Buenos días.
Don Manuel Vázquez Montalbán dice en su libro "El hombre de mi vida", del ínclito detective Pepe Carvalho, que "el secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere, sino querer lo que se hace"...y no puedo estar más de acuerdo con él.
Esta ruta, la de la Laguna del Salobrejo es un simple línea recta, de ida y de vuelta, y se monta en los 90 kilómetros, además se va por la vía de servicio de la autovía A-31 sin más remedio que encadenar los kilómetros uno detrás de otro. No es una ruta bonita en verano, vaya por delante, ni siquiera tiene sendas o perfiles divertidos, para más inri.
Pero es que, amigos míos, la laguna merece la pena, merece la pena el llegar hasta allí y pasar un rato viendo sus aguas, sus cielos y como no, sus aves acuáticas: flamencos, patos, garzas y no sé cuantas especies más.
El trazado es bien sencillo, como podéis ver en la ruta al final de la crónica, y tan sólo presenta en estas fechas un problema importante, el calor, con lo que si queréis hacerla en estos dias, es mejor que os déis un buen madrugón, de esos que acaban de poner las calles...o dejarla para otros momentos con algo menos de temperatura.
En cuanto al almuerzo, parece que es una vieja costumbre de este grupo el no hacerlo si uno no va acompañado, pero de todos modos, si el hambre aprieta, muy cerca de la laguna existe un área de servicio en la autovía donde podremos dar cuenta de un estupendo almuerzo.
De todos modos, el trazado pasa por Chinchilla y por el Villar de Chinchilla, donde a buen seguro también podremos hacer alguna parada para refrescarnos y descansar algo si es que el calor aprieta.
Una vez que llegamos a la laguna, existen varios puntos de observación. Mi preferido es el que existe en un puente que se eleva sobre la vía del tren, en el extremo más oriental, a suficiente distancia de la laguna como para que las aves no se asusten y podamos ver su comportamiento con total tranquilidad.
Como no, también tenemos por allí una antigua estación de tren, la del Villar de Chinchilla, y dado que esta vez iba solo, pensé que no estaría de más hacer una visita por la que en otros tiempos pararían trenes, porque lo que es ahora, me da que no. Son vestigios de otros tiempos, que sinceramente, no sé porque nos hemos empeñado en borrarlos de nuestra memoria.
Poco más os voy a contar de la ruta, así que aquí os dejo el enlace a todas las fotos, y como no, su trazado.
Un saludo...Edu
Muchos kilómetros, aunque sean lineales, para estas fechas de tanto calor. Las fotos lo dicen todo. Parece mentira que esta laguna, con la que está cayendo, tenga agua..., y aves..., insisto, parece mentira.
ResponderEliminarPues hizo calor, pero que mucho calor, aunque por suerte fue al final de la jornada. Supongo que las fuentes se irán secando poco a poco y esto son todavía los efectos del temporal de invierno. A ver si llueve de vez en cuando y mantiene ese aspecto tan bonito.
EliminarDesde luego que esas aves tienen mucho mérito, con tanto calor aguantar el tipo, que aunque estén en el agua y se refresquen de vez en cuando, el sol no perdona ni un momento.
Es una ruta algo pesada, pero está claro que el resultado merece la pena, pues poder ver la laguna con esa cantidad de aves y de agua es todo un lujo.
Cuando mejore el tiempo debemos repetir la ruta, pues de cara a Septiembre el número de aves aumenta notablemente, y por 90 kilómetros no vamos a dejar de verla...jajajaj
Un abrazo...Edu