Rutas en miércoles: los siete de Chinchilla

 Buenos días.

 El número siete es un número mágico, y no lo digo yo, que ya Hipócrates llegó a comentar que  “por sus virtudes ocultas, el número siete tiende a realizar todas las cosas; es el dispensador de la vida y fuente de todos los cambios, pues incluso la Luna cambia de fase cada siete días: este número influye en todos los seres sublimes”. 

 ¿Por qué el 7 es considerado como un número mágico? (Atentos, que esta es buena) 7 = 4 + 3; donde el 3 es el número sagrado y 4 el terrenal, y de este modo se establece en el número 7 un puente entre el cielo y la tierra. Si asociamos el número 4 a la tierra con sus cuatro elementos y sus cuatro puntos cardinales, con el sagrado número 3 que simboliza la perfección, llegamos al número 7, que representa la totalidad del universo en movimiento. (Esto está sacado de una web que se dedica a esas cosas, declino dar mi opinión).

 Pero no sólo eso, si nos fijamos en el mundo que nos rodea tenemos las siete maravillas, los siete pecados, los siete mares del mundo, los siete días de la semana, los siete enanitos y claro está, los siete magnificos (estupendo western -con mejor banda sonora- dirigido por John Sturges en 1960).

 A estas alturas ya sabréis todo que todo este rollo era para deciros que ayer nos juntamos siete para hacer una Chinchillada en toda regla. Nada menos que Teo, Nino, JuanMa, Pedro Lara (de Patillas Rotas), Coronado y éste que suscribe. Como siempre a las cinco en la esquina de El Corte Inglés, que con puntualidad manchega nos pudimos ver las caras estos siete "beteteros" y como no, guardados los minutos de cortesía nos dirigimos con buen ritmo para Chinchilla.

 Salimos por el cordel de Chinchilla y desde aquí nos fuimos hacia la Sierra de la Cabrera, teníamos que hacer algo de cuestas para ir cogiendo tono en las piernas. En la primera subida nuestro amigo Pedro Lara puso la directa y se plantó como sputnik en la cantera, donde nos reagrupamos para bajar hacia la zona de los puentes del AVE.

 De nuevo otra subida hasta el repetidor de Chinchilla, que sin ser un puerto exigente te da seis kilómetros de subidas donde tensar los músculos; aquí fueron Teo y Nino los dos sputniks que se plantaron rápidamente en el repetidor, Pedro tampoco lo hizo mal, y se marcó una subida superrápida, pues se le salió la cadena al principio de la última cuesta y aún así llego con los de alante. 

 Una vez arriba nos reagrupamos y ahora tocaba una de sendas, primero la de la balsa, desde aquí hacia el llano de las gallinas y llegados a este punto, tomamos la senda que va paralela a la del agua pero por el monte de encima. Desde aquí seguimos otra senda (la del Open) y finalmente llegamos a la del agua. Antes de dejarnos caer hasta Albacete aún pudimos hacer otra senda más que sube hacia la pista que lleva al bosque de las palabras, por si nos habíamos quedado con hambre.

 La verdad, que aquí ya pensamos que la ruta estaba hecha y que la hora de vuelta era más que conveniente para todos, así que nos fuimos derechos hacia Albacete por la espalda del polígono industrial hasta coger el camino paralelo a la vía del AVE.

 Aquí tuvimos algo de viento de cara pero no lo hicimos nada mal, pues la velocidad oscilaba entre los 25-30 km/h de modo que nos plantamos en Albacete en un auténtico pis pás.

 A la llegada a Albacete ya sabéis, una buena cerveza de los campeones, de las que rehidratan, y sobre todo muy buena conversación sobre aspectos de la vida que mucha gente no se imagina que los hombres podemos hablar (ahí lo dejo). Poco más os puedo contar, pues  más bien pronto que tarde nos volvimos para casa, y eso sí, con mucho frío.

 Pues nada más, aquí os dejo la ruta por si queréis echarle un vistazo.

Saludos...Edu

Compartir: