Que el perro es el mejor amigo del hombre es una gran verdad, pero que una pandilla de mastines sueltos da mucho miedo, también.
Y más si vas tú sólo por el campo y de pronto te aparecen un par de canes (o tres) con los dientes fuera y mirándote con cara de pocos amigos, de esos que te ven más como primer plato que como un "amigo"...¡hay que joderse!
Pero la culpa no la tienen los perros, que va, la tienen sus dueños, que son unos "capullos integrales" en unos casos y unos "auténticos gilipollas" en otros. ¡Vamos a ver! ¡Que no se puede dejar suelto a un perro que mide más de un metro de alto!
Hace algo más de un año se produjo un ataque de tres canes a una ciclista en Villarrobledo y a la pobre le tuvieron que dar puntos hasta en el paladar, que se dice pronto.
Esta ruta ha sido bautizada como "ruta de los mastines", y no es que sea precisamente un capricho nuestro, es que es famosa entre la gente que practica deporte por aquella pista, precisamente por la existencia de estos tres mastines. O sea, que ya hemos sido muchos los que hemos padecido la furia perruna de estos elementos.
Y el caso es que ayer nos juntamos ocho ciclistas, que se dice pronto, y cuando pasamos por el lado de la finca tan sólo estaba uno de los canes suelto en la puerta, pero claro, ¡vaya fauces que tenía el amigo! Por suerte, le dio algo de miedo al vernos tantos y reculo hacia la finca en un primer momento, pero hete aquí que cuando quedaban un par de compañeros por pasar, el perro empezó a gruñir, a ladrar y a ponerse en una posición de ataque que "para que las prisas". Un detalle, se trata de un camino público.
En la ruta que os he dejado al pie de la crónica os indico donde está la finca y un camino alternativo, que seguro que a alguno le viene bien.
Y hecha esta "breve pero intensa" introducción, daremos un repaso a la ruta de ayer, una auténtica gozada pues como ya he dicho anteriormente, nos juntamos nada menos que ocho aguerridos "beteteros" en busca de una ruta que no fuera demasiado exigente pero que tuviera su buena carga de kilómetros.
Nada menos que Nino, Teo, Pedro Lara R., Coronado, Luis, Pedro Sotos, JuanMa y éste que suscribe nos vimos las caras a las cinco de la tarde en el puente de Madera, para hacer una ruta que llevó (de nuevo con mano maestra) el bueno de Pedro y que nos llevo desde Albacete hasta Tinajeros, a continuación a La Felipa, sierra procomunal y vuelta por los campos Chinchillanos hasta llegar a nuestro querido Albacete. Cerca de 50 kilómetros, que no está nada mal.
Como ya se imaginarán los más avezados, estas ocasiones no se las pierde el querido Eolo por nada del mundo, así que lo tuvimos toda la tarde dando la "brasa", una veces por delante y otras por detrás, otras por un lado y otras por otro, que unido a los mastines hizo que más de uno se acordara del bueno de Pedro. Grandes epítetos, lo más granado de nuestro castellano se podía oír en algunos momentos, eso sí, palabras que se las llevaba un viento de la hostia.
Para ir a Tinajeros cogimos el canal de María Cristina, y durante una buena parte del camino un milano nos fue abriendo camino, pues iba buscando por el canal alguna presa. Así hasta llegar al pueblo, donde paramos en la fuente para poder beber algo del líquido elemento, que entre el viento, el polvo y algo de calor íbamos con la boca seca. Algunos ya empezábamos a visualizar una buena, fresca y abundante jarra de cerveza en nuestras neuronas a esa altura de la etapa.
Desde aquí pusimos rumbo hacia La Felipa, con el viento de cara a base de bien, polvo, calor y esa cerveza que se iba mascullando cada vez más entre los allí presentes, nos plantamos bien pronto en las calles del pueblo, donde tuvimos que para para que Pedro Sotos le diera algo de aire a la rueda que parece que no le va demasiado fina desde que la "tubelizaron".
Por fin tomamos el camino de la sierra procomunal, y siguiendo continuamente a nuestro líder en aquellos momentos, nos fuimos derechos, pero que derechitos hacia la finca de los mastines. Claro, que íbamos ocho en ese pelotón...yo, por si acaso cogí la rueda de Coronado, que es el más grande (en muchos aspectos, ya os lo digo) y yo me decía que si el perro veía a éste bajar a toda mecha, lo mismo se acojonaba. Así pasó, el perro reculó y nosotros pasamos tranquilamente, claro que el perro tonto no era, y se coscó bien pronto que aún quedaban algunos por pasar por detrás, y dijo aquello de "al último me lo cepillo"...menuda carrera que pillaron los de la cola...ja ja ja
Aún nos quedaba alguna sorpresa más en el camino, pero esta vez en forma de paisaje, y es que Pedro nos llevó hacia una pequeña loma que se asoma a todo el llano y que intentamos subir. Casi llegando al escalón superior decidimos que lo mejor era detenernos allí. Pedro había pensado que era un buen punto para hacer algunas fotos y de hecho, es una foto de Pedro realizada por JuanMa la que encabeza esta crónica, me parece que es muy buena y merecía estar lo primera por méritos própios. Por cierto, también continuamos con Luis el curso de "Como salir de un natural desatendido en las fotos", de la cual como bien podéis ver, va siendo un alumno aventajado...ja ja ja.
Bueno, que bromas aparte pasamos aquel tramo y poco a poco nos fuimos dirigiendo hacia las faldas de Chinchilla, donde nos esperaba un camino algo pestoso de lo roto que estaba, pero que hicimos como flechas. De nuevo Pedro Sotos tuvo un pequeño contratiempo con la rueda pero que se arregló en un pis pas. Y en un pis pas nos plantamos en Albacete, y ahora sí, con un cerveza rumiando en la cabeza de todos.
Para tomarla elegimos el bar El Estadio, que si sigue así se va a convertir en un auténtico templo de la BTT, ¡más que Chinchilla! Ja ja ja
Pues nada más, aquí os dejo el enlace a todas las fotos y como siempre, la ruta. En ella os señalo donde está la finca de los mastines y el camino alternativo.
Un saludo..Edu
Ya lo has dicho todo Edu..., la ruta se inició con un ritmo, ciertamente frenético, muy rápido por el canal, no dando cuartel a nadie y a una media muy elevada, 26 o 27 kms/hora.
ResponderEliminarDe Tinajeros a La Felipa, tocaba sufrir con el aire en contra y soplando fuerte. De La Felipa a Chinchilla, más de lo mismo, pero además con subiditas y el terror de los mastines, los terribles mastines y sus correspondientes y descerebrados dueños. No se puede en este país.
Por lo demás, la ruta fue muy buena, casi 52 kms. y con el colofón de buena charla, ideas claras, creo...., y unos cuantos cubos de botellines. ¿Se puede pedir más?
Saludos Edu.
Pues es que estuvo muy bien la ruta que planteó Pedro Lara R., es bueno que sea así puede de ese modo vamos refrescando la cantidad de rutas que tenemos...ja ja ja
EliminarBien por el ritmo que tomamos, que fue muy bueno y en permitió hacerlo todo sin problemas de hora.
Pues nada, que a ver que nos sacamos el miércoles que viene.
Un abrazo...Edu