Buenos días, sigue avanzando el otoño y con él nuestros montes cada día nos regalan nuevas estampas.
Ya sabéis que soy un enamorado de la naturaleza, así que en estas fechas no me gusta dejar pasar la oportunidad de darme una buena ruta, siempre que se pueda, por nuestras sierras.
En esta ocasión le ha tocado de nuevo a los entornos del embalse de Zapateros, ya sabeis, un pequeño pantano a los pies del pico de la Almenara, el cual para mí, es una auténtica gozada y no muy lejos de Albacete.
La ruta era bien fácil, adaptada para casi todos los públicos y además de no mucha distancia, pero eso sí, con agradables sorpresas en cuanto a lo que pudimos ver.
Basta con dejar el coche en la pequeña aldea de Zapateros y tomar la pista que parte en dirección al pantano. En los primeros metros tenemos que destacar un nogal que está a los pies de la aldea, y que debería entrar en los catálogos de árboles singulares: a tenor de la foto creo que no hace falta dar muchas explicaciones, basta con comparar el tamaño de las ramas con el coche aparcado en el lateral de la pista.
Continuamos por la pista hasta ascender el desnivel de la presa, momento en que aparece la pequeña masa de agua embalsada, y que todavía está con unos niveles algo bajos, pero que a buen seguro en cuanto empiece a llover volverá a recobrar el aspecto normal en él.
La pista la continuamos hasta llegar a un recodo donde nace un pequeño camino a nuestra derecha, el cual se adentra en el bosque, llevando ahora a nuestro lado izquierdo un pequeño arroyo, el de las Crucetas, en el cual podremos encontrar nada menos que algunos acebos.
Y sin duda alguna el gran protagonista en estas fechas es ese árbol, el acebo, porque entre otras cosas nos presta su espectaculares frutos: rojos y vivos, que combinados con ese verde tan espectacular de sus hojas hacen que sea una delicia el caminar a su lado.
Arces, encinas, pinos, quejigos, álamos...todos envueltos por clemátides siguen decorando las márgenes del arroyo mientras ascendemos por el camino. Llegamos a un pequeño abrevadero para los animales donde el arroyo de mayor caudal se despide hacia el monte, mientras que nosotros continuamos por el camino durante unos cientos de metros hasta llegar al final del camino.
Ojo, en esta zona pude encontrar un puesto de espera de caza, con lo que debemos tener cuidado si es que vemos por allí vehículos o algún tipo de movimiento parecido: se trata de respetar las aficiones de cada uno, nos gusten o no.
Por cierto, ya que el título de la crónica es tiempo de setas, ahí van algunos ejemplares que pudimos encontrar distribuidos a lo largo del camino...es un mundo apasionante, algunos de los ejemplares que veis crecieron en un par de horas, pues las vimos a nuestra vuelta, y os aseguro que a primera hora de la mañana allí no había nada.
Poco más os puedo contar, una ruta fácil de unos siete kilómetros de longitud, apta para casi todos los públicos y que a buen seguro, los más peques disfrutarán a base de bien.
Aquí os dejo un enlace a las fotos y como no, un pequeño mapa de posiciones.
¡uffff, se me había pasado la crónica! Bueno ya veo que te pegaste una caminata decente por esos lares y además menudas fotos de arboledas y frutos rojos.
ResponderEliminarSaludos.
Es una zona realmente bonita, a ver si antes de que acabe el año podemos hacer una ruta por allí, aunque tal y como tengo yo el final de año, me da que lo voy a tener un "pelín" complicado, que entre unas cosas y otras no tengo mucho tiempo para la bicicleta..jajajaja
EliminarEn fin, es cierto, es un sitio realmente bonito, y no queda muy lejos de Albacete.
Ya iremos hablando del tema.
Un abrazo...Edu