Buenos días.
Como bien reza en el título de la crónica, ni el viento ni el frío nos amilanan si lo que se trata, es de salir un miércoles con los compañeros a darle al noble arte del pedaleo.
¡No vayan a pensar mal! Estoy seguro de que los que salimos el miércoles, si hubiéramos tenido que hacer la ruta por nuestra cuenta, probablemente ni nos lo hubiéramos planteado. Pero claro, hete aquí que somos un buen grupo, que nos conocemos ya desde muchos años, y no se puede evitar un alto grado de complicidad en esta materia.
Así que el pasado miércoles, con mucho frío y con mucho viento, nos vimos Pedro Lara R., Pedro Sotos, Teo, Nino y este que suscribe a las cinco de la tarde, con puntualidad manchega (que no falte) y con la sana intención de hacer una Chinchillada.
Y digo intención, porque los días son cada vez más cortos y al llegar a la casa de labores de la Sierra de la Cabrera no tuvimos más remedio que cambiar los planes; quedaba poca luz y por esa sierra todavía se podían hacer algunos kilómetros.
Así que con buen criterio nos dedicamos a pedalear por aquellos montes, alguna que otra senda, alguna que otra subida y sobre todo, mucho viento y mucho frío, de eso teníamos de sobra.
Llegados a cierto punto, Teo comentó que ya iba siendo hora de poner focos y dejar de hacer caminos que "sólo traen disgutos", y por supuesto, cambiamos el tercio para dar una última vuelta por la sierra, pero eso sí, por pistas bien conocidas para subir a la cantera que va camino de Chinchilla, y desde aquí dejarnos caer hacia La Losilla, de modo que por la vía de servicio ganamos Albacete en muy poco tiempo.
Y eso que el viento nos daba de cara, pero íbamos algo desatados y la media la fuimos subiendo a base de bien.
De camino para Albacete avisamos a JuanMa para decirle que íbamos derechos hacia La Estudiantina, buen sitio para cubos de botellines con tapas que acompañan a base bien el "berbecio".
Como siempre echamos de menos al resto de los compañeros, Coronado, Luis, Pedro Lara y tantos más. Pero de todos modos los miércoles siguen teniendo un sabor muy especial, y los cinco que estuvimos lo pasamos "pipa".
Os dejo la ruta.
Un saludo...Edu
Para saber: ¿Qué es la "maquila"?
Todos sabemos de sobra que es un molino de viento y para que servía, pero lo que no sabemos es toda la tradición que ha tenido este oficio y la cantidad de términos y dichos que se han surgido alrededor del mismo.
Como aquí tenemos viento para dar y tomar, no ha sido nada inusual hasta hace bien poco que en cada pueblo donde se cultivaba el cereal, existiera un molino para molerlo. Y tampoco podemos olvidar que se podían utilizar para triturar la oliva y obtener así el aceite, tan preciado en estas latitudes.
Pues bien, quien trabajaba en estos molinos, los molineros, podían cobrar en especie, es decir, una porción de harina, de grano o de aceite. A esta porción se le denominada "maquila", a los molineros se les conocía por "maquileros", a su molino como "molino maquilero" y a los aprendices "ratones", aunque esto último no tengo muy claro por qué.
Y claro está, no hay nada como cobrar en especie un trabajo para que entendamos que el pago que hemos realizado es un exceso, y así tenemos el refrán apropiado para el momento y lugar, nada menos que "quien dijo maquilar, quiso decir robar".
Para saber: ¿Qué es la "maquila"?
Todos sabemos de sobra que es un molino de viento y para que servía, pero lo que no sabemos es toda la tradición que ha tenido este oficio y la cantidad de términos y dichos que se han surgido alrededor del mismo.
Como aquí tenemos viento para dar y tomar, no ha sido nada inusual hasta hace bien poco que en cada pueblo donde se cultivaba el cereal, existiera un molino para molerlo. Y tampoco podemos olvidar que se podían utilizar para triturar la oliva y obtener así el aceite, tan preciado en estas latitudes.
Pues bien, quien trabajaba en estos molinos, los molineros, podían cobrar en especie, es decir, una porción de harina, de grano o de aceite. A esta porción se le denominada "maquila", a los molineros se les conocía por "maquileros", a su molino como "molino maquilero" y a los aprendices "ratones", aunque esto último no tengo muy claro por qué.
Y claro está, no hay nada como cobrar en especie un trabajo para que entendamos que el pago que hemos realizado es un exceso, y así tenemos el refrán apropiado para el momento y lugar, nada menos que "quien dijo maquilar, quiso decir robar".
Buena ruta con buena gente..., no se puede pedir más. Siento no haber podido acompañaros, pero estaba hecho harina, cansado y sin muchas ganas, la verdad. Si a todo esto le sumamos los quehaceres domésticos, que a veces los vas y los vas dejando, dieron como termino..., pues que no saliese. Menos mal que Miércoles hay a patadas.
ResponderEliminarMuy buena explicación de lo que es la maquila y por cierto, en el mundo del vino, que es lo que conozco, se sigue haciendo.
Saludos.