Buenos días.
Otra vez, y van no sé cuantas las veces que nuestras bicicletas se encaminan, ellas solas, hacia esos campos de La Gineta. Nosotros tan sólo damos a los pedales, lo demás lo ponen ellas. Lo cierto es que es una ruta socorrida, llana, fácil y cuando sopla el viento del oeste, cosa que pasa mucho por estas tierras, se adapta más que bien a nuestros requerimientos.
Porque lo cierto, es que a veces uno no tiene todo el tiempo que necesita...a todos nos gustaría hacer rutas espléndidas por caminos serranos interminables...pero estamos en Albacete, y en esta capital los campos en derredor reciben el nombre de "Los Llanos", y no es por casualidad; lo cierto es que no hay una sola montaña próxima, excepto Chinchilla, claro está. Con lo que una ruta por los campos de El Acequión hasta La Gineta, es más común de lo uno se puede imaginar.
La Ruta
Así que, con estos mimbres, hace ya un par de fines de semana que nos vimos las caras Bermejo, Pedro Lara, Coronado y éste que suscribe. Es cierto que la crónica tenía que haber sido escrita antes, pero no es menos cierto que a veces, como ya he dicho antes, uno no tiene todo el tiempo del mundo, o dicho con refrán como por aquí gusta, nobleza obliga, o lo primero va antes, en orden.
En fin, que el viento iba a soplar del oeste y de lo lindo a partir de las diez de la mañana, y decidimos que lo mejor era plantarnos en La Gineta antes de esa hora (o casi), para poder volver a todo trapo con el viento a favor.
La ruta así marcada, se encaminó hacia la laguna del Acequión por uno de los ramales de los carriles bici, y casi sin darnos cuenta, allí que nos plantamos, pues al buen ritmo que llevaban los dos "eléctricos" del grupo (puestos por delante para tapar el viento), se unía un buen rato de chanza y risas, que es la mejor receta para estas lides.
Desde aquí las bicicletas, como siempre ellas solas, pusieron rumbo hacia la aldea de La Degollada, en cuyo camino de almendros nos encontramos con un hermosísimo caballo que nos hacía los honores en uno de los laterales. Lo cierto es que tuvimos que parar nosotros también...el animal se notaba que estaba bien domado, pues se acercó hacia nosotros sin parecer nada nervioso; tras un rato allí parados con nuestro nuevo amigo, decidimos que lo mejor era continuar hasta la aldea, como siempre hacemos en esta ruta.
Los borregos
Desde aquí partimos hacia la antigua laguna de Algibarro, seca como siempre, pues el río Lezuza a esas alturas siempre va sin una sola gota de agua, aunque eso sí, con algo de barro merced a las lluvias de los días anteriores.
Y si camino de la laguna de el Acequión tuvimos que parar nuestra marcha para ceder el paso a unos ídem (creo que la imagen vale más que mil palabras), en la laguna de Algibarro nos encontramos con la versión 2.0 del pastoreo anterior: el rebaño estaba pastando, eso sí, hasta ahí todo igual, pero el pastor y el perro estaban dentro del coche, atravesado en el camino y echando una buena roncada...se oía hasta por fuera del vehículo. No tengo foto, tampoco era cuestión de fastidiar al señor (y al perro).
El viento empezaba a soplar con fuerza, pero nosotros ya estábamos metidos en faena, con lo que la marcha siempre marcaba una velocidad por encima de los 23-25 km/h: no sé si por la faena o porque ya estábamos pensando en el almuerzo del Cheli, nuestro bar de cabecera cuando vamos a La Gineta.
Y como con el estómago sosegado pensamos mucho mejor, decidimos que era el momento de volver a nuestro querido Albacete: con el viento a favor y por buena pista lo cierto es que la ruta de vuelta se hace muy corta...tanto que en menos de una hora ya estábamos tan tranquilamente celebrando el fin de la ruta como sólo nosotros sabemos hacerlo (miento, todo el mundo lo suele hacer)...tomando una cerveza, la de los campeones como dicen los amigos Ginetas Bikers, la de hidratación, como decimos por acá.
Poco más os puedo contar, ruta de unos 57 kilómetros, y que simplemente si queréis hacer una ruta rodadora, por estos campos hay muy buenas pistas donde el viento os va a poner a prueba, rutas llanas y sin dificultad donde poner una buena cadencia de pedaleo cuesta lo suyo con estos vientos, no crean.
Un abrazo...Edu
Tantas y tantas veces y tantas rutas hemos hecho por estos lares que, incluso con pequeñas variaciones, siempre se les sacan una tirada importante de kilómetros, en esta ocasión casi los 60 kms.
ResponderEliminarBuena ruta y carismática y sorprendente en la parte que toca a la yegua que vimos, precioso animal, dócil y simpático que posó para estor foto bikers, jajajajaja.
Buen control de avituallamiento, como bien dices en El Chely, y buen término de ruta con la cervecita de los campeones.
Saludos.
Lo de la yegua fue toda una sorpresa, que animal más bonito. Y aún encima ran dócil...pero por si acaso no nos arrimamos...ja ja ja
ResponderEliminarEsos campos yo creo que ya nos.conocen.dede tantas veces que hemos pasado por allí, y es que, siempre es una buena opción. Eso sí, no hay ni un árbol, no estaría de más que dejaran crecer alguno por aquellos campos.
Lo dicho, nos vemos en la.ruta.
Un abrazo...Edu