Buenos días.
Allá por mayo de 1990 El último de la fila publicaba nada menos que una de las joyas musicales de su carrera, Nuevo pequeño catálogo de seres y estares, uno de esos discos que nunca pasarán de moda, y que el tiempo, como siempre suele hacer, ha dejado en un lugar bastante alto, o al menos eso pienso yo.
En tantos días de confinamiento que hemos pasado, una buena receta ha sido rememorar canciones de siempre, y como me dejó tan buen sabor de boca el volver a escuchar este disco, no puedo por menos que dedicarle alguna crónica: valga pues el título de la misma, eso sí, con el añadido de flores en el catálogo de seres y estares, que para eso estamos en su tiempo y esas sí que no fallan, año tras año, por estas fechas.
Además, todos sabemos que un catálogo es una relación ordenada, con más o menos información de cada uno de sus elementos, así pues, permítanme describir a uno de los elementos, ser o estar, que en estos últimos dos fines de semana se ha unido en este viejo arte de dar pedales, uno trás de otro, como si no hubiera mejores cosas que hacer.
Las rutas
Como siempre, cuando uno empieza a darle a los pedales, lo mejor es volver con una buena sonrisa de oreja a oreja, o al menos, con todas las piezas dentales en su sitio (como bien asegura Coro), que también cuenta lo suyo.
Es bueno saber que además de ir despacio, hay que saber meterse por pistas que te permitan poder evolucionar poco a poco, sin que existan más dificultades que la propia elección del camino. Así que no hay nada mejor que empezar por dirigirse hacia Aguas Nuevas, que está aquí al lado, que es fácil, y que además te permite parar a tomar un café, o un buen bocadillo si es que uno va apurado.
Como el cuerpo lo dejamos bien preparado para el día siguiente, no tuvimos más remedio que repetir la ruta, y claro está, otra vez al mismo lugar, no vaya a ser que se lo lleven en una de estas...ja ja ja
De nuevo las expectativas se cumplieron y con los ánimos bien templados para salir el fin de semana siguiente, en el que ya hemos empezado a apretar un poquito más, aunque todo sea dicho, tampoco es que haya sido del agrado completo de mi hermano: las primeras cuestas, los primeros llaneos, las visitas de Eolo durante la ruta, en fin, ¡que voy a decir que no sepamos ya!
Pero lo cierto es que hicimos una pequeña buena ruta por la Sierra de la Cabrera...alguna senda, alguna cuesta, alguna bajada...y como no, visitas a los restos de la vía romana camino de vuelta para Albacete.
La foto solidaria
El término acuñado por el bueno de Teo, habla por sí solo de lo bien que viene el poder parar un par de minutos, hacer alguna foto, aliviar vejigas, y así, recuperar algo la respiración...si la ruta se nos hace cuesta arriba, no lo duden, desenfunden la cámara y hagan fotos.
Así que en esta ocasión, como podéis ver he podido llenar las crónicas de fotos solidarias: paisajes, restos romanos y flores...rutas temáticas donde las haya.
Como todos saben ya a estas alturas, uno de mis pequeños placeres confesables es el fotografiar flores de la zona, eso sí, en esta ocasión no las voy a catalogar, ya tendré tiempo durante estas semanas de ir poniendo entradas en el blog con nombres y usos, que para todo tenemos tiempo. Además, no sólo hay de estas rutas, sino de otras cuantas que he ido haciendo durante estos días tan agradables que están haciendo para salir a andar, que no todo va a ser bici.
Para acabar, tan sólo añadir que hemos realizado ya cuatro salidas, de 30 km, 32 km, 32 km y una última de 40 km...sumados todos esos kilómetros obtenemos la cantidad de 134 km. No son muchos todavía, pero si usted los pone uno detrás de otro, la cosa ya se va alargando algo...¡poco a poco!
Buenas rutas las que has hecho y en la mejor compañía, tú hija pequeña y tú hermano. Ahora tienes que ser rutas progresivas para que se vaya acostumbrando a la bici y a la distancia, a los llanos y a los remontes, a las subidas y bajadas y que, por supuesto se rehaga y inicie poco, muy poco su vida.
ResponderEliminarSon dos rutas muy buenas, la primera a Aguas Nuevas y la segunda a nuestra querida Chinchilla.
Saludos.
Siempre has defendido que todos los kilómetros hay que hacerlos, y que seguramente, todos son buenos...menos cuando el viento te sopla en la cara...je je je. Así que habrá que rodar con tranquilidad y hacer todos los kilómetros que nos vayan poniendo por delante, con toda la serenidad y el sentido común que podamos aplicar.
EliminarEn fin, que seguiremos en la brecha, poco a poco.
Un abrazo...Edu