Buenos días.
En esta crónica quiero contaros lo que ha sido para nosotros un nuevo descubrimiento en el área de los petroglifos de Cenajo, así como una exposición sobre arte rupestre en el sureste de la provincia de Albacete donde se recogen algunas pinceladas sobre el conjunto.
Para todos aquellos que no conozcáis nada sobre el tema os recomiendo que empecéis por esta primera crónica para poder iros familiarizando; pincha aquí para visualizar la página.
Pero todos sabemos que una exposición siempre es un espacio reducido y esquematizado, por lo tanto las explicaciones sobre el conjunto también lo son, y es que, de hecho, tan sólo se describe un petroglifo de toda la colección que allí se encuentra. Creo seriamente que se debería realizar un esfuerzo por estudiar y proteger este tesoro, pues hay varios rasgos que singularizan el lugar y que lo hacen diferente al resto, a saber:
En la última visita que hemos realizado a la zona, nos dedicamos básicamente a recorrer el espacio que rodea los tres petroglifos principales y para nuestra sorpresa, encontramos cientos de cazoletas de todos los tamaños y formas que os podáis imaginar; fue tal el número, que no os puedo decir donde está el límite de todo el conjunto dada la cantidad de cazoletas. En cuanto a la localización seguiremos sin señalar absolutamente nada, pues por el momento el anonimato es la única manera de proteger este trocito de patrimonio.
Hasta el momento, no he podido encontrar ninguna obra sobre el conjunto de petroglifos que merezca la pena,sin embargo he de deciros que hace unos días pude visitar una pequeña exposición sobre el arte rupestre en el sureste de la provincia de Albacete, y para mi sorpresa por fin he logrado ver un lugar donde se mostraban públicamente los petroglifos del Cenajo. ¡Por algo se empieza!
Un par de imágenes de la exposición
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Pero todos sabemos que una exposición siempre es un espacio reducido y esquematizado, por lo tanto las explicaciones sobre el conjunto también lo son, y es que, de hecho, tan sólo se describe un petroglifo de toda la colección que allí se encuentra. Creo seriamente que se debería realizar un esfuerzo por estudiar y proteger este tesoro, pues hay varios rasgos que singularizan el lugar y que lo hacen diferente al resto, a saber:
- El número total de las cazoletas del conjunto supera varios centenares y podría oscilar entre 200 y 300 (descubiertas hasta la fecha) aunque pueden existir aún más.
- Existen tres petroglifos que destacan sobremanera de toda la colección y que simbolizan varios aspectos de lo que debía ser aquel recinto, y cuyo uso parece claro que estaba dedicado a lo sobrenatural.
- De estos tres petroglifos uno de ellos parece representar al chamán y posee en la cabeza la calavera de alguna especie de cabra montesa, el otro parece estar referido a las estrellas, posee dos crisoles unidos por unas acanaladuras de formas especialmente caprichosas, y en el tercer petroglifo aparecen representados algunos astros, un árbol, personas y algún que otro símbolo más, acompañando la composición allí realizada.
Es fácil sospechar, que el esfuerzo requerido para la realización de las cazoletas excavadas en la piedra en aquella época era notorio, y que por lo tanto no podemos pensar en un uso industrial de la zona. De ahí debemos pensar que ante la variedad y el tamaño de las mismas, la existencia de tal número de cazoletas obedece más a algún tipo de ritual que allí se hacía y que bien podía estar relacionado con la fecundidad, con la muerte, con la caza o con todos a la vez. Debemos recordar que estos pueblos ya creen en la divinidad de aquello que les rodea e incluso en otra vida más allá de la muerte.
Finalmente, he consultado con un experto en la materia y éste me ha expuesto que con un alto grado de probabilidad, a no muchos kilómetros del recinto debe existir algún tipo de asentamiento, llegando incluso a situar en varios lugares de lo que podría ser el emplazamiento del poblado.
En fin, que seguiremos en ello y por supuesto, os iremos contando.
Saludos...Edu
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ResponderEliminarBueno Edu, pues otra crónica más a la saca...,¡que no paren las crónicas ni las entradas al blog!
ResponderEliminarMuy buena crónica, muy bien documentada y muy bien ilustrada con tanta fotografía. Parece mentira las cantidad de veces que la gente habrá pisado esas cazoletas sin saber que estaba sobre historia de nuestros ancestros. ¡Vaya tela Edu!
Te digo lo que Antonio, iluminanos en este sendero sin luz y lleno de ignorancia, ja, ja, ja.
Apuntate una por la crónica, que no ciclista, pero si cultural al 100x100
Saludos y nos vemos mañana.
Amigo Coronado, ya sabes, en una de estas tendremos que alargar la ruta por aquellos lares a ver si le damos un vistazo a aquello que seguro que os gusta.
EliminarPor cierto, esta tarde nos vemos y vamos hablando de lo de las Minas, que está a la vuelta de la esquina. ;-)
Saludos...Edu