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jueves, 31 de diciembre de 2020

¡ADIOS 2020, BIENVENIDO 2021!

 Buenos días.

 Hoy se acaba 2020, parece mentira...no creo que los comienzos de 2021 vayan a ser mucho mejores que el discurrir de este año horrible que hemos tenido, pero parece que las perspectivas han cambiado muy mucho desde que apareció la tan deseada vacuna.

 Así pues, vaya un primer brindis por este nuevo año y que de verdad, nos devuelva la normalidad tan deseada por todos.

 

 Y como no hay mejor manera de recuperar la normalidad que haciendo aquellas cosas que solíamos hacer, hoy nos hemos visto las caras en la última ruta del año nada menos que Alfonso, Berme, Coronado y éste que suscribe.

 La idea, como todos los años, era la de hacer una ruta ad hoc para el día que se nos presenta, y vaya que si lo hemos conseguido. Con mucho frío hemos salido a eso de las ocho y media en dirección a la sierra de la Cabrera, y allí nos esperaban la senda de los escalones y la de las culebras, de las cuales hemos dado buena cuenta antes de encarar nuestras monturas hacia Aguas Nuevas.

 Buen ambiente, cordial, con buenas conversaciones y mejores risas nos han metido en un pis pas en el pueblo, donde nos esperaba un estupendo almuerzo en la terraza del Batiburrillo, un sitio muy recomendable en estas fechas, pues en su terraza no corre el viento demasiado y además da el sol a base de bien.

 El almuerzo ha estado a la altura de las expectativas y desde luego lo hemos pasado como niños con zapatos nuevos...creo que no hace falta explicar mucho más. 

 

La vuelta para Albacete ha sido rápida por la vía de la Baqueriza, pues aún quedaban muchas cosas por hacer...el día es largo y hay que preparar unas cuantas cosas para la noche...es la costumbre, y benditas sean si me dejan recuperar esa normalidad que tanto hechamos de menos.

 Lo dicho, ¡FELIZ AÑO NUEVO! Sólo esperamos que os sea un año próspero y que sobre todo, la salud os acompañe ahora que tanta falta nos hace.

 Por supuesto, aquí está el enlace a todas las fotos.

 Un abrazo....Edu

lunes, 28 de diciembre de 2020

Joseph Von Eduarden: los virtuosos de 40 rutas

 Buenos días.

 Como ya saben todos ustedes, el insigne profesor Joseph Von Eduarden desde el Instituto Biotecnológico de Fraunhofer-Gesellschaft, subsección MIT Munich (allá en Alemania), colabora con su firma en este blog; es tal su afición a la bicicleta y a la investigación en particular que se hace indispensable el poder contar con él en cualquier blog sobre BTT que se precie.


 Es esta, pues, una nueva publicación internacional de la que ya podemos presumir, y de la que sin duda a buen seguro os debe deleitar, fieles seguidores de este humilde blog. Sin más os dejo con el ágil verbo de nuestro querido amigo.


Proffesor J. Von Eduarden G. Instituten Biatermhallem-Achtum da Fraunhofer-Gesellschaft, ihcmand delen MIT Munich,

 Ya conocen ustedes mi larga singladura a lomos de BTT en este grupo, y no podía dejar pasar este día tan singular sin dejarles una nueva crónica, en la que además he tenido ha bien realizar un nuevo experimento sobre conexiones neuronales: las aptitudes artísticas y la realización de deporte siempre están ligadas, y como muestra de ello, hoy les puedo demostrar sin duda alguna, que cuando un virtuoso practica deporte, sus cualidades naturales en cuanto al arte no se ven mermadas en absoluto.

 Para realizar el experimento quedé con los señores Alfonso, Pedro Lara, Berme, Coronado y un tal Eduardo. Ellos se han prestado a realizar una ruta de más de 55 kilómetros, con todos los parámetros que se establecen en este tipo de experiencias, y finalmente realizaron un trabajo en el que se ve plasmado, como ya he dicho anteriormente, que las aptitudes de este grupo permanecen intactas incluso después de una jornada matutina deportiva.

 Nos vimos las caras a eso de las ocho y media de la mañana, y como a ustedes les gusta decir, con puntualidad manchega nos pusimos en camino hacia la laguna del Acequión. Con buen ritmo y grácil pedaleo los kilómetros fueron cayendo de nuestro lado, hasta llegar al paraje citado, desde el cual partimos hacia la famosa finca de Anoroto, en la cual mis compañeros de ruta mostraron mucho interés en su visita. Valga las instantáneas que el tal Eduardo tomó en dicho punto.





 Desde aquí pusimos rumbo hacia la finca conocida como las Tiesas, y al pasar por una de las fincas adlátere, tuvimos que salir "cagando leches" (literal) el grupo merced al ataque de un grupo de gallinas...¡la virgen que mala leche tenían los plumíferos! Hasta el mastín le hacía caso. En fin, que después del episodio de miedo volvimos al pedaleo alegre, hasta llegar al cauce del río Lezuza, que está vez sí, llevaba agua después de no sé cuantos meses, y es que, la zona entera es endorreica.

 

 



 Con unos 40 kilómetros en las piernas, ya era hora de que mis aguerridos cobayas fueran camino de su merecido almuerzo, que también entra a formar parte del experimento, no crean, pues sin el estómago satisfecho la cosa no funciona igual, así que ahí que se metieron entre pecho y espalda una buenas chapatas en el bar Cheli, del que tengo que decir que me gustó bastante a tenor del tamaño y contenido de los bocadillos.


 De vuelta para Albacete por la vía de servicio tuvimos algún momento de no reírnos, porque el resto del camino fue una continua carcajada...y es que el experimento estaba llegando a su fin, aunque no sé que les hacía tanta gracia..otto día me enteraré...je je je. Ahora sólo quedaba que se tomaran su buena cerveza de los campeones y que me hicieran un dibujo coral de lo que para ellos había significado la ruta.

 Bien, ahí dejo los resultados, entre los cinco fueron capaces de hacerme tres fichas: unos papeles, unos pinceles, un cubo de botellines, acuarelas y ¡voila! Tres obras de arte...mejor, no se puede hacer...oleeeeee. 

Pedro y Alfonso

Eduardo

Berme y Coronado

Los virtuosos siempre dejan su huella, ya lo creo que sí. 

Como siempre, aquí les dejo un enlace a todas las fotos. Y recuerden que una sonrisa, es el mejor regalo que pueden hacerse.

lunes, 14 de diciembre de 2020

Cuando el tiempo apremia


 Buenos días.

 En estas últimas semanas parece que el tiempo pasa cada vez más rápido, y entre labores propias y ajenas, éste que suscribe no tiene tiempo ni para hacer una crónica como mandan los cánones.



 No crean, cada vez que escribo una crónica creo que tengo que comunicar algo, contar rutas, lugares, algo para ver, algo que me permita entender que esa ruta fue como fue por algo, y siempre hay algo que contar, seguro que sí.

 Pero claro, para hacer una crónica que merezca la pena se necesita tiempo: tiempo en preparar el contenido, en investigar un poquito, en buscar la foto que tiene que ir en el sitio justo en el momento apropiado, en encontrar un cita, en escribir...tiempo.


 Así que, cuando las cosas se ponen así, tendremos que poner por delante lo primero, y saber que ya vendrán tiempos mejores.


 Sin duda alguna, en situaciones así, lo mejor es poner fotos...jajajajaja. Al fin y al cabo, un porcentaje muy grande de usuarios es lo único que miran, y de hecho, las redes sociales no se entenderían sin el alto contenido de material visual con el que nos bombardean.



 En fin, que sólo espero que las vacaciones vengan pronto y pueda dedicarme de nuevo a lo que más me gusta (después de lo que va primero, claro está), que son la bicicleta y escribir algo de la ruta, si es que tiene algo que contar, claro está.



 Claro está, aquí dejo el enlace al popurrí de fotos que he subido...no sé cuantas rutas van aquí...jejejej



 Un abrazo...Edu