Con la ola de calor que se nos ha venido encima, sin avisar y con alevosía, lo mejor es darnos un golpe con el sofá y caernos en él justo después de comer, y así evitar las horas de mayor calor para hacer cualquier actividad deportiva que no sea la siesta o jugar al parchís (y despacio).
Pero claro, precisamente ayer, uno de los días con más calor, nada menos que Teo, Nino, Coro y este que suscribe quedamos a las cinco de la tarde y con 37 grados de temperatura, para meternos una ruta por estos campos manchegos, ¡vamos, lo normal!
Al menos tuvimos la precaución de no hacer esfuerzos fuertes, así que evitamos el ir hacia Chinchilla y sus cuestas y nos quedamos con la zona de Puñoenrostro: en primer lugar visitar los toros de la ganadería de Iniesta, a continuación ir hacia Puñoenrostro y desde allí, ir buscando caminos alternativos hacia La Gineta, de modo que la vuelta la hiciéramos lo más directa posible. Así pues, la de ayer fue una ruta no temática, es decir, salir y sobre todo no coger una "pájara" de las buenas
Salimos por el polígono Campollano y por suerte el viento lo llevábamos de espalda, con lo cual los primeros kilómetros se hicieron fáciles, tanto, que en unos pocos minutos ya estábamos en la ganadería de Iniesta.
Sin llegar a parar, que menudas miradas nos echaron algunos toros, hicimos algunas fotos de los que por allí pacen tranquilamente, y un instante después continuamos hacia Puñoenrostro con la idea de seguir en dirección hacia La Gineta.
El problema a partir de aquí, ya no sólo fue el calor, sino que cada nuevo camino que íbamos cogiendo estaba lleno de barro, merced a los regadíos que por allí existen, y no un poco de barro, que nos pusimos hasta arriba, con las ruedas llenas, el cuadro, el maillot, ...
El calor seguía siendo muy fuerte, pero al menos los regadíos que por allí tenemos, de vez en cuando nos regalaban unas cuantas gotas de esas que te caen por la espalda y que ayer, desde luego, no molestaban absolutamente nada.
Al cabo de unos kilómetros llegamos a La Grajuela y pudimos tomar una pequeña carretera (sin barro, por fin) que nos llevó hasta La Gineta. Un par de kilómetros antes pudimos parar en un pequeño refugio que existe en el camino y que debe pertenecer al recorrido de alguna romería.
Más agua, alguna barrita y con ganas de ir volviendo para Albacete para tomar nuestro merecido premio, una buena jarra congelada de cerveza.
Y claro, como no podía ser de otro modo el viento que habíamos llevado de espalda hasta ese momento, empezó de golpe a soplarnos en la cara y a base de bien. Pero eso sí, las ganas de tomar esa cerveza, fresca y en jarra congelada para más señas, nos dio ánimos renovados y si Eolo soplaba, nosotros apretábamos más. En ese momento os aseguro que podíamos habernos llamado los "bocatrapo".
En fin, que llegados a Albacete y con la premura de las bocas secas que llevábamos, nos fuimos derechos a La Oficina, y ya sabéis, una ronda de pintas (de las de a 1,40 euros la jarra) que cayó en nuestros estómagos, y que no le dimos tiempo ni a calentarse. Tomada ésta y con el afán de una buena hidratación decidimos, por aclamación de los cuatro que allí estábamos, que otra ronda más nos iba a sentar estupendamente. Y dado que el partido iba a empezar en poco tiempo, también decidimos que esa era la última ronda y que ahí concluía la ruta.
Aquí os dejo unas cuantas fotos y como no, el track de la ruta.
Mucho calor sí, pero nada que no pueda aliviar la promesa de una buena cerveza ¿verdad?
ResponderEliminarSi yo creo que estos días salimos porque sabemos que la cerveza final va a ser insuperable. Ya me dirás de otro modo, ¡que pintamos a esas horas en la calle y con ese calor! jaj ajaj
EliminarBueno Paco, cuando salgas tú, recuerda esa cerveza final que te espera, como dicen los amigos Ginetas Bikers, la cerveza de los campeones.
Saludos...Edu
He de reconocer que la idea de no meternos subidas con esfuerzos innecesarios fue lo más acertado dados los 37º que caían, con viento que quemaba y ese bochorno que se mascaba en el ambiente...., también creo, que a pesar de embarrarnos, la idea de ciclar por las zonas verdes y de regadío nos permitió evitar unas posibles pájaras, lipotimias, bajadas de tensión, en fin....... la próxima hay que hacerla algo más tarde, si me apuras..., pensando en una semi nocturna con focos de vuelta y por caminos conocidos.
ResponderEliminarPara más INRI, la vuelta que yo la había calculado con vientos de 20 kms/hora como mucho, según he sabido hoy, llegaron hasta los 32 kms/hora, y bien que lo notamos, porque a la vuelta Eolo, se cebó pero bien.
No obstante, cuando llegué a casa, el velocímetro me marcaba los 51 kms con una media de 19'9 kms/hora, lo cual, creo que no está mal.
Saludos a todos.
Menos mal que tuvimos un gramo de inteligencia en elegir la ruta, aunque claro, donde se ponga una buena lipotimia, ja ja jaj ja
EliminarPues sí, vamos a tener que pensar que de aquí a poco habrá que retrasar la hora de salida, en fin, por el momento y dado que ya han bajado las temperaturas aguantaremos, porque la verdad, lo que no es normal es el calor de estos días a mitad de mayo.
Pues nada amigo, nos vemos este fin de semana, ¿vale?
Saludos...Edu