Buenos días.
El miércoles es sin duda alguna un día especial en este grupo, pues en ocasión de ello, no dejamos ni un miércoles sin salir y ya pueden caer chuzos de punta que salimos a darnos nuestra buena ruta. Y es que, te permite pasar un rato con los amigos, desconectar del trabajo, partir la semana en dos, mantener un poco la forma y no sé cuantas cosas más que vienen muy bien tanto para la forma física como el estado mental.
Y claro, como no podía ser de otro modo ayer nos juntamos nada menos que Teo, Nino, Coronado y yo mismo para darnos una buena vuelta por los alrededores de Albacete, y aunque en un principio habíamos pensado en Chinchilla, creímos mejor cambiar un poco el tercio y hacer una ruta que si no es muy exigente, si que tiene algunos tramos de monte bajo que por lo menos hacen que las piernas se tensen un poco.
La salida la hicimos en dirección a la base aérea de Los Llanos y desde allí, siguiendo en todo momento la verja nos fuimos yendo en dirección a la finca de la Dehesa de los Llanos de Larios, en la que claro está, no puedes meterte en ningún momento, pero al menos puedes ir siguiendo todo el perímetro de un muro de muchos kilómetros (a modo de valla) y que va cercando toda la finca.
Al cabo de unos cuantos kilómetros se deja la valla a un lado y comienza unos kilómetros (no muchos) de monte bajo. Aquí pudimos ver que todavía quedaban algunas perdices, conejos y hasta un zorro, y eso que era un coto que estaba lleno de puestos. A estos animales deberían darles un premio, la verdad.
Al término de este trayecto se pasa por una finca que tiene dos perros que menos mal que están dentro de un cercado, uno es un pastor alemán y otro un rottweiler; como un día se escapen va a ocurrir una desgracia, pues pocas veces hemos visto tanta fiereza en unos animales.
En fin, desde aquí nos fuimos hacia la sierra de la Cabrera pasando por otro camino que discurre al lado de otra valla que cerca otro coto de caza y que te lleva derecho hacia las canteras de la sierra. Otra pequeña subida y rápidamente nos ponemos en la Casa de la Cabrera. Aquí paramos unos instantes para decidir si seguíamos o nos volvíamos.
Y aquí es donde mi freno trasero dijo "basta", y no tuvimos más remedio que volver, pues si daba tiempo la bicicleta se quedaba directamente en el taller, como así fue. Así que, focos encendidos y vuelta rápida, que el frío empezaba a apretar algo y la ruta estaba prácticamente acabada.
Poco más os puedo contar, sólo que nos tomamos nuestra buena cerveza rehidratante, la de los campeones y que al bar donde estuvimos, New Loft, se nos presentó Adolfo y Pedro Lara, con los que estuvimos charlando un rato muy agrabable.
Al final, un total de 40 km a una media de 19 km/h. Os dejo la ruta, ¡como no! Y aquí el enlace a todas las fotos.
Saludos...Edu
Perdona el retraso en comentar la crónica, pero llevo una semana de trabajo de aúpa. La ruta, como tantas veces se ha dicho, es una muy buena ruta, independientemente de dónde se vaya, nos rompe la semana y deja las piernas pensando en el fin de semana para hacer una ruta algo más cañera y con más kilómetros.
ResponderEliminarEsa zona de la Valla del Marqués a mi siempre me ha gustado, sobre todo el tramo en el que nos metemos por monte bajo, que ya sabes que a mi me gusta una barbaridad, incluidas sus pequeñas subiditas.
Nos vemos Edu.
Amigo Coronado, así es, de estas que nos den las que sean. A mitad de semana es todo un lujo. Es una pena que haya tanta finca con valla por allí, aún así tiene su aquel ese trozo de monte.
EliminarEste finde me parece que me toca parar...tengo la burra en el taller
Bueno, me parece que nos vemos el miércoles que viene.
Saludos... Edu
Amigo Coronado, así es, de estas que nos den las que sean. A mitad de semana es todo un lujo. Es una pena que haya tanta finca con valla por allí, aún así tiene su aquel ese trozo de monte.
EliminarEste finde me parece que me toca parar...tengo la burra en el taller
Bueno, me parece que nos vemos el miércoles que viene.
Saludos... Edu