Buenos días.
Dicen que de vez en cuando hay que darse un placer, y eso es lo que he hecho yo hoy, pues he tenido como acompañante de ruta nada menos que a mi hija mayor, María José, que después de tantos exámenes de fin de curso bien se merecía un descanso.
Y la ruta elegida ha sido, como no, la vía romana Complutum-Carthago Nova pues sin duda alguna es realmente interesante, máxime, cuando es la primera vez que la visitas.
Así que a eso de las nueve de la mañana nos hemos puesto en camino hacia la zona del cordel de Chinchilla, con un tiempo que acompañaba dado que estaba algo cubierto y el poco viento que corría era algo fresco.
Los kilómetros no importaban demasiado, lo mejor, sin duda alguna era la compañía tan buena que he llevado durante toda la mañana, así que poco a poco nos hemos ido acercando hacia el inicio de los restos de la vía que están al otro lado del parador.
Una vez allí, hemos encontrado rápidamente los primeros restos de la vía, explicaciones de turno y fotos de rigor para tener constancia en la retina ajena de lo que hace 2300 años era una "autovía".
Desde aquí la siguiente parada la teníamos prevista en la tajea que está a unos 10 kilómetros de Albacete. Este agger se encuentra en muy buen estado y sorprende al llegar allí la técnica de construcción que tenían los romanos para realizar estas obras.
Como no, de nuevo más fotos para que no nos olvidemos de que un día estuvimos allí y vuelta para Albacete. La obra estaba situada en una zona para aliviar las posibles avenidas de agua de un monticulo que está a unos metros, y como podéis ver, ¡todavía el agua se sigue recogiendo en aquella obra!
Como ya íbamos teniendo algo de hambre la vuelta la hicimos a un ritmo más que decente y además, por un camino que está bastante mal, pues merced a las últimas lluvias hay bastantes bancos de arena. Sin embargo, he de decir que María José se ha portado como una auténtica campeona y no ha tenido ni un sólo problema en todas y cada una de las zonas más comprometidas de la ruta de hoy.
Al llegar a Albacete la ruta nos tenía preparada una sorpresa, ¡hemos encontrado un resto de calzada casi a la entrada de la ciudad! Os dejo las fotos y la localización, ahora habrá que investigar a donde pertenecia dicho tramo.
Pues nada más, simplemente deciros que al final hemos realizado 24 km a una media de unos 12 km/h, aunque en días como hoy como ya os he dicho anteriormente, poco importan lo kilómetros y las medias, lo importante era la compañía.
Saludos.
Buena ruta, no importa los kilómetros lo importante es pasarlo bien, y bien acompañado en esta ruta, no esta mal 24 kms, en periodo de iniciación, poco a poco, esperemos le guste esto de dar pedales y pasarlo bien, buen maestro tiene, un gran saludo para los dos.
ResponderEliminarAsí es, los kilómetros no importan mucho, aunque no está nada mal pues llevábamos un tiempo sin salir. Espero que este verano podamos repetir estas rutas y sobre todo, empezar con alguna serrana, aunque eso me parece que va a ser más difícil, pero bueno, ¡hay que intentarlo! ;-)
EliminarSaludos...Edu
Bueno, bueno, pues no hay mejor compañía que la de un hijo o hija, para compartir una mañana ciclista, sin olvidarnos, por supuesto, de nuestras queridas medias naranjas, pero es que los hijos...., la verdad dan un punto extra, y eso de poder enseñarles un poquito de lo que tu sabes, pues..... ¡que no tiene precio!
ResponderEliminarBuena ruteja la que habéis hecho y además con sorpresa por el hallazgo de otro trozo de calzada romana. ¿se puede pedir más?
Saludos Edu.
Pues anda que no quedamos contentos los dos de la ruta, ella por descubrir y yo...pues por descubrir también. Siempre hay que hacer tiempo para estas cosas, es bueno para nosotros, para ellos, en suma, para todos.
EliminarY claro, la peque ya me está diciendo que para cuando ella también..ja jj aja.
No hay nada como ir preparando la cantera.
A ver si algún día hacemos una ruta con todos los peques, y luego, los invitamos a desayunar, que estaría muy, pero que muy bien.
Saludos...Edu