Buenos días.
Poblado de la laguna del Acequión
Es este asentamiento, probablemente, uno de las primeros de los que se tiene constancia en los alrededores de la ciudad de Albacete, si a esto añadimos que existe una pista ciclista repleta de árboles en todo su recorrido, creo que merece la pena el que alguna vez nos dejemos caer por estos lares.
La ruta
Lo cierto es que la ruta es bien sencilla, partiremos de la vía verde que nace de la Fiesta del Árbol y continuaremos por ella siguiendo hasta el paraje del palo. A unos doscientos metros se abre un ramal, a la izquierda iremos hacia Aguas Nuevas, y a la izquierda el ramal que nos llevará a nuestro objetivo.
Lo cierto es que la ruta es bien sencilla, partiremos de la vía verde que nace de la Fiesta del Árbol y continuaremos por ella siguiendo hasta el paraje del palo. A unos doscientos metros se abre un ramal, a la izquierda iremos hacia Aguas Nuevas, y a la izquierda el ramal que nos llevará a nuestro objetivo.
Cruzamos la autovía por su parte inferior y continuamos por la pista que va paralela al canal de la Lobera hasta cruzar un puente de nuevo hacia la izquierda, momento en el que tomaremos la margen contraria a la que llevabamos. Si el canal lleva agua, no tendremos más remedio que dar un pequeño rodeo por alguno de los puentes que cruzan la autovía y que se divisan facilmente desde nuestra posición.
Ahora sólo tenemos que seguir la pista tranquilamente sin tomar ningún otro desvío y en unos kilómetros, habremos llegado a nuestra meta.
El poblado
Al llegar al paraje veremos el lecho de una laguna, ya completamente seca, y podremos observar un grupo de árboles en uno de los extremos: allí nos dirigimos.
Existe un pequeño acueducto que debió ser utilizado el siglo pasado donde podemos dejar nuestras bicicletas, pues ahora vamos a cruzar andando hasta llegar a ese grupo de árboles, pues bajo sus copas se encuentran las ruinas del poblado.
Conviene recorrer el perímetro del recinto para ver los muros que aún quedan en pie; si accedemos al interior debemos tener bastante cuidado pues está lleno de madrigueras y de raices de árboles que hacen complicado el poder transitar por el paraje.
La culebra de escalera
Como no sólo de piedras vive el hombre, a la vuelta nos encontramos en el camino con un buen ejemplar de la culebra de escalera, una serpiente muy de esta zona y que para mayor tranquilidad de los presentes no es venenosa.
Para saber: Las ruinas del poblado
Ya sabemos que no quedan más que algunas piedras de los muros de lo que en su momento fue un asentamiento lacustre, pero es bueno recordar siempre de que estamos hablando, pues se trata de un pequeño asentamiento-poblado situado dentro la Laguna del Acequión. Se trataba de un área doméstica y que pertenece a la edad del Bronce Manchego, el germen de lo que posteriormente es conocido como pueblo íbero.
Se estima que estuvo ocupado entre el 2.200 y el 1.800 antes de Cristo,
que tuvo una población constante que llegó a practicar la agricultura,
así como diversos oficios como puede ser la confección de telas. El
recinto fue abandonado súbitamente tras un incendio, lo que ha
ocasionado que el grado de conservación haya sido bastante alto.
Se trata de una construcción
fortificada, de forma cónica y elevada sobre la laguna, formada por dos
pequeñas murallas concéntricas escalonadas, y dentro de ellas al menos
dos espacios significativos, uno dedicado a oficios y otro espacio
dedicado a habitación de sus moradores.
Es evidente que la laguna rodeaba completamente el recinto, lo cual
favorecía notablemente las labores defensivas de todo el recinto. La
muralla más externa podría estar pegando a la línea de la laguna sobre
la pequeña isla.
El área superior tiene unos 500 metros cuadrados, dentro de los cuales se sitúan los dos espacios mencionados.
En 1.985 se comenzaron los trabajos
de recuperación de la morra, y entre otros pudieron ser hallados varios
restos entre los que destacan:
- tres hachas, un punzón y un puñal todos ellos de bronce
- lascas y dientes de sílex
- cuarcitas
- molinos de arenisca para cereales
- pesas de telar, lo cual indica sin duda alguna que uno de los oficios practicados debía ser la confección de telas.
¡Cuánto, pero cuánto juego da la ruta de la Laguna del Acequión! Mira que la hemos hecho veces..., solos, en grupo, con amigos, con familiares..., y sigue siendo una de las ruta más entretenidas y fáciles que tenemos, bueno..., salvando a nuestro querido Hundimiento.
ResponderEliminarVeo que vas con zapatillas de deporte al estilo Teo..., eso es que la lesión persiste y vas con cuidado para no retroceder en la recuperación. Bien Hecho Edu.
Por lo demás, además de las plantas y demás florecillas del campo, veo que también encuentras culebras o serpientes, no veo bien qué es, pero lo que si es, es un bicho largo..., ¿de cuanto....? metro y medio diría yo.
En cuanto a tu hermano, me alegro que siga saliendo contigo..., con quién mejor. Poco a poco se hace el camino y el de tú hermano es largo por desgracia, pero para eso está la familia.
Saludos.
Pues sí, sobre metro y medio de culebra, de las de escalera. Este animal es inofensivo y tan sólo come roedores o pequeñas aves...pero siempre impone respeto, que le vamos a hacer.
ResponderEliminarEn cuanto a las zapatillas creo que por el momento voy a seguir sin pedales automáticos, pues el giro que se hace con el pie es precisamente uno de los peores movimientos que puedo hacer...es cuestión de tiempo y por suerte, la paciencia en nosotros es una constante.
Y eso, pues que poco a poco van cayendo kilómetros y días, así que seguiremos en esta tesitura, acompañando a quien le haga falta, que para eso estamos.
Un abrazo...Edu