No sé si uno es perro viejo, que desde luego joven no lo soy, pero lo que sí tengo claro es que cuando las turbas evangelizantes se cargan de razón, lo mejor es poner cara de sorprendido, asentir y retirarte a tus aposentos para dejarles que se hinchen de gloria hasta el próximo misterio, que lo habrá y que será un nuevo acto de fe, sin duda alguna.
Y es que esta mañana, en mi feliz ignorancia, a la hora del desayuno me han demostrado como una moneda de dos euros se pega en donde uno piensa que le han puesto el pinchazo de la vacuna. La cuestión es que se pegaba, la cuestión es que he mostrado cara de sorprendido y he asentido, y hasta me he retirado a mis aposentos. Luego me he dedicado a buscar algún artículo sobre el tema, y por supuesto en las redes sociales ya hay personas que dan la correspondiente versión conspiranoica...y ahora viene lo del perro viejo, porque ha sido tan fácil como probar en el brazo donde no me han vacunado, y premio, también se me pegaba la moneda...y lo más gracioso es que también se les pega a personas que ni siquiera han sido vacunadas (purebas realizadas en casa con total fidelidad, oiga)...huyan, pues, de la turba evangelizante, y como dirían en la película, ¡no vayan a la luz!
La Ruta
Y aunque parece que la reflexión no tiene que ver con la ruta, verán ustedes, es que esta mañana me he reencontrado con Andrés, o Andresete como nos gusta llamarle, y la ruta que nos hemos marcado Andrés, Coronado y éste que suscribe ha tenido muchos kilos de sensatez, de sentido común, como nos gusta en el grupo...vamos, que en ningún momento nos hemos tenido que poner la moneda...jajajajja
La ruta la llevaba Andrés, al que le hemos cedido gustosamente el testigo de jefe de la tribu, y como hacía tiempo que no nos veíamos ha querido llevarnos por los montes de La Felipa, por los que hacía tiempo que no pasábamos con nuestras "burras".
Al inicio de la ruta los campos estaban muy mojados, merced a las lluvias caídas el día anterior. Poco a poco íbamos ganando la parte norte de la sierra procomunal, y digo poco a poco porque los caminos se han ido dando la vuelta conforme avanzábamos por ellos...o lo mismo es que nos hemos equivocado...va a ser eso...jjajajaja
En fin, que llegados a la valla del campo de maniobras hemos seguido por el camino lateral, y en breve hemos llegado a la finca de los perros sueltos (los famosos PPC p.tos perros c.brones), pero por suerte, en esta ocasión estaban dentro de la finca. En fin, que aquí el camino empieza a subir y bajar por la laderas de los montes y dibuja unas estampas preciosas sobre los campos de la mancha.
Hemos continuado hasta la finca de Los Garijos, donde hemos decido que lo mejor era ir volviendo para La Felipa, y dar buena cuenta de un restaurante en el que todavía no habíamos tenido el placer de almorzar, No tardes, se llama, y con ese nombre, uno se puede esperar mucho...como así fue. Para empezar el servicio es rápido como el rayo, y para continuar los bocadillos estaban bien de presencia, de pan y de condumio...el precio también lo fue y además, los camareros eran muy agradables...volveremos, pero no habrá que esperar a que tengamos la frente marchita. Por cierto, aquí habíamos quedado con Pedro Lara "GPS", que también fue puntual como nosotros, como mandan los cánones de la puntualidad manchega.
De vuelta
De vuelta para Albacete hicimos que la ruta se abriera hacia los campos de Tinajeros, pues íbamos con tiempo de sobre y queríamos darle caña a Andrés...jajajaja. Bromas aparte, era la ruta que él había marcado y a la que como siempre, no ponemos pega alguna.
El viento sopló de cara durante toda la vuelta pero hizo que la temperatura no subiera demasiado, con lo que llegamos a Albacete con ganas de hacer algo más todavía, aunque en esta ocasión, Andrés tuvo que retirarse pues tenía otros menesteres que hacer, así que nosotros todavía alargamos casi 10 otros kilómetros más la ruta.
Por supuesto, al terminar habíamos quedado con Pedro Lara "GPS" para dar buena cuenta de unas cañas en el bar Río Frío, donde siguen poniendo unos vasos congelados con un perfecto punto de temperatura para el líquido elemento. Por cierto, para rematar la mañana también nos encontramos con José y Mercedes, que venían de ruta en moto, que también está bien, ya lo creo que sí.
Resumiento, 72 kilómetros para una mañana de domungo en la que pudimos recorrer antiguos caminos, descrubrir nuevos restaurantes y sobre todo, charlar. Aqui os dejo el enlace a las fotos.
Un abrazo...Edu
Bueno..., pues con las gracias y chascarrillos del inicio de la ruta, he de decir que me gustó y de hecho salió una ruta con una tirada interesante. Hay veces que si no llevas la ruta y, dado que todos los caminos parecen iguales, es complicado no equivocarte..., es con el GPS y a veces vamos más deprisa que el propio GPS.
ResponderEliminarEl bar de La Felipa, ha sido un descubrimiento, está cerca de rutas que discurran por Tinajeros, son agradables y son rápidos. Buen, pues a tener en cuenta.
Hay fotos que son tremendas, de fondo de pantalla. Bueno, pues muy buena ruta. Saludos.
NO estuvo nada mal la ruta...aunque entre tú y yo, nuestra opinión no cuenta, como ya nos decían hace tiempo, porque nos gustan todas...jajajaja
EliminarLo cierto es que no hay kilómetro malo, y me parece que es una filosofía bastante buena a la hora de montarse en una bicicleta, ya lo creo que sí.
EN fin, que ahora toca pensar en la próxima, a ver que se nos ocurre para este fin de semana.
Un abrazo...Edu