Buenos días.
Ya os hemos hablado muchas veces de la sierra procomunal de Chinchilla, de la cantidad de caminos y sendas que se pueden utilizar, de sus bosquecillos y de como "pican" algunas cuestas: no es de extrañar que tengamos especial predilección por estos montes y que de vez en cuando nos dejemos caer por sus faldas.
El pasado domingo, 22 de septiembre, fue otro de esos días descomunales de bicicleta en cuanto a la meteorología y no era cuestión de dejarlo escapar, así que a eso de 7:45 nos vimos las caras Andrés, Pedro Lara, Josete, Coronado y éste que suscribe, para poder hacer una buena ruta con el claro objetivo de hacer unas cuantas sendas de la sierra procomunal.
En principio la idea era hacer la ruta de las "Tres vías romanas", pero más de uno llevaba el tiempo justo, así que pensamos que lo mejor era dejarlo para otra ocasión.
Salimos por la vía auxiliar del AVE en dirección Chinchilla, hasta alcanzar las primeras estribaciones de los montes de la sierra procomunal. Desde aquí el camino siempre pica hacia arriba, no con grandes desniveles pero sí durante bastantes kilómetros, y siempre discurriendo por una buena pista hasta alcanzar la cota de casi 1000 msnm.
Hicimos la parada de rigor para hacer alguna que otra foto (solidaria) y en cuanto descansamos lo necesario, nos pusimos en marcha de nuevo. Desde aquí se toma una senda en sentido descendente que nos dejará en la base de una camino que vuelve otra vez a picar hacia arriba, hasta llegar a la cuerda de la sierra procomunal.
Desde este punto se pueden tomar varias alternativas: al este llegaremos a Hoya Gonzalo, al norte, el campo de maniobras, al oeste, Chinchilla, y al sur, la autovía y los campos de Munibañez y el polvorín. En nuestro caso nos dirigimos hacia el este en primer lugar, y hacia al sur al llegar a la altura del polvorín, pues ese era nuestro objetivo.
La cuerda es un auténtico rompepiernas, trazando un "sube y baja" continuo, con pequeñas cuestas que poseen los porcentajes más altos de subida de toda la ruta y que además, están bastante rotos, con lo cual, a veces mantener la vertical se hace bastante complicado.
Además, la gran cantidad de lluvias que hemos tenido durante este último mes ha hecho de las suyas en casi todos los caminos de la cuerda, máxime cuando las pendientes son tan grandes. De hecho, al llegar a la variante sur que nos lleva hasta el polvorín, descubrimos que el camino se había convertido en una gran rambla, donde el agua había ido saltando a un lado y otro del camino, con tal fuerza que pudimos encontrar piedras en medio del camino que por su tamaño, difícilmente puede una persona arrastrarla tan sólo un par de metros.
Tras llegar a las inmediaciones del polvorín nos fuimos derechos hacia Chinchilla, dejando la parte de las sierras colindantes a Munibañez para una próxima ocasión. El viento soplaba de cara en esos momento, y con algo de fuerza lo que hizo que tuviéramos que esforzarnos todavía un poquito más antes de llegar a Chinchilla.
Allí nos esperaba nuestro consabido almuerzo en el bar La Bodeguilla, a la espalda de la iglesia de la plaza de la Mancha. Lo cierto es que el pan que prepara de un modo especial (y único) la dueña del establecimiento, hace que el bocadillo esté realmente apetecible y lo convierte en algo muy especial.
Desde aquí nos dejamos caer hacia Albacete tranquilamente, pues el viento seguía batiendo fuerte y la ruta estaba prácticamente acabada: los kilómetros importantes son los de la sierra procomunal, sin duda alguna.
En el enlace que aquí os dejo, os cuento además como llegar al encuentro de tres vías romanas si es que deseas hacer esta ruta, eso sí, con el trazado original de la ruta, es decir, el tramos que va desde el polvorín hasta la aldea de Munibañez.
Un saludo...Edu
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En fin, huelga decir que la ruta me pareció genial y me gustó una barbaridad, a pesar de las interminables cuestas y los 1.000 msnm, pero ya sabes amigo Edu, que las sufro en silencio.
ResponderEliminarPor otro lado, también es cierto que no llego al mi punto de forma física y esto me está pasando factura en todas las salidas, incluso las menos exigentes y no te quiero contar, en rutas como la del Domingo.
Cierto es también, que los primero 20 kilómetros los pasé fatal, subir y subir....., ¡que hartura de subidas! Sin embargo cuando encaramos la sendas y el monte bajo, a pesar de sus subidas y bajadas y de lo roto del terreno, me encontraba perfectamente...., me costaba pero me gustaba..., esos primeros 20 kilómetros soporíferos son mi "kriptonita"..., ja,ja,ja, tú me entiendes.
Destacar que los 66 kilómetros fueron una gozada, pero también matizar que se necesita una forma física aceptable y yo en estos momentos, no la tengo. Espero coger el tono y la normalización de las salidas.
Hacer mención sobre Andrés, que con su "jamelga" de 17 kilos, se merendó la ruta, aunque eso sí, al final me confesó que lago cansado iba.
Bueno amigo, me gustaría decirte que de éstas dame las que quieras, pero también te pediría un descansito, jejejejejejejeje. La ruta, fantástica, TOP TWENTY, ya el TOP TEN, se nos ha quedado corto.
Saludos Edu.
Bueno, pues ya me ha vuelto a pasar, contestas al correo y después de abrir la sesión no le das a publicar...jajajaja
ResponderEliminarPero que vamos, que ya sabes que estas rutas son siempre muy vistosas, pero tienen siempre una pega, que se sube y se sube y que como casi siempre, las pistas están muy rotas.
Lo cierto es que aquella zona tiene un algo especial, vas por toda la cuerda y dominas un paisaje realmente bonito.
No te preocupes con tu forma que ya la irás cogiendo poco a poco, y tampoco te preocupes con las cuestas. Durante el año atravesamos distintos puntos de forma, nunca hay que obcecarse con esos temas, como bien digo yo en estos casos, "tengo una estupenda mala forma durante todo el año"...ja ja jj aj
El almuerzo estuvo bastante bien, en la línea de este restaurante, que está haciendo muchos puntos buenos en su favor, seguiremos yendo por aquellos lares.
A ver si nos vemos el miércoles que yo lo tengo complicado este fin de semana.
Un Abrazo...Edu