Buenos días.
Una cita clásica de este grupo, sin duda alguna, es la subida al Padrastro en Bogarra, localidad serrana por los cuatro costados, y este verano no podía ser menos.
Es una muy buena manera de coger forma para atacar otras rutas serranas, pues se trata de una ascensión de unos 16 kilómetros hasta hacer cumbre, con lo cual se alternan subidas con porcentajes de hasta el 20% al final, con algunos descansos en forma de descenso en esa primera parte de la ruta.
Como toda buena ruta serrana, hay que madrugar bastante, Bogarra está cerca, pero se lleva algo más de una hora de camino y en verano es necesario empezar la ruta que sea a buena hora.
La ruta
El inicio de la ruta es en el propio Bogarra, y arranca en cuesta (como buena serrana) en los dos primeros kilómetros hasta llegar al cementerio, y no alegoricamente para algunos que ya en este punto van tocados...je je je. En este punto tomaremos el desvío que nos llevará hacia Yeguarizas y tras un pequeño descenso nos vamos por el desvío para cruzar el río Bogarra, momento en el que comienza la ascensión al Padrastro propiamente dicha. El camino aquí se empina bastante y son varios los kilómetros con un porcentaje alto, del 10 al 11 por ciento en muchos tramos.
Un punto donde es muy recomendable detenerse es la fuente que os marco en el mapa, donde un agua realmente fresca nos dará unos momentos de tranquilidad y de recuperación, que lo mejor es tomárselo esto con calma. Por el momento, siempre que he pasado por allí he debido de ese agua y nunca me ha sucedido nada, supongo que es un agua no tratada, pero vamos, que por donde se encuentra enclavada la fuente y la sed que lleva uno al llegar allí, poco o nada importa.
El camino sigue ascendiendo por buena pista, y si deseamos acortar la ruta podemos tomar un par de desvíos que aparecen a la izquierda en el sentido de la marcha. Si decidimos continuar por la pista más larga, como así fue en mi caso, la ascensión no es tan fuerte pues va dando la vuelta al monte y hace que los porcentajes en esta zona no sean tan elevados. Atravesamos unos antiguos campos de cultivo y seguimos hasta dejar la pista que sigue hacia Yeguarizas para tomar una cantera que dejamos a un lado, y desde este punto, tendremos unos cuantos kilómetros con subidas y bajadas que nos relajarán las piernas bastante.
Comienza una zona de curva con terreno suelto, merced a las lluvias caídas en primavera, donde debemos cuidarnos bastante de no irnos al suelo: cárcavas, bancos de arena, de grava. En fin, que pasada esta zona afrontamos la última parte del recorrido, donde hay algunos tramos que pasan del 20%, por suerte hace tiempo que echaron una capa de cemento para los vehículos que suben a la cima, pues son varias las estaciones repetidoras que tenemos en la cumbre, y se puede llegar a hacer toda la ascensión sin tener que poner el pie en tierra. La vista arriba es espectacular y como podéis ver en la foto, merece la pena el llegar a esta cota.
Terminado el merecido descanso y respuestas las fuerzas, desde aquí la bajada la haremos por la parte este del monte, y la haremos con precaución, pues la velocidad sube notablemente y siguen existiendo en algunos momento cárcavas y banco de arena. El camino va dando la vuelta para encarar finalmente hacia Bogarra, donde los últimos kilómetros serán de nuevo de vértigo, pues la pista se encuentra en buenas condiciones y la visibilidad es bastante buena.
Poco más os puedo contar, que es una ruta que se puede hacer fácilmente si tienes algo de forma, sin duda alguna, pues se trata de 34 kilómetros con 1140 metros de acumulado, que tampoco es una barbaridad, pongamos como nos pongamos.
Aquí os dejo el enlace a todas las fotos, y como no, la ruta.
Un saludo...Edu
Otra más y serrana además..., de las que te gustan y a las que tanto partido les sacas.
ResponderEliminarMuy buenas las fotos, sobre todo la de la fuente...., ¡qué agua más clara y más pura debe de ser!. Serrana a la saca.
Saludos.
Pues sí, las rutas serranas son para mí un auténtico maná...me calma las ansias de montes y me regalan vistas como las de esta ruta...amén del esfuerzo que tengo que hacer, que aunque parezca mentira también me reporta la suyo...jajajajaja
EliminarLa fuente tenía un agua limpia y clara, como bien dices, y además, un agua fresca, fresca: menudo gusto meter la cabeza debajo del chorro. Por supuesto, bebí un buen trago de aquella agua.
En fin, que ya estoy pensando en cual será la siguiente serrana, seguro que se me ocurre algo.
Hablamos amigo (y mejórate pronto y bien)...Edu