La ruta que os presento hoy es bastante más dura que lo realizado hasta el momento, pues tiene una longitud próxima a los 55 km y el acumulado se acerca a los 2100 m+. Eso sí, es perfecta para poder conocer todo un entorno privilegiado y de paso visitar algún que otro pueblo como son Cañada del Provencio, Vegallera, Río Madera y el Batán del Puerto.
Cuando hace calor y uno va solo en la bicicleta lo mejor es armarse de paciencia y llevar un ritmo constante pero cómodo, hacer las paradas necesarias, hidratarse frecuentemente y comer lo necesario. Si además añadimos cuatro puertos de montaña como los del trazado que aquí os presento, el ahorrar unos gramos de energía para el final del recorrido es vital.
Tal y conforme entiendo el ciclismo, en días así, lo importante no es hacer unicamente la ruta, creo que es también lo es el que por la tarde puedas estar con los tuyos y no "tirado" en el sofá, descansando de un esfuerzo que quizá no tenías que haber realizado con tanta generosidad. Así que con estos mimbres me puse en marcha, eso sí, a una hora relativamente temprana pues el día iba a dar mucho de sí.
La salida de la ruta la tomé en dirección a la Cañada del Provencio por la carretera que sale desde El Laminador. Esta carretera asciende gradualmente hasta coronar el primer puerto de montaña. Si leísteis la primera crónica esta carretera va por la ladera del cerro del Helechar ascendiendo el puerto hasta llevarnos a la pista forestal que sube a la cumbre de dicho cerro.
En nuestro caso continuamos por la carretera en un descenso vertiginoso a través de una carretera preciosa, rodeada de árboles y que nos lleva derechos a la Cañada del Provencio, una aldea en la falda de uno de tantos montes y que vigila una pequeña llanura que queda frente a él.
Aquí empieza el segundo puerto del día, fácil y que pasa por el lateral del pueblo hasta ir dejándolo abajo poco a poco. En estos momentos vamos camino de Vegallera y en breve, una vez que coronemos el puerto, podremos verlo en la falda del siguiente monte. Nuevo descenso y nuevo ascenso, sólo que en esta ocasión pasaremos por el centro del pueblo cuando estemos en plena ascensión.
La subida es más exigente que la anterior y si hace mucho calor no es mala idea parar en una de las fuentes del pueblo. En mi caso, lo hice en una donde el agua salía muy fresca y pude estar un rato tomando de nuevo fuerzas. Al salir del pueblo cogí una pista que continúa ascendiendo el monte de Vegallera, y donde nos aparecen señales de la red de caminos Verdenace. En nuestro caso tomamos la variante que nos permitirá llegar a Río Madera.
Cuando terminas este tercer puerto llegas a una meseta donde es mejor que te funcione el GPS, pues aparecen varios caminos y el no llevar el correcto puede hacer que te pierdas por allí arriba fácilmente. El camino transcurre por la parte alta del monte hasta llegar a Río Madera donde encontramos un barranco con uno de los afluentes del río Madera al fondo del mismo, y con una bajada absolutamente vertical, en la que hay que circular extremando la precaución pues además de ese enorme porcentaje, el terreno está bastante suelto. Cuando alcanzamos la parte baja del barranco, dejamos la pista forestal y volvemos a tomar una pequeña carretera, desde Río Madera en dirección Batán del Puerto.
Los paisaje aquí nos van a sorprender, sin duda alguna, pues los barrancos están cubiertos de vegetación y coronados todos ellos por enormes muelas de piedra, que hacen de todo este lugar un sitio realmente privilegiado y lo más curioso, bastante desconocido.
Nos queda el último puerto, de nuevo Crucetillas, y en esta ocasión vamos a atacar su cara norte. Realmente empezamos a subir nada más salir de la aldea Río Madera, y lo hacemos durante 14 kilómetros, pero es un puerto muy tendido con muchas zonas de descanso y sólo los kilómetros finales tienen un porcentaje duro.
La carretera que llevamos ahora es la AB-415, el camino de Riópar a Alcaraz por Vianos, una auténtica preciosidad y donde podemos seguir comprobando porque esta zona se llama la sierra del agua. Ríos, arroyos y fuentes son una constante durante todo el camino y hacen que la vegetación aquí sea exuberante.
Llegados de nuevo a la cima del puerto de Crucetillas con sus 1450 m ya sólo nos quedan dejarnos caer por todo el puerto hasta llegar de nuevo a Riópar, punto en el que finaliza nuestra ruta.
Como os he dicho anteriormente, es una ruta dura pues son unos 55 km. con casi 2100m+ a través de cuatro puertos de montaña, pero que se puede realizar tranquilamente y además técnicamente es fácil (excepto algún tramo del descenso a Río Madera).
Aquí os dejo el enlace a todas las fotos y como no, la ruta.
Una abrazo...Edu
¡joder Edu! 2.100 metros de acumulado, pasando por las Cruzetillas, que ya tienes 1.450 metros de acumulado, me parece una bestialidad y si a eso le has sumado otros dos puertos, pues que quieres que te diga........ ¡Ay Mae! Que te vas a tener que ir con Los Ginetas, que les encantas las subidas y los rampones.
ResponderEliminarMuy buena ruta, muy trabajada y no pequeña, que la tirada de kilómetros ha sido de 55 kms., que hay que hacerlos.
La subida a Cañada de El Provencio es dura, yo la hice hace algún tiempo y es tremenda, sobre todo cuando la carretera hace giros casi de 360º. No es para contarlo, es para hacer la ruta y luego hablar. SI SEÑOR...., con dos c.......nes.
Las fotos son muy buenas, muy buena luz y muy buen enfoque. Se nota que llevas un pepina de móvil, ja, ja, ja.
Espero que esta tarde os salga bien la ruta. Yo..., entre la pierna, el REDCOM 3 y demás cosas que uno hace cuando se queda en casa, sólo me queda que me deis envidia.
Saludos y vamos hablando.
Amigo mío, la ruta es una pasada, ya sabes que yendo a un ritmo tranquilo se puede hacer eso y mucho más. Y sobre todo por los paisajes, que son excepcionales.
EliminarPues una puñeta que no te pudieras haber venido ayer, lo pasamos estupendamente en una de esas rutas de llaneo que tanto le gustan a Teo.
Hubo hidratación al final, como se merece el evento...¡la próxima!
A ver si nos vemos este fin de semana.
Un abrazo...Edu