
Buenos días.
Los Reyes Magos 
 La tradición cristiana marca que en tal día como hoy, 6 de enero, tres reyes magos entregaron oro, incienso y mirra tras el nacimiento de Jesús de Nazaret. Es curioso que tan sólo figuran en el Evangelio de Mateo, y que además, tampoco eran reyes, tan sólo magos, y por si fuera poco resulta que los magos de aquella época eran los sacerdotes eruditos en el Antiguo Oriente...o sea, que ni reyes. ni magos (de los de ahora, claro está).

 Da igual, la ilusión no está escrita en ninguna parte, es un día especial y quienes lo hacemos así somos nosotros, los más pequeños, los más grandes...todos y cada uno de nosotros. Podìa ser cualquier día del año, ¡como si el día 6 de enero no dejara de ser un día más! jajajajaja. Es una excusa muy utilizada por aquellos mendrugos que siempre ven en las fechas señaladas en el calendario, una manera de reivindicar su "mendruguez". Allá cada uno, pero éste que suscribe siempre pone un poquito de ilusión cada día: en mi familia, en mis amigos y todos aquellos que me rodean.

 Y para mayor y mejor envidia de aquellos que ven un problema en las celebraciones, hemos de decir que a este grupo se nos ha regalado en la víspera de Reyes una auténtica maravilla de etapa, una delicia de las que sólo se hacen tres o cuatro veces en toda una vida deportiva, y es que pudimos rodar durante casi veinte kilómetros por la nieve...ahí es nada...la nevada no fue muy intensa y la helada de la madrugada fue lo suficientemente intensa como para compactarla de modo que se pudiera rodar por encima de ella.
 No crean que fue fácil, tantos kilómetros por encima de la nieva cansan lo suyo, y eso unido a un frío tremendo durante todo el día hizo que terminaramos agotados, pero eso sí, con una sonrisa de oreja a oreja.
La Ruta
 Lo dicho, el día 5 a eso de las ocho en punto de la mañana, nos vimos 
nada menos que Alfonso, Coronado y éste que suscribe, en la esquina de El Corte Inglés, desde donde partía la ruta hacia Chinchilla pasando por la vía 
auxiliar del tren AVE, que es sin duda alguna lo más rápido para llegar a
 la sierra Procomunal.
 En honor a la verdad, son dos compañeros excepcionales los que llevé ayer,
 y es bueno reconocer que en ningún momento de la ruta pusieron pega 
alguna, más bien al contrario. Así de gusto hacer ruta.
 El frío hasta llegar a las proximidades de Chinchilla era muy intenso, pues durante ese trayecto además de estar constatemente a -5º C de temperatura, una niebla bastante intensa nos acompañaba, con lo que llegaron incluso a cubrirse de hielo nuestras prendas.
 Comenzamos la ascensión hacia los altos de la sierra procomunal por la vía más al norte, la que pega al campo de maniobras, y desde este punto la nieve no nos dejó en ningún momento mientras andabamos por esas alturas. Campos blancos, llenos de huellas de zorros, aves, conejos y alguna que otra cabra montesa hicieron que la ascensión fuera una auténtica delicia.
 Llegados al final de la primera ascensión, Alfonso tuvo que volver para Albacete pues tenía menesteres de los que no podía escaparse, así que hecha la despedida nos marchamos en dirección noreste, siguiendo la cuerda de la sierra procomunal.
 Aquí las subidas y las bajadas son constantes, no muy largas pero sí de buenos porcentajes, lo que unido a la capa de nieve y algunos tramos esponjosos, hicieron que nuestras piernas empezaran a sufrir de lo lindo. Pero como he dicho antes, circular por encima de la nieve es un placer de los que pocas veces podemos disfrutar.
 Una vez que alcanzamos el lateral de la valla del campo militar fuimos ganando kilómetros y kilómetros con una velocidad no muy alta, pero sí la suficiente como para saber que cumpliríamos horarios que teníamos previstos. Además, siendo previsores como somos, esta era una ruta para almorzar algo en la zona del Polvorín, en pleno campo.
 Llegado cierto punto de la ruta, se deja la parte alta de la sierra y se toma un descenso vertiginoso hacia la parte baja del valle para cruzar a la margen contraria...eso sí, esta vez no fue muy vertiginoso porque la nieve hacía que el descenso fuera algo más peligroso de lo normal...y frío, que a esas alturas llevábamos los pies que no parecían nuestros.
 Alcanzamos el polvorín abandonado donde paramos para reponer fuerzar y calentarnos algo, pues nos situamos en una zona donde el sol calentaba algo y además no hacía viento...no sólo eso, en esta zona más baja del valle la nieve había desaparecido y por fin parecía que empezábamos a entrar en calor.
 Desde aquí tomamos un serie de caminos que discurren por monte bajo, y sabiendo que para el amigo Coronado son un auténtico placer, pues que como bien dice él, "nos engolosinamos" y no nos importó que empezará a aparecer algo de barro por ellos...daba igual, la ruta estaba saliendo a pedir de boca.
 En fin, que llegamos a la zona de casa Gualda donde por motivos de horario, se toma ya el camino más recto hacia Albacete, esto es, carretera hacia la Estación de Chinchilla y desde ahí, como un tiro para Albacete, de nuevo por la vía auxiliar del AVE hasta Albacete. Una idea que barajamos es que con mejor tiempo, la ruta se puede alargar precisamente por Casa Gualda hacia Aldea Nueva, pero eso será...otto día...jajaja
 Por cierto, la niebla de primera hora de la mañana nos estaba esperando allí, inmovil...y de nuevo frío intenso que se metía por las rendijas y hacía de nuevo, que los pies no parecieran nuestros y que las orejas casi se nos cayeran...jajajaja
 
Las Tres Vías Romanas
 
 Complutum-Cartago Nova, Tarraco-Gades y Emérita Augusta-Puerto de 
Almansa, nada menos que tres vías romanas de primera magnitud son las 
que hemos atravesado a lo largo de esta mañana.
 
 
 No
es queden muchos restos, y tampoco se tratan de grandes monumentos, pero que quieren que les diga, no deja
 de sorprenderme como  después de varios miles de años aún sigan en pie 
muchas de estas obras. Que además esas ruinas siempre se correspondan 
con obras civiles y que por lo tanto, han contribuido al florecimiento 
de este país y de qué modo, pues nos han proporcionado las vías básicas 
de comunicación entre todos los territorios de esta piel de toro: nos 
han unido, aunque ahora algunos se empeñen en negar lo contrario.
 
 
 Quizá, como siempre venimos reprochando (a quién corresponda) no 
estaría de más empezar a tomarnos mucho más en serio el patrimonio que 
tenemos. El hecho de que por fin se haya abierto al público el parque 
arqueológico del Tolmo de Minateda es una gran noticia para todos. Que 
los recursos son limitados no lo pone nadie en duda, y que el dinero 
público (el de todos) debe ser repartido entre aquellas partidas que más
 lo necesitan es una verdad como un templo, pero a veces, nos falta un 
poco de imaginación y no todo es dinero. El patrimonio debe ser 
protegido y dado a conocer, es una de las maneras de ver que nuestras 
raíces son comunes, y que por mucho que algunos se empeñen como ya he 
dicho antes, el futuro también debería serlo. 

La presa del Bardal
 
En el recorrido se pasa por lo que puede ser una diminuta presa romana
 que regulaba el pequeño cauce de agua que por allí existía (del que 
sólo quedan algunas charcas testigos en los campos superiores, que por cierto, tenían algo de escorrentía de agua, la primera vez que la vemos). La anchura de los muros, las técnicas de 
construcción, el hormigón utilizado y el parecido en la construcción a 
la de Consuegra o a la de Sonseca nos avisan de su origen...y si no lo 
es, pues tampoco pasa nada...je je je. Aunque debemos tener en cuenta 
que en cuestión de un par de kilómetros pasamos por otra vía romana, la Complutum-Cartago Nova.
 
 
 
 
 
El puente romano de la Raposa
 Una vez visitada la presa y continuando con el trayecto, nos dejamos caer por la carretera que viene 
de Pétrola hasta la Estación de Chinchilla.  
 Aquí
 me gustaría destacar que pasamos al lado de un puente romano que sigue 
estando en pie y del que ya os hemos ofrecido más de una crónica, así 
que ahí os dejo alguna foto del lugar y del que sólo os puedo recomendar
 su visita.
 Aquí
 me gustaría destacar que pasamos al lado de un puente romano que sigue 
estando en pie y del que ya os hemos ofrecido más de una crónica, así 
que ahí os dejo alguna foto del lugar y del que sólo os puedo recomendar
 su visita.  
 
No son los únicos restos, Cansalobos presenta un par de agger que merecen la pena, aquí os dejo otro par de fotos:
 
 
 
Poco más os puedo contar, sólo que al llegar a Albacete NO dimos buena 
cuenta de una cerveza bien fría, y aunque nos la merecíamos, el sentido común nos hizo ver que lo que nos merecíamos de verdad era una ducha bien caliente, pues llegamos con una temperuta de 0º C, y que nos habíamos ganado después de la ruta 
que habíamos realizado: 73 kilómetros con casi 1250 m+ de acumulado. 
 
 
 Para saber:
 Pues en esta ocasión te vamos a dejar unas referencias a nuestra 
propias páginas y otra a un documento muy escueto pero bastante ameno de
 leer:
Documento a leer:
Crónicas: