquier lugar. Y la culpa no es del animal, es del dueño, no nos cabe la menor duda.

 Y terminada la subida de adrenalina,  pusimos la directa hacia Albacete no sin antes parar en una finca que posee un aljibe paradigmático, y en el que es bueno detenerse unos minutos para comprender el funcionamiento de estas obras.

 Terminada la visita nos tocaba apretar un poquito pues habíamos quedado con Nino para tomar una caña y de ese modo poder ver como va su recuperación, que es lenta, por supuesto, pero que va avanzando poco a poco...paciencia, amigo Nino.

 Poco más os puedo contar, tan sólo que realizamos una ruta de 45 kilómetros, cargada de adrenalina en algunos momentos pero que es un trazado que está muy bien para los miércoles. 

 Importante, abstenerse de realizarla si va uno sólo...ese perro tiene mucha mala leche.

 Aquí os dejo el enlace a todas las fotos y como no, la ruta.

 Un saludo...Edu

Para saber: Aljibe

 El término aljibe lo tomamos prestado del árabe para poner nombre a un tipo de construcción de almacén de agua, normalmente destinado al agua potable, y que se ha venido usando desde los íberos (al menos) en toda esta zona de la península.

 Romanos y árabes fueron perfeccionando la arquitectura de este recinto tan singular del que merece la pena conocer algo más, pues no en vano ha sido utilizado hasta el siglo pasado regularmente, y todavía lo seguimos utilizando incluso en las construcciones más recientes, pues se trata simplemente de recoger agua de lluvia mediante el uso de ciertas técnicas especiales.

 El elemento común en todos los aljibes, sean de la civilización que sean, es el presentar un suelo de piedra, y unas paredes y bóveda de ladrillo (depende de la época, claro está). Dado que su uso fundamental es la de almacén de agua potable, se han utilizado ciertas mezclas de materiales para recubrir el interior y así evitar la putrefacción del agua, como por ejemplo: arena, cal, óxido de hierro, resina del lentisco y arcilla roja.

 El mantenimiento de estas instalaciones es fundamental y al menos un par de veces al año se hace necesario realizar algún tipo de limpieza, es por esto que estas construcciones suelen incorporar algún tipo de escalera de acceso.

 Dado que el agua que se recoge procede de la lluvia, es muy importante el realizar algún tipo de obra previa para que los sólidos puedan decantarse antes de que el agua llegue al aljibe. Los pozos de decantación o las obras para minorar la velocidad del agua son las principales técnicas utilizadas. Como podéis ver en la foto, aquí os mostramos un pozo de decantación para que la arena se deposite en él, con una reja de acceso para evitar que la maleza sea arrastrada por la corriente (de echo como podéis ver, todavía funciona).

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