Buenos días.
No hace muchas semanas que visité esta laguna en busca de flamencos, y dado que aquella fue una gran ruta, creo que le debía esta visita en bicicleta. Así que el pasado martes, día 8 de septiembre, el día de la Virgen de los Llanos, uno de los días grandes de la Feria de Albacete...el resto ya lo saben ustedes, este año no hay Feria, que le vamos a hacer.
Lo cierto es que es una ruta fácil de hacer, y tan sólo puede haber alguna dificultad por la longitud de la misma, alrededor de 90 kilómetros, aunque casi todos ellos se hacen por la vía auxiliar de la autovía A-31, algunos repechos (eso siempre), pero por todo lo demás es una ruta nada complicada.
Es curioso que me he encontrado tres topónimos de la laguna, a saber: Salobrejo, Salobralejo o Sobralejo...como da igual lo que decidamos aquí, pueden ustedes llamarla como más le guste, que no seré yo el que vaya a poner pegas en temas de nombres.
La Ruta
Como ya os he comentado, el único problema de la ruta es la longitud de la misma...y la posibilidad de que a media mañana aparezca una buena ventolera, cosa que suele suceder todos los días y durante todo el año, no en vano, uno de los mayores parques eólicos de este país se encuentra en Higueruela, a escasos kilómetros de nuestro destino, y les aseguro que no fue por casualidad el situar este parque en dicho lugar (el bueno de Eolo está a sus anchas en estas tierra, ya lo creo sí).
Chinchilla, la Vía auxiliar y el Polvorín
Es la vía auxiliar del AVE la primera que tomamos hasta llegar a Chinchilla, donde nos meteremos unos instantes por sus calles para salir de nuevo hacia la vía auxiliar de la autovía, en su carril izquierdo en el sentido de la marcha. Seguiremos por esta vía hasta casi el final de nuestro trayecto, por lo que como ya os he comentado antes, es esta sin duda alguna una ruta fácil, sin ningún tipo de exigencia técnica, más bien, de resistencia por su longitud y por el viento que puede batir durante el recorrido.
A nuestra derecha veremos el polvorín (lo que va quedando de él) y poco a poco iremos notando como vamos ganando altura, pues nos dirigimos a los montes de Mompichel, ya saben 1111 msnm y partimos desde 685 msnm, no es un gran acumulado pero todos los kilómetros hay que hacerlos.
Repechos y agua
De hecho, desde la altura del Polvorín nos encontramos con un incesante sube y baja de la vía auxiliar, y además en algunos casos con unos porcentajes elevados, pero por suerte no son más que repechos sueltos, no se trata en ningún caso de puertos de montaña.
Llama la atención la cantidad de acequias que existen por la zona y como todavía alguna de ellas poseen agua, dada la altura del año en la que estamos y que este verano no ha llovido mucho precisamente. Esto hace que sean unas cuantas las lagunas y charcas que existen en estos campos, que sin ser grandes cantidades de agua, son numerosas y en algunos casos, como los de Pétrola, Horna y El Salobrejo, sirvan para que miles de aves acuáticas hagan de este su hogar.
Llegamos al Villar de Chinchilla y ya se otean los tres picos de Mompichel desde el pueblo: en la falda de esta sierra nos encontraremos nuestra laguna y por lo tanto la primera y obligada parada de nuestro recorrido.
El Salobrejo
Una de la aves más espectaculares que podemos encontrar en estos días son los flamencos, un ave elegante, de colores vivos, y que en libertad es un auténtico espectáculo el poder ver como se alimenta, como se relaciona y sobre todo, como vuela...es un vuelo majestusoso, se lo aseguro; no en vano, en estas fechas emigra de nuevo hacia África para tener más y mejores temperaturas que por estas latitudes. El flamenco que nos encontraremos en estas aguas es el flamenco común, un ave con un plumaje principalmente rosa claro, y en las alas, partes negras y de rosa oscuro que podremos divisar en todo su esplendor justo en el momento de iniciar el vuelo.
Pero no piensen que es la única especie que veremos por aquellas aguas: cigüeñas, garzas, patos, aves de presa...un paraíso para quienes disfrutan de observar a estos animales, ya lo creo. Y hablando de observar, creo que es bueno indicar la situación de un puente por encima de la vía del AVE desde el cual podremos contemplar toda la extensión de la laguna y como evolucionan sobre sus aguas todas estas aves, y lo más importante, sin molestarlas en absoluto, lo que hace que podamos estar allí el tiempo que sea necesario sin que por ello estos animales tengan que notar nuestra presencia, con lo que vamos a poder contemplar sus movimientos de una manera mucho más natural.
Almuerzo y vuelta
Como todo no va a ser contemplar estas aves, también es necesario el darle una satisfacción a nuestro estómago, cosa que hicimos en el área de servicio que está al lado de Mompichel; un restaurante de carretera, grande y con buenos bocadillos para retomar las fuerzas que nos harán falta a la vuelta, sobre todo si el viento sopla de cara, cosa más que probable que nos ocurra.
Sin embargo, en esta ocasión Eolo fue benévolo y no sólo no estorbó, sino que también nos ayudo algo durante los primeros kilómetros del camino de vuelta.
Tomamos en esta ocasión el carril contrario por el que habíamos venido hasta llegar a una cantera abandonada a la que le teníamos gana, pues lo cierto es que existen unos plegamientos en una de sus paredes que bien merece la pena parar a verlos.
Poco más os puedo contar, una ruta de 90 kilómetros con un acumulado de unos 1070 m+ con escasa dificultad técnica, pero para la que hace falta algo de forma física. Por supuesto, haz click aquí para ver todas las fotos y como no, la ruta.
Un saludo...Edu
90 Kilómetros ya pican ya..., uno tras de otro son muchos kilómetros, ya lo creo.
ResponderEliminarFotos buenas de la ruta y por lo que veo y visto que alguno se llevó el foco, creo que salisteís temprano.
Las lagunas, sean la que habéis visitado o las más conocidas como las de Horna y Pétrola, siempre tienen un encanto añadido y no digamos a la hora del avistamiento de aves acuáticas, Flamencos, Zancudas, etc..., todo un espectáculo.
Buena ruta y mejor tirada de kilómetros. Saludos.
Ya hace mucho tiempo que decidimos que a ser posible, las rutas deben tener un contenido: lagunas, charcas, montes, ruinas...en fin, algo que haga de la ruta siempre algo más que un simple pedaleo.
EliminarCreo que es ese sentido que le hemos dado a las rutas lo que nos ha permitido perdurar en el tiempo con nuestros trazados, el tener ese abanico cada día más grande, el poder elegir entre tantos y tantos destinos.
Son 90 kilómetros, pero ¡que más da! Simplemente sabemos que tenemos que madrugar un poco más, pero lo importante es que podemos ver sitios realmente interesantes, es uno de los factores importantes de la ruta.
Un abrazo...Edu
La laguna se llama "Laguna del Salobralejo" y no Salobrejo, ni nada de lo que veo incluso en Google, o la propia Junta.
ResponderEliminarHola, lo primero es agradecerte tu visita a la página.
EliminarPues anotado queda, porque los sitios se llaman...como los llama la gente que los conoce...je je je
De todos modos, el tema de los nombres no me lo tomo a capricho, ni mucho menos, creo que es importante. Los dos nombres se pueden ver a través de los mapas de TopoHispania, que están basados en los del Instituto Geográfico Nacional.
Y si miras la zona gracias al visor del IGN:
https://www.ign.es/iberpix2/visor/
Y accedes a la zona, verás como la laguna la denomina Salobrejo, mientras que las fincas colindantes reciben el segundo, el de Salobralejo...en fin, que de ahí viene que utilicemos ese nombre.
Espero que te sea de ayuda el visor, porque más de una vez te saca de dudas.
Un saludo...Edu