Las lluvias de estas últimas jornadas han traído la suficiente cantidad de agua como para que en la naturaleza vuelvan a cumplirse todos los ciclos, y en este caso y como bien reza el nombre de la ruta, nos encontramos con el del sapo común.
La ruta que hicimos ayer miércoles nos llevó desde Albacete hasta el parque eólico de Capiruzas; el viento era intenso y sabíamos que a la vuelta lo íbamos a llevar a favor, así que ninguno de los allí presentes puso pega alguna en hacer este trazado.
Así que con puntualidad manchega, o sea, a las 17:00 nos vimos en el pincho de la feria nada menos que Luis, Nino, Pedro Lara, Teo, Coronado y este que suscribe para completar una buena tarde de BTT.
En esta ocasión no paramos en El Hundimiento, pues la tarde es corta todavía y más valía hacer rápidamente los kilómetros hasta las estribaciones de la sierra que alberga el parque eólico de Capiruzas.
Dado que esta zona es también un coto de caza, existen numerosas charcas que reciben agua de los aluviones y que permiten almacenar una cantidad suficiente de agua para las especies de caza, pero el agua es vida para todos, y como no podía ser menos al acercarnos a una de estas charcas pudimos ver una especie de larga tira gelatinosa con huevos a todo lo largo de ella, amén de una cantidad tremenda de renacuajos que por allí pululaban.
Pues bien, se trata de la puesta del sapo común (Bufo bufo), pues la rana hace la puesta de huevos en grumos. Este sapo no es muy visible pues se camufla estupendamente, es más bien nocturno, ¡y come invertebrados!
Así que terminada la visita a la charca nos dijimos que ya era hora de volvernos para Albacete, así que tomamos el camino de vuelta que salía desde Cañada Molina y que repitiendo exactamente la ruta, nos permitió volver a Albacete en un pis pas.
La velocidad estuvo casi siempre por encima de los 30, rozando en muchos momentos los 40, pero es que teníamos el viento a favor y eso se nota lo suyo.
Al llegar a Albacete nos vimos con JuanMa y no tuvimos más remedio que tomarnos una estupenda jarra de cerveza, merecida y bien ganada después de los 58 kilómetros que hicimos a una media de unos 21 km/h.
Para saber más: El sapo común
Lo podemos encontrar en casi toda Europa y algunas zonas más delimitadas de Asia y África. Como ya hemos dicho, es un campeón pasando desapercibido por tiene buen camuflaje y tiene hábitos nocturnos. Es torpe (como nosotros en la bicicleta) y sus saltos son más bien cortos, piel con protuberancias y de color marrón grisáceo.
Es solitario y sólo se reúnen en la época de apareo, y también se pelean por aparearse, ¡como no! Importante, la manera de poner los huevos es en cadenas gelatinosas donde podemos encontrar desde 2.000, ¡hasta 11.000! Al cabo de varios meses de crecimiento y metamorfosis tendremos unos sapos que no volverán a tocar el agua en lo que le resta de vida, menos si hay procreación de por medio que entonces hacen lo que haga falta.
Si es verdad que el aire ayer no vapuleó de lo lindo, pero también sabíamos que nos iba a dar de lleno y de frente. No obstante, tenemos que estar muy contentos, porque en ningún momento y en contra del aire, bajamos de los 20 kms/hora.
ResponderEliminarFue una lástima, el no llegar a la zona de la Evaporita, porque la ruta, el aliciente que tiene es precisamente la falda de esa montaña y la Evaporita, pero para ser un Miércoles, creo que está más que bien los casi 60kilómetros que hicimos y cómo los hicimos.
La jarra de cerveza...., sin comentarios.
Saludos y nos vemos el Domingo.
La verdad es que no quedaba mucho para llegar a la evaporita, pero la hora se echaba encima y tampoco es cuestión de que se haga muy tarde. Supongo que con el cambio de hora podremos alargar algo más la ruta, aunque tampoco mucho que luego se hace muy tarde y tampoco es cuestión de llegar "de madrugada"...ja jaj j a
EliminarParece que vamos tomando el tono poco a poco y como les dirían a los más peques, progresa adecuadamente.
Bueno, a ver este finde que nos depara.
Un abrazo...Edu